Los días han sido largos y duros para Harry y cuando intenta complacer a su novio, tratando, de pedirle comida Louis opta por mantenerse callado para probar la paciencia de Harry. Hasta que logra que pronuncie un:
"Maldita sea. Corre. Corre y escón...
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Exhaló "¿Quieres sushi?" Su voz denotaba la irritación y cansancio que su cuerpo experimentaba, "Quiero sushi, ¿tú qué quieres?", aún con la vista en su móvil dirigiéndose al bonito chico con piernas flexionadas al otro lado de la mesa.
El sonido del tic tac de las manecillas del antiguo reloj en el corredor fue el único que se escuchó tras su pregunta.
"Escucha, sé que tenemos comida en el refrigerador. Me lo recuerdas todos los días" prosiguió al no tener respuesta de su chico. "Y de hecho me lo recuerdo a mi mismo, todos los días, en cada momento que abro el refrigerador y veo las mismas sobras una y otra vez" dijo en una airada voz mientras veía los ojos azules del muchacho frente quien obstinadamente se mantenía callado frente al gran hombre, que con una mirada furibunda lo observaba frente a él.
"Algunas veces quiero algo más, ¿está bien? Incluso, incluso si como algo diferente todos los días" Izo el dedo índice de su mano izquierda "Ahora, ¿qué se te antoja? ¿comida china, mexicana, tal vez una hamburguesa, patatas? solo di la palabra y lo pediré para tí, precioso".
Silencio, de nuevo.
"Perfecto, no dirás nada. Está bien". dijo Harry en un suspiro. "Más para mí" mencionó en tono bajo.
El sonido de ese reloj le martillaba la cabeza creando un perfecto combo con el silencio de su caprichoso novio.
"Se que probablemente esperas a que te diga algo, lou. P-pero, puedo sentir la tensión en el aire. Sé que esto se convertirá en algo más grande, solo tengo poco tiempo y créeme no es suficiente para aguantar malas actitudes". Espetó.
La preferencia de Louis al quedarse callado no solo era para provocar la paciencia de su hombre, sino estaba siendo un espectáculo que sumamente lo entretenía, ver sus facciones cambiar radicalmente ante su silencio. Mientras pasaba delicadamente su palmas por su muslo que -a modo de caricia- el vestido beige que llevaba puesto reveló. Le fascinaba el control que Harry tenia sobre si mismo, muy pocas veces había visto al hombre perder dicho control, y aquellas veces dejándose llevar por las emociones negativas el bonito chico de ojos azules lo había disfrutado demasiado -y vaya que si lo había hecho-. Desde entonces desafiar a Harry, y ponerlo en su límite era un verdadero espectáculo para Louis.
"Bebé, por favor". Ambos escucharon el pesado suspiro que Harry dejó salir dejando en claro su cansancio ante la actitud de su novio."Lo siento ha sido un día de mierda, estoy cansado, hambriento y realmente no deseaba traer trabajo a casa. Aparentemente estoy desperdiciando el tiempo que me estoy dando como descanso antes de tener que volver a trabajar porque a veces no sé que es lo que las personas quieren de mí. Estoy enfureciendo tanto y tan rápido". Casi gruñendo con ese tono de voz bajo enojado. "Asi que cuando necesito de una distracción, cuando no necesito de ningún berrinche, de ninguna actitud, por favor, no me des ninguna". Enfatizó.
