Rosas y Chocolates [ Cap 4 ]

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|| Narra Estados Unidos

Finalmente habia terminado mi primer dia de clase en aquella institución.

Tantas cosas habian sucedido que llegar a mi hogar era lo que mas anhelaba en ese momento, pero parece que la vida deseaba darme mas obstaculos de los que esperaba...

— Vaya, pretendes ignorar a tu hermano? - Escuche decir de una voz totalmente familiar.

Decidí no voltear y pretender no haberlo oído. Hasta que senti como me tomaba del brazo para llevarme a aquel auto de lujo. Cualquiera que no supiera el contexto pensaría que aquello era un secuestro, y de echo, no se diferenciaba mucho de tal concepto erróneo.

— Tenemos que hablar. -

Hablar? No, lo que menos quería en ese momento era "hablar". Estar junto aquel pelirrojo me hizo tener agrios recuerdos...

— Supongo que ya te enteraste entonces... - Mencione, con una expresión de indiferencia.

Me encontraba en el asiento del copiloto, observando de reojo como mi hermano arrancaba el auto.

— Si, mis agentes me dijeron que intentas ser el próximo heredero de la empresa, acaso haz perdido la cabeza? - Bufó el, como si mi objetivo fuese imposible de conseguir.

— Que sucede? Acaso estas nervioso de perder tu herencia, hermanito...? - Sonreí leve, sabia que mis palabras le afectarían.

De repente, el auto freno de manera inesperada y brusca. Eso me hizo entender que realmente aquel alfa estaba furioso ante mis palabras...

— Ah...Es muy tierno que digas eso. Mi padre no tomo en serio tus palabras, sabes? - El pelirrojo me extendió una pequeña carta.

Al abrirla, note que era una fiesta de ascenso que se había en una semana, en la cual...se celebrará el hecho de que aquel canadiense sea el nuevo dueño de la empresa.

Frunciendo el ceño, al parecer mi padre realmente no me había tomado en serio, pero no estaba sorprendido. Después de todo...así son los alfas en este mundo, injustos y desconfiables.

— Gracias por la invitación, asistiré con mucho gusto. - Sonreí, sin darle mucha importancia a la situación.

— Hasta que por fin conoces tu lugar, USA - Senti una de sus manos acariciar mi pelo suavemente — Dejame llevarte a casa - Recibí una sonrisa suave de su parte.

Por primera vez veia a mi hermano actuar como un verdadero hermano.

Aparte su mano bruscamente de mi cabello, mirándolo con seriedad.

— Entonces nos vemos allí. - Salí del auto, asqueado por el echo de que aquel idiota actuase amable de la nada.

Comencé a caminar unas cuadras, sin embargo, el seguía estando detrás de mi con su auto, intentando convencerme de llevarme a casa.

Al menos era así hasta que cierto albino hizo acto de presencia...

— Lo siento, pero el vendrá conmigo. -

Un ruso alto de semblante serio me tomo de la mano, mirando a aquel canadiense con cierta agresividad.

— Ah...USA, no sabia que tenias un alfa detrás de ti... - Menciono el pelirrojo con una leve sonrisa. — Bien, entonces me ire. Y tu, asegúrate de que llegue seguro a casa - Le dijo al eslavo, advirtiéndole que deje a salvo a su hermano en casa.

Finalmente aquel oji verde se fue en su auto. Dejandonos solos y extrañamente tomados de la mano.

— Acaso estabas siguiendome? - Pregunte con seriedad.

Retire mi mano bruscamente de su agarre, mirándolo con seriedad.

— En realidad quería ver que estés bien. Parecía que ese idiota te estaba acosando, estas bien? - Habia cierta preocupación en el albino.

Yo tan solo comencé a caminar, sintiendo como el iba detrás de mi.

— Si, estoy perfectamente bien. Tu ayuda no hacia falta, puedes irte. -

— Espera...dejame llevarte a casa. Mas alfas como el pueden seguirte y...además, quien era el? Parece que lo conoces -

Sonreí suavemente, al ver que el tenia tanto interés en mi. No sabia que mi cambio haría efecto tan rápido.

Tan solo oculte mi sonrisa tapando levemente mi boca y desvíe la mirada.

— No te incumbe. Solo vete. - Fui firme y mantuve mi postura, queria torturarlo un poco.

— Eres un omega indefenso, no podría dejarte solo, así que no tienes mas opción que dejar que te acompañe. -

"Omega indefenso" esas palabras casi me hicieron reír. Era un concepto tan ridículo y ambiguo. Decidí quedarme callado y no responder nada al respecto.

Estuvimos callados todo el regreso a casa, hasta que llegue, y senti como me detenía antes de entrar a mi hogar.

— Por lo menos dame tu número...llámame cuando idiotas como ese te sigan molestando, si? - El extendio su telefono hacia a mi.

Decidí aceptar su propuesta, seria divertido jugar un poco con el. Anote mi número sin dejar de lado mi expresión de seriedad.

— No me llames ni molestes mandando mensajes. Suelo estar ocupado. - Fue lo único que mencione, para luego adentrarme a mi hogar.

Incluso el regreso a casa fue un poco estresante, pero por lo menos ahora era consciente de que fui capaz de atrapar a mi "pez" con mi red, o sea, a Rusia.

Ahora tendria que pensar en algo esencial para poder arruinar la fiesta de ascenso de mi hermano. No obstante, no lograba que se me ocurriese algo.

|| Narrador

Era una noche algo helada. Nuestro estadounidense, se encontraba en el escritorio de su habitacion, pensando en cual seria el siguiente paso de su plan. Al menos, hasta que el timbre del hogar fue tocado.

El rubio bajo las escaleras y abrio la puerta, notando un hombre vestido de manera formal en la entrada.

— Buenas noches. Esto es de parte de nuestro joven maestro. Por favor aceptelo - Menciono aquel hombre, el cual le entrego un ramo de rosas y una caja de chocolates al omega.

— Hu...? - El oji azul estaba confundido, tomando el ramo y los chocolates.

— Me retiro. Nuestro joven maestro dice que espera que disfrute el regalo. Nos vemos - Aquel extraño hombre dio una reverencia y finalmente se fue en un auto de sumo lujo.

El menor, confundido de quien le habia enviado aquel regalo, tan solo decidio leer la nota que habia en el hermoso ramo de rosas, la cual decia lo siguiente;

"Lamento no poder enviarte esto presencialmente. No te preocupes, pronto nos veremos"

"De China para el omega mas precioso"

El oji azul quedo sorprendido ante la nota. Al parecer, conocería a tal asiatico incluso si aun no habia perdido la apuesta con su padre.

Si quiera su padre habia tomado en serio aquella apuesta? No lo creia pero empezaria a hacer que se lo tomase en serio de alguna forma.

— Ah...Tiene un sutil aroma a feromonas, supongo que son de el - El rubio sonrio leve y con descaro tan solo voto las flores a la basura y comio tan solo un chocolate, para votar el resto tambien.

No era tiempo de distracciones. Los alfas como aquel asiático solo eran una piedra en el camino.

Pero aquella piedra pronto comenzaria a ser mas que eso...

Venganza [ CH - Omegaverse ]Where stories live. Discover now