¿Y ésto?

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Sanemi siempre ha sabido que es una persona un tanto complicada, alguien terco, grosero, temperamental, mal hablado, impulsivo, y a veces suele mostrarse agresivo o violento. Nunca había sido alguien con demasiada paciencia, pero ahora helo aquí, con cierto pilar del agua, que alguna vez aseguró odiar con cada centímetro de su cuerpo.

     ¿Se siente como un idiota? La verdad que bastante, y es que además de su hermano, incluso los demás pilares le han dicho que enamorarse le ha sentado bien, pues ha dejado de parecer un perro con rabia que en cualquier momento puede saltar para morderte y no soltarte por lo menos durante 5 calles. ¿Se molestó con eso? Pues claro, casi muerde a Uzui, pero eso sólo sería probar su punto.

      Pero es que hasta él era consiente de eso, su actitud hacia al mundo había cambiado un poco, antes, si por el fuera, todos podían irse a la mierda, ahora quizá también diría lo mismo, pero les desearía suerte en el camino. Y es que, aunque al principio se negó un poco, es decir, no creía que su oficio le permitiera experimentar esa sensación de amar y ser amado, pero afortunadamente pudo hablar Kagaya-sama, quien no sólo le dijo que no había nada por lo cual preocuparse y que el los apoyaría en todo lo que pudiera, porque después de todo, Tomioka ya le había pedido su permiso para cortejarle formalmente, en esa ocasión el albino se sonrojó fuertemente y río nervioso, Giyuu realmente iba en serio, porque no sólo le trataba como una doncella sino que también había pedido permiso a Oyakata-sama, quien además de ser su maestro también era como un padre como ellos.

       Realmente se estaba tomando la molestia de hacer las cosas correctamente.

      De ser sincero él probablemente sólo lo hubiera invitado a salir, algo casual, por su mente jamás hubiera pasado la idea de cortejarlo, lo cual lo hacía sentir ligeramente como un gran idiota. Después de todo su hermano tenía razón, era un alfa tonto.

       Un tonto como ha sido y sigue siendo, porque pese a que, en el fondo, ya ha aceptado que cayó redondito ante los encantos de cierto omega de ojos azules, sigue haciéndose el que Dios le habla en su presencia, y es que la única verdad es que se siente nervioso y avergonzado, es la primera vez que se enamora de alguien después de todo.

        Pero después de todo, se encontraba ahí, con Giyuu, sentados en el jardín del pilar del agua, con la noche y estrellas como testigos de un primer romance, de un primer amor.

—Sanemi ¿Entonces, hay cosas que aún te molestan de mí? —.

—Sí —Fue lo que respondió con simpleza.

     Tomioka con cierta tristeza en su mirada decidió preguntar —¿Y que es lo que te molesta de mí? —.

—Tu estúpida cara bonita —Contestó, sonrojado y viendo hacia otro lado tratando de disimular los nervios.

      El azabache rápidamente se dió cuenta de la situación y creyó que era buena idea tomar cierta ventaja —¿Y qué más te molesta? —.

—Es raro y fastidioso cuando te acercas de la nada —Jalo el cuello de su propio uniforme ligeramente.

       Y Giyuu, como niño al que le dijeron que no debía hacer algo pero va y es exactamente lo primero que hace, se acercó más a Sanemi, específicamente más a su rostro.

—¿Entonces te molesta que haga esto? —Le sonrió para después apartar el flequillo y pasar el mechón de cabello detrás de la oreja del contrario.

—S-si —.

—¿Y ésto? —.

      El azabache tomó el mentón del otro, para hacer que se girará a verlo, y cuando lo logró le plantó un beso en los labios. El de ojos lila se sonrojó violentamente y apretó fuertemente los ojos, aún así no opuso resistencia; el omega era quien dirigía ese beso, lento y cálido... Con amor; y antes de que Sanemi pudiera reaccionar adecuadamente, Giyuu le dió un par de besos más, en la frente o en las mejillas, incluso sobre las cicatrices que adornaban su rostro.

Tomioka se apartó, y le miró fijamente —¿Te molestaría que volviera a hacer eso? —Pregunto con cierta inocencia.

—Sí y mucho —Contesto, con los brazos cruzados y el rostro ardiendo en carmín.

        Entonces Giyuu río con gracia sólo para volver a tomar con suavidad el rostro de Sanemi y volver a besarlo, ésta vez el albino acepto el contacto gustoso y sonrió en medio de ese beso.

        Entonces Giyuu río con gracia sólo para volver a tomar con suavidad el rostro de Sanemi y volver a besarlo, ésta vez el albino acepto el contacto gustoso y sonrió en medio de ese beso

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¡Cásate con mi hermano!Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin