La sangre de un dios. | LuoXie | - 24

Loto blanco se marchita.

▪️ 🔴Capítulo Violento 🔴▪️

▪️ 🕊️Suicidio🕊️   ▪️ 

-

Luo Binghe había acorralado a sus víctimas a orillas del desierto del este. Como ni uno salía, creyó que se habían suicidado. Estuvo a punto de destruir cada roca del desierto, estuvo, pues una figura blanca emergió de la roca. Sonrió triunfante y soltó la empuñadura de Xin Mo. Xie Lian bajó torpemente de la pared rocosa y cayó de cara a la arena. Se estaba poniendo en pie cuando su figura quedó completamente cubierta por la sombra de Luo Binghe, Luo vio al indefenso muchacho con rastros de arena en las mejillas, sus lágrimas hicieron que la arena se le quedara pegada a la piel. Luo Binghe puso un gesto severo y ordenó:

— Levántate.

Xie Lian obedeció, su cuerpo temblaba y nuevas lágrimas limpiaron los mofletes arenosos. Qué lamentable lucía.

— Si eres un dios, ¿por qué no te defiendes? — preguntó con voz tersa.

— ...

— Si eres un dios, ¿por qué no me derrotas y te libras de tu muerte?

— ...

— ¿Le temes a Xin Mo?

— ... ¡¿?!

Luo Binghe le acarició una mejilla, Xie Lian se tensó, sus músculos estaban tan rígidos que podrían romperse. Sus ojos se marcaron con finas venas rojas. Luo Binghe rio suavemente y vio los ojos ante él hacerse más grandes y redondos cuando le acercó a Xin Mo. La verdad no quería matar a Xie Lian, tuvo suerte de encontrarlo y quién sabe dónde podría hallar otro dios. Su mente recreó el momento en el que Ling Wen se cortó la mano para abrir la bóveda de armas y cómo dichas armas no paraban de temblar, ansiosas de matar.

"Xin Mo en específico necesita la vida de un dios".

— Mentirosa— pensó.

Talvez no era matar lo que querían esas armas, en parte. Al matar, había algo que se obtenía, y eso era sangre. Debía estar seguro de que su teoría era correcta. Pinchó la mejilla de Xie Lian con su uña y...Xin Mo tembló levemente. Luo Binghe sudó helado, su respiración se entrecortó.

— No tengas miedo, no voy a matarte— le susurró con cariño a un lado de su oído, Xie Lian se confundió—. Lo que necesito...es tu sangre.

El brazo de Xie Lian fue extendido con violencia, apenas pudo aturrar los ojos cuando el filo de Xin Mo cortó su piel en vertical. Xin Mo destelló en rojo y la fuerza que liberó arrojó a Xie Lian a la arena, Luo Binghe resistió la onda expansiva ya que era un demonio, de lo contrario tendría el brazo roto. Miró a una lejana nube en el cielo y blandió a Xin Mo, la energía expelida desintegró a aquella nube a kilómetros de distancia. Luo Binghe se pasmó y al segundo siguiente rio de satisfacción.

Xie Lian se sostenía la herida, dolía un montón, jamás había sido herido por una espada, no se lo deseaba a nadie. Lo que no sabía era que, por ser un dios, sentía el doble de dolor. Lanzado el ataque, Xin Mo quedó impoluta. Luo Binghe apretó el brazo de Xie Lian, extrayendo las últimas gotas de sangre. Xie Lian era un dios, su poder espiritual sanó su herida en poco tiempo. Luo Binghe limpió su mano en la hoja de Xin Mo y lanzó otro ataque, esta vez a las dunas del desierto. Olas de arena de seis metros se elevaron por los aires, disipándose como torbellinos de arena. Los ojos de Luo Binghe brillaron y pintó una sonrisa malévola.

— Soy invencible.

Xie Lian ya estaba huyendo, no le duró mucho, Luo Binghe lo atrapó y lo tumbó de un puñetazo. Ató sus manos con los vendajes que usó para envolver a Xin Mo, después lo ató a su mano izquierda.