20. Respirar

Depuis le début
                                    

Chuuya jadea mientras pisa el embrague y tira de la empuñadura de su katana... ya sabes, la que Dazai soldó a su freno de mano. La cabeza le da vueltas y tose mientras es arrastrado a la deriva, Doubt de Twenty One Pilots llenando el cerebro que su motor no llena.

"Don't forget abou-bou-bou-bou-bout me—"

—Que te jodan —se encuentra susurrando, de repente perturbado por la inoportuna fantasía de Dazai sentado en el copiloto y cantando Doubt con Chuuya.

"Even when I doubt you, I'm no good without you—"

—Nah, que te JODAN —repite Chuuya entre sollozos repentinos, las lágrimas nublan su visión desde el interior de su casco.

Se levanta el visor con rabia para limpiarse el agua de los ojos, con la mano temblorosa por el auto volando sobre el suelo texturizado.

Podrían haber tenido tanto. Era cierto. Ahí...

Déjate de tonterías.

Su cara se vuelve plácida.

Todo lo que Chuuya hizo para que la mierda funcionara entre ellos.

Dios, era un idiota.

Se prepara para la siguiente curva, sin importarle lo jodidamente descuidado que está el derrape. Su auto serpentea de un lado a otro, aunque la media jaula y las barras estabilizadoras que Dazai le compró mantienen todo bajo control.

Chuuya simplemente no puede creer que todo sea falso. De hecho...

Golpea el volante con la mano, haciendo una mueca por el dolor en su palma y cambiando de marcha ahora que ha pasado la curva. Pisa el acelerador a fondo y rompe a 130 mientras se pierde en su maldita cabeza.

De hecho, se niega a creer que todo lo de Dazai fuera falso. Chuuya no es un jodido IDIOTA, sabe que no era falso: Dazai es solo un jodido idiota con jodidos problemas.

O puede que solo sea un jodido iluso y que el hecho de que nadie cuidara de él como lo hizo Dazai le afectara, porque Chuuya solo es un jodido idiota con jodidos problemas.

Tal vez fue él quien decidió reconocer que Dazai le trajo paz. Apagó la llama en él.

Sí, el fuego volvió en la última carrera.

Pero a Chuuya no le gusta el maldito fuego.

Cualquiera que sea el caso, no hay razón para que Dazai tenga que ser tan jodidamente frío. Eso no fue justo. Fue una mierda.

Dazai. Es una mierda.

¿Y Chuuya?

Chuuya está jodidamente enojado porque entiende por qué Dazai hizo lo que hizo.

Hace una mueca después de aspirar, el pie empieza a dolerle de lo fuerte que aprieta el acelerador.

Él. Odia. Que entienda a Dazai. Ni siquiera sabe por qué demonios lo entiende. No intenta entenderlo. Chuuya nunca logró que el hijo de puta se abriera correctamente.

No puede ponerlo en palabras.

Pero lo entiende.

Y él odia eso, porque no importa cuánta mierda entienda Chuuya, Dazai todavía se las arregla para ser un jodido torpe.

Idiota.

Y pensar.

Pensar que Chuuya incluso estaba considerando a Dazai como alguien a quien amaba... Dios...

Idiota.

Ambos son unos malditos idiotas.

Chuuya resopla, su labio tiembla mientras termina su cuarta vuelta alrededor de la pista. Comienza el recorrido de nuevo, mirando fijamente el camino recto frente a él mientras se seca las lágrimas una a una.

MOTORSPORTOù les histoires vivent. Découvrez maintenant