2. El contrato

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ASHER

«TITITI, TITITI, TITITI, TITITI»

Estiré mi brazo y apagué la alarma de mi celular que tanto sonaba. Era sábado por la mañana, el inicio de un nuevo día de trabajo, y yo prácticamente no había dormido nada en la noche.

“¿Por qué no he podido dejar de pensar en Annie?” Me pregunté. Y es que aún no podía entender del todo lo que había ocurrido la noche anterior.

“Sé mi novio.” Esas tres palabras pronunciadas por Annie aún me provocaban escalofríos en el cuerpo.

“¿Por qué me habría hecho ese pedido tan insólito?” Era la pregunta que había estado rondando en mi cabeza durante toda la noche, y es que Annie había lucido tan segura de lo que me pedía que me había dejado confundido.

“¿Por qué la Reina Pop me querría cómo su novio?” Me volví a preguntar, girándome hacia el lado derecho de la cama.

Esa era la primera vez que me tocaba con la Reina Pop de frente, y si mal no me equivocaba, también era la primera vez que ella me veía en persona. Entonces, ¿por qué razón me querría cómo su novio?

“¿Habrá sido alguna especie de broma?” Me giré para el lado izquierdo de mi cama. A veces, yo solía ver en el internet como youtubers abordaban por la calle a personas desconocidas y le hacían pedidos extraños, todo para grabarlo, subirlo a Internet y hacerse populares. “¿Habrá sido que Annie solo quería jugarle una mala pasada y publicarlo en las redes sociales?” Volví a girarme hacia el lado derecho de mi cama.

La verdad, dudaba mucho de que esa última opción fuera real. A Annie se la veía como una persona demasiado seria para hacer ese tipo de cosas que son típicas de adolescentes inmaduros. Además, la forma en la me miraba y como había dicho su propuesta la noche anterior, sonaba demasiado decidida como para ser una simple broma.

Otra vez volví a girarme al lado izquierdo de mi cama, pero esta vez para sentarme en borde y agarrar mi celular que estaba sobre la mesita de noche. Prendí mi celular y me metí a Google, buscando el nombre de Annie Jones Smith.

“Si es la hija del alcalde de Filadelfia supongo que sí he de poder encontrarla en Google, ¿no?” Pensé.

Efectivamente, Annie aparecía en Google, pero no solamente como la hija del alcalde de Filadelfia, sino también como una modelo famosa, que había aparecido en muchas revistas y carteles, y participado en campañas para promocionar productos de belleza.

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El novio de la Reina Pop Where stories live. Discover now