Se habían puesto de acuerdo para elegir una comedia romántica en la noche de cine del miércoles, hacían dupla en los pulsos y habían salido juntas a comprar una pizza la tarde del jueves; no hablaron demasiado en el camino, pero al menos lo estaban intentando. Lena incluso se había animado a jugar en su tonta máquina de baile cuando ella la retó juguetonamente y no maldijo cuando sus dos pies izquierdos la dejaron en ridículo frente al notable talento de Sara para el baile, sino que rió y elogió a su melliza. Estaban... Bien. Bastante bien para lo que había sido su relación los últimos años.

Su padre incluso había estado saliendo más temprano del trabajo para estar con ellos gran parte de la velada y es que después de jugar algún juego de mesa o de disputar unos duelos de consola, terminaban cenando mientras veían alguna película de antaño. A veces Lena los convencía de dibujar o pintar en conjunto tirados todos en el jardín.

Incluso si Aris y Lena extrañaban a Wade —puesto que estaban acostumbrados a su presencia casi todos los días—, se negaban a reventar la burbuja de felicidad en la que flotaba su familia. Wade y los demás amigos de sus hermanos les habían dado tregua y los estaban dejando vivir confinados en su mansión, siendo felices entre ellos.

Lena debió darse cuenta de que la dicha no iba a durar para siempre, cuando aquella misma mañana de viernes, su padre no estaba con su madre sirviendo su desayuno de sabores exóticos, pues este se había marchado al amanecer debido a un problema con el paisaje de un proyecto que tenían que entregar para el fin de semana. Sin embargo, aunque todos echaron en falta la ausencia de Cezarh, todavía sobraron risas y temas de conversación en la mesa.

Esa tarde, Sara tocó la puerta de la habitación de Lena y ésta dejó de acomodar sus calcetines recién lavados por color, para atenderla. Sara le dijo que la tía Lauren había llamado para avisar que los uniformes podían llegar en cualquier momento de esa misma tarde, y aunque Lena hubiese querido hablar más con ella, sobre cualquier cosa, la voz de Aris llamándolas desde la planta inferior terminó cortando el rollo. Los malditos uniformes habían llegado.

Lena sabía cómo funcionaba aquello, en realidad. Pero ver las tres cajas apiladas una arriba de otra, que Dean, el guardia de seguridad, dejaba en la puerta, la dejó boquiabierta. La de arriba tenía su nombre, así que la tomó tras agradecerle al dhampir y que este saliera despachado hacia la cabina de seguridad a continuar con sus labores. Aris tomó en sus brazos la suya y la de Sara y siguió a su hermana rubia hasta el salón principal de la mansión. Dejó las cajas a un lado de la mesita de centro y se apresuró a abrir la suya mientras sus hermanas hacían lo propio. De algún lado de la casa apareció su madre con Ela y los ayudaron a revisar el pedido.

Un modelito distinto de cada uno de los uniformes de Zilhardt para cada Gray. Lena revisó las prendas y estaban completas. En Zilhardt era tanto el derroche, que la escuela tenía una política algo curiosa sobre los uniformes. Es decir, la camisa y las medias blancas, los zapatos negros, la falda de cuadros rojos y la corbata del mismo material no variaban; eran lo básico del uniforme. Pero los estudiantes podían hacerse con un juego de chaquetas, blazers, sudaderas y capas negras para vestir cada día de la semana.

Y por supuesto que su tía había comprado todas —con la tarjeta de su padre, claro está—, también compró varias veces la misma falda, corbata, camisa, calcetines y zapatos porque la lavandería mágica en Zilhardt solo funcionaba los fines de semana y Lauren no iba a permitir que sus sobrinos vistieran el mismo conjunto toda la semana a cada hora del día.

Mientras con ayuda de Ela, subía sus prendas a su habitación y las dejaba en su cama, Lena repasó en su cabeza la política de vestimenta. Blazer para el lunes, chaqueta americana para el martes, saco de corte alto para el miércoles, sudadera —o cárdigan, si lo preferían— para el jueves y casaca de cuero para el viernes.

La Niña de las Pesadillas.Where stories live. Discover now