¿Por qué ya no me gustan los Personajes/Protagonistas tan OP?

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Hola a todos, después de una larga ausencia de la escritura hoy les traigo una reflexión sobre un tema que creo que más de alguno habrá visto, notado o sido partícipe, incluyendo a este humilde escritor aficionado y ese tema se resume en "El Poder" de ciertos personajes o protagonistas y la razón por la cual me está dejando de gustar o llamar la atención la idea de tener personajes tan ridículamente poderosos o en su defecto inflarles el poder ya existente a veces sin una justificación convincente de fondo.

Bueno, como bien sabrán en la mayoría de los medios de ficción en donde predomina la acción, la magia, fantasía o incluso la aventura, es común contar con una amplia gama de personajes con diversas características, personalidades, habilidades y evidentemente, poderes, lo cuales son variados en su tipo, funcionamiento y también en la magnitud de los mismos, y cómo no, si los poderes muchas veces suelen ser el elemento en torno al cual gira una historia o también son la base que permiten la continuidad y desarrollo de la misma, por ejemplo ¿Qué sería de Star Wars sin la fuerza o Harry Potter sin la magia o Dragon Ball sin el ki? Son elementos necesarios para comenzar a construir una trama y sus portadores lo son para que dicha trama pueda moverse tanto para contar con uno o más protagonistas y uno o más antagonistas o villanos entre otras cosas.

Pero hay una dinámica que últimamente ha estado comenzando a aburrirme un poco y ese es la constante tendencia de ir inflando los poderes de los personajes conforme progresa la trama hasta volverse totalmente exagerados haciendo a sus personajes virtualmente invencibles, como si fuera una competencia por quien crea al personaje o al poder más roto o algo así, siendo el anime (shonen principalmente), los cómics y algunos universos cinematográficos los medios en los cuales más se manifestado este fenómeno, cada vez hay hazañas más exageradas, poderes más rotos, monstruos más grandes, habilidades más rebuscadas, justificaciones más elaboradas, reescrituras y reinicios constantes de las historias de origen de los personajes y batallas cada vez más vistosas desde el punto de vista de la escala, la destrucción, las luces parpadeantes y habilidades mostradas y si bien todo aquello es sorprendente para un lector o espectador altamente impresionable llega un punto en que uno se pregunta ¿Cuál es el sentido de toda esta parafernalia? ¿Para que crear personajes tan rotísimos si al final se arriesga a dejar de lado la historia y convertir al personaje y la trama en algo plano y mediocre? Y es que si bien uno entiende que estas series, sagas o medios suelen tener una continuidad y que es necesario mostrarle al espectador un progreso y crecimiento de los personajes, pareciera ser que el crecimiento es solo en términos de poder bruto, más no mucho en la personalidad o en las relaciones y dilemas que puedan aquejar al personaje. 

Por otro lado ¿Qué sentido tiene inflar tanto el poder de los personajes? Esto va principalmente a los protagonistas de las historias, poco a poco las capacidades de los personajes se incrementan, cada vez son menos las situaciones de vulnerabilidad o dificultades que afrontan, al punto de hacer que las tramas se tornen predecibles, carentes del elemento sorpresa o del elemento que invite al público al cuestionamiento o reflexión y si se pretende introducir a un antagonista que nivele un poco las cosas, el protagonista está tan inflado que la sola idea de introducir un antagonista que lo ponga en aprietos es cuanto menos forzada y la premisa o justificación del antagonista se torna poco creíble y preguntas del tipo ¿Y si es tan poderoso por qué no atacó antes? ¿Qué estaba haciendo ese tipo cuando el protagonista era más débil? ¿Por qué su presencia pareciera no haber afectado a los objetivos de los antagonistas anteriores? comienzan a inundar los sectores más críticos de los respectivos fandoms, junto con implicar reestructuraciones o reescrituras a lo ya establecido en un inicio generando contradicciones y agujeros en las tramas que después se tornan imposibles de rellenar sin echar a perder más las cosas.

Si gustan puedo tomarme la licencia de dar algunos ejemplos que serían los típicos:

1. Godzilla: El buen Godzilla es sin duda un personaje que ha calado profundo en la cultura popular desde mediados de los 50's del siglo pasado, este Kaiju comenzó siendo una criatura de gran tamaño con una fuerza y resistencia inconmensurables nacido de la radiación de las Bombas Atómicas capaz de sembrar una gran destrucción a su paso, pero a medida que pasaron los años el personaje comenzó a crecer tanto en tamaño como en poder, recibiendo constantes upgrades en su arsenal de habilidades conforme progresaban las adaptaciones en diversos medios al punto de pasar de ser un Kaiju de no más de 50 metros originado en la radiación de las bombas nucleares a ser una verdadera montaña viviente, imparable, indestructible, con un poder inimaginable incluso en proporción a su tamaño que ha existido desde siempre siendo literalmente la encarnación de la madre naturaleza que mantiene el equilibrio en el mundo y que prácticamente no puede morir ni ser vencido ya no solo por sus masivas características, sino también por requerimiento de la trama ya que al ser la entidad encargada de mantener el equilibrio del mundo, si desaparece, desaparece el equilibrio y eventualmente el mundo junto con él y agárrate de la silla que he leído que existen medios donde Godzilla literalmente puede destruir el planeta o que incluso tiene alcance estelar o galáctico. (Algún experto de Godzilla que me ayude a confirmarlo :3)

Blog de Black LocoWhere stories live. Discover now