𝘚𝘛𝘐𝘓𝘓 𝘈𝘓𝘐𝘝𝘌 [TARA CARPENTER] (2)

🔪 17 🔪¿Y ahora qué?

—Sé que no he sido del todo sincero contigo —Mencioné acariciando su mejilla—, pero nunca te he mentido sobre lo que siento por ti.

—Theo... —Tara intentó hablar con voz entrecortada.

—Haría lo que fuera para mantenerte a salvo. Tú eres lo más importante para mí y no pienso perderte de nuevo —Interrumpí a Tara, mirando fijamente sus ojos cafés.

Tara tomó mi rostro entre sus manos y plantó un beso suave en mis labios. Correspondí a su beso de forma lenta, permitiendo que ella llevara el control de la situación. Al separarnos, volvimos a nuestra posición inicial. Ahora me sentía relajado y tranquilo, aunque el sentimiento de inquietud permanecía.

—No quiero volver a enfrentarme a él —Tara murmuró con su mano entrelazada a la mía.

—No dejaré que nada malo te suceda esta vez —Dije depositando un beso en su cabeza. La morena se acurruca aún más contra mi cuerpo.

Danny entra apresuradamente al lobby del edificio.

—Llegué lo más rápido que pude —Danny dice con la respiración acelerada.

—¿En serio? —Tara mira con odio a Danny.

Sam y yo solo nos limitamos a mirar al hombre frente a nosotras.

—Estoy muy asustada —Dice Mindy. —No quiero que me vuelvan a hacer daño.

—Tampoco yo —Dice Chad con lágrimas en sus ojos.

—Tampoco quiero que te lastimen —Mindy mira a su gemelo.

—Ya sé —Chad se recuesta en el hombro de su hermana.

Tara se separa de mí para recostarse en el hombro libre de Mindy, los tres jóvenes se acurrucan buscando reconfortarse.

—¿Y qué hacemos ahora? —Chad pregunta.

Mi mirada vaga por la habitación, encontrándose levemente con Danny, quien suspira y mira al suelo.

—Tal vez debamos dejarlo ganar esta vez —Dije, y todos voltearon a mirarme confundidos, excepto Sam.

—Lo que quiere es castigarnos —Sam se levanta de su asiento con ojos llorosos —A mí y a Theo. Así que tal vez se lo permitamos.

Me levanto de mi asiento y me paro junto a Sam, apoyando mi mano en su hombro.

—Vamos a dejar que nos atrape —Sam me mira y yo asiento. Su voz es triste y culpable.

—Si eso es lo que tenemos que hacer para que ustedes se salven, valdrá la pena —Digo con la respiración agitada.

—¡No! No vamos a hacer eso —Dice Tara con sus ojos fijos en mí, para levantarse de su silla.

Mi mirada se aparta de la de Tara, evitando mis sentimientos de culpa e ira.

—Regresaron a Woodsboro para protegerme. No pasan ni un solo día sin tomar la decisión de protegernos —Tara señala a los gemelos —Ninguno de nosotros estaría vivo si no fuera por ustedes.

Yo me río entre dientes de manera irónica.

—Ahora déjennos protegerlas esta vez —Tara dice firmemente.

Sam niega repetidamente con la cabeza.

—Sí, somos un equipo, no lo olviden —Tara nos recuerda.

—De hecho, somos familia —Mindy se acerca.

—Exacto, los cincovivientes. ¡Venga! —Chad se levanta rápidamente y pone su mano en el centro.

—Los cincovivientes —Mindy se une a su gemelo.

—No dejará de perseguirnos... —Sam dice.

—Y no hay un lugar seguro donde escondernos —Ethan dice, y yo no puedo evitar poner mis ojos en blanco.

—No, siempre nos encuentra —Le respondo de mala gana. Y él solo suspira.

—Podríamos aprovechar eso —Tara piensa, luego nos mira a Sam y a mí.

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Martes, 31 octubre 2023

—¿Creen que sea un buen plan? —Ethan pregunta mientras bajábamos al metro.

—No tienes que venir si no quieres —Respondo de mala gana caminando delante del grupo.

—Si, mejor nos separamos y dejamos que el asesino nos mate uno por uno. Gracias.

—Solo hay que llegar al cine —Sam dice y me da una mirada de advertencia —Vengan por aquí.

—Si el cine nos va a dar menos miedo con el altar de los asesinos —Chad dice con sarcasmo.

El metro estaba atestado de personas, pego mi cuerpo lo más que puedo al de Tara para mantenerla cerca de mí. Al entrar al metro noto que Mindy se ha quedado atrás junto a Ethan.

En el vagón, me aparto del lado de los demás, observando a mi alrededor, mientras ideaba que hacer ahora. Las luces parpadean y por inercia mi mano se posa sobre mi pistola.

—Oigan ya vieron —Chad menciona y al girarnos vemos a muchas personas disfrazadas de Ghostface.

—¿Son muchas estaciones? —Tara pregunta.

—Son 10 —Digo sin apartar la mirada de la multitud.

Las luces parpadean y siento como mi cuerpo se alarma ante la impaciencia por llegar a mi destino.