Alabado sea el cordero, portador del gran poder. Prometido liberador de aquel que espera
Tu destino está marcado cordero, pero ¿De que forma quieres llegar a la culminación? ¿Habrá una? ¿Serás un simple recipiente o te impondras ante lo que se av-
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Un pequeño cordero se encontraba atado con cadenas, en frente suya había un largo pasillo que llevaba a una sala con un pentagrama. Aquel cordero ya sabía lo que venía, ser sacrificado por los obispos era algo inevitable, después de todo era el único que quedaba de su especie, sentía algo de miedo pero ya había asimilando la situación. Estaba jodido, lo sabía, así que sin mas camino adelante llegando a la habitación donde lo esperaban los tan temidos obispos, el cordero simplemente se arrodilló en aquel pentagrama esperando su inevitable final.
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-Ante nosotros se encuentra el último de su especie, todos los demás han sido capturados y decapitados- Hablo la rana roja que portaba la corona amarilla.
-Con este sacrificio final, será impos- El calamar celeste que portaba la corona azul había sido interrumpido por un fuerte y claro "EJEM" proveniente del pequeño corderito que se encontraba ante ellos.
-Che ¿No nos podemos saltar toda esta parte en la que hacen su discurso? - Dijo el cordero con una cara un tanto aburrida, cagando completamente un momento muy importante en el destino de la antigua fé.
-¡Cordero insolente! ¿Cómo hozas en hablarle de esa forma a los obispos, dioses de la antigua fé?- Exclamó el gusano con apariencia de arbustos portador de la corona verde con algo de molestia.
-¿Hozas? ¿Que sos? ¿Gallego? Aparte que importa si de matarme me van a matar igual - Hablo el cordero con indiferencia y la argentinidad al palo, apesar que muy en su interior rogaba porque alguien lo ayude.
-Jm, el cordero tiene un buen punto - Dijo la araña que portaba la corona morada, recibiendo como respuesta un "¡Shamura!" por parte de los demás obispos - por eso mismo no tendríamos que perder más tiempo-.
Los obispos asintieron, dando paso a que el verdugo se fuera acercando con su afilada hacha en dirrección al cordero, el cual simplemente agachó la cabeza aceptado su destino, no sin dejar salir un "Todos ustedes se la re comen" de su boca antes de sentir el filo del hacha en su cuello. . . . De un momento a otro, nuestro querido protagonista se encontraba en un lugar completamente blanco donde podía escuchar el fuerte sonido de cadenas y de lamentos ¿Era ese el mundo de los muertos? Desorientado empieza a mirar a todos lados hasta que logra distinguir de dónde proviene el sonido de las cadenas. El cordero se levantó y camino con cautela hasta llegar en frente de Aquel Que Espera y sus discípulos. Aquel poderoso ser que se encontraba atado con cadenas al ver al cordero dejo salir una sonrisa y hablo con firmeza.
-Acercate, no tengas miedo, pues estás muerto y te necesito. Esos estúpidos obispos creyeron que podían mantenerte lejos de mi en la muerte, pero en su lugar te enviaron directo a mi. Te propongo un trato, te daré la vida denuevo pero por un precio. Todo lo que tienes que hacer es crear un culto en mi nombre ¿Tenemos un trato? -
El cordero dio un gran vistazo a dios que tenía en frente, por alguna razón, le parecía que estaba bueno, pero bue, no podemos juzgarlo seguramente el que está leyendo esto simpea a un personaje igual o peor. Así que simplemente soltó una ligera risa y hablo de forma tranquila.
- Bueno, la verdad no parece que tenga muchas opciones acá, pero si esa carita hermosa que tenés es parte del trato de una aceptó - Luego de esto el cordero le dio una mirada coqueta a la divinidad que tenía en frente, dejando a los presentes con una cara de confusión.
-... Supongo que eso es un si - Aquel que espera soltó una sonrisa para seguido atorarle la corona roja al cordero de esta forma volviéndolo a la vida y dándole poder para enviarlo al campo de batalla.
-¿Esta seguro de esto maestro? - Pregunto el discípulo de prendas blancos con detalles rojos.
- Tengo buenas expectativas sobre aquel cordero, habrá que esperar para ver si son correctas, pero no te preocupes Baal, no podría hacernos frente - Dijo la divinidad con seguridad, dispuesto a simplemente esperar y ver los avances de su nuevo recipiente.
-... Ese cordero estaba coqueteandole maestro - Dijo el discípulo de prendas negras con detalles rojos y ojo rasgado con algo de confusion por las acciones del primer mencionado.
-... Irrelevante... - Respondió la divinidad con tranquilidad, aunque en el fondo estaba avergonzado por eso.
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Mientras tanto en el reino de la antigua fé había un cordero recién resucitado el cual estaba listo para enfrentarse al que se atravesará en su camino.
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Bueno, bueno, bueno. ¡Por fin escribo algo en esta cuenta! Desde hace mucho no escribo, así que si ven algún error háganmelo saber. Espero que disfruten está historia toda pendeja y nos vemos en el próximo capítulo~ Cambio y fuera 796 palabras
