La sangre de un dios. | LuoXie | - 24

Celos.

¡!

¡Despertó de golpe! ¡¿Qué horas eran?, ¿cuánto había dormido?!

Buscó una ventana y los ojos le dolieron por recibir de lleno la luz del sol. Se quedó dormido en el cuarto de entrenamiento y nadie llegó a despertarlo, ni siquiera Luo Binghe. Regresó al cuarto de entreno y se sentó en cualquier parte, pensando en lo sucedido. En ese momento entró un sirviente con el desayuno, esto sólo empeoró su conflicto. Si su paradero era conocido, significaba que lo buscaron, lo encontraron dormido y aun así lo dejaron durmiendo en el piso.

"Aprenderás a manejar la espada y practicarás la meditación...Todo el día, todos los días a partir de ahora".

Xie Lian suspiró con tristeza.

— Supongo que hablaba en serio.

Desayunó con determinación y empezó a practicar más estocadas al aire. Los brazos le dolían por el sobre esfuerzo del día anterior.

"Espero mucho de ti".

Se sorprendió y su corazón latió más fuerte.

— El sultán es el gobernante del reino Tian Gong, tiene un conflicto bélico en sus manos, no puedo molestarlo con dilemas sentimentales. He sido muy egoísta.

Tomó su entrenamiento con mayor determinación.

Aquella noche Luo Binghe se hizo presente durante su entreno, Xie Lian se desconcentró por completo. Se alegró mucho de verlo ahí y le sonrió como un sol. Luo Binghe apenas y sonrió, eso sí, su sonrisa era sincera.

— ¿Cómo has estado?

— Un poco cansado, pero no es para tanto.

— ¿Qué te parece si me muestras tu progreso?

Xie Lian se preocupó.

— ...Pienso que es muy pronto para hablar de progreso.

— Está bien, sólo muéstrame lo que puedes hacer.

La calma de Luo Binghe llenó de confianza al más joven, tomó su posición de entreno, la pierna derecha por delante y la izquierda hacia atrás, sostuvo la empuñadura con ambas manos y lanzó varios ataques consecutivos. A los treinta segundos se cansó y se detuvo, Luo Binghe calculó una estocada por segundo, según su criterio deberían ser dos por segundo. Su sonrisa se desvaneció y preguntó:

— ¿Qué hay de la meditación?, ¿cuánto tiempo es tu récord?

— Lo lamento, no sé cómo calcularlo...Pero me he sentido demasiado relajado después de meditar.

Luo Binghe frunció el ceño y sacó un papel de algún encaje de su vestimenta y se entregó a Xie Lian.

— Sostenlo mientras meditas, ahora.

Xie Lian tomó el papel, parecido a un sello de hechizos, cerró los ojos y trató de relajarse, tarea complicada, la presencia de Luo Binghe descontrolaba su corazón, por ello tardó en sosegar su propia mente.

— Suficiente.

Xie Lian abrió los ojos y exhaló con desgano. Esto no le gustó para nada a Luo Binghe, si de verdad estaba meditando, su voz no debió hacerlo perder su control. Estaba para nada satisfecho. Tomó el papel de la mano de Xie Lian y él se sobresaltó por el roce de sus dedos. Luo Binghe le mostró el papel y Xie Lian abrió los ojos bien redondos. El papel estaba teñido de negro en una tercera parte.

— Mi esencia aún está presente en tu cuerpo— explicó el joven de mirada sangrienta.

— ¿Esencia...? ¿Y por qué se ve en negro?