LLUVIA EN SATURNO

#017: de una situación a otra 人 seraphic

—Me parece justo —Chan me siguió el juego—. Tengo que regresar a trabajar. Descansa mucho, Dakota.

Me pregunto si Felix estará bien. Y Jeongin.

¿Cómo reaccionarán con esto? Me dolía el corazón con tan solo imaginar que estaremos separados por tanto tiempo. Ojalá, con la influencia de Chan, puedan darme algo leve.

Observé la ventana, en su marco había unos potes con unas flores nativas de este planeta alienígena...Me recordaron a Saturno.

Supongo que no estaría mal regresar allá.

Y así, pasé los días en contemplación sobre mi vida. Estaba preocupada por Felix y Jeongin, más que por mí misma. Yo sabía que mi estado era excelente, pese a que un alíen de quién sabe cuántos kilómetros me tuvo en su garganta por unos minutos.

Cuando aprobaron dejarme ir del centro de salud, Chan nos invitó a cenar para celebrar. Qué recuerdos.

Terminé de ponerme mi ropa usual, cuando alguien entró.

Y así, como veces anteriores a nuestro reencuentro, Felix se lanzó a mis brazos.

Abrazarlo era como ser engullido por un aroma a manzanilla y una calidez que arropa tu ser, suave y reconfortante.

Me gustaría conocer si él sentía algo similar conmigo cuando me abrazaba.

—No tienes que pedir disculpas —lo interrumpí, en cuanto presentí que iba a hacerlo. Nos conocemos ya desde hace años, me acostumbré a las pequeñas señales inconscientes que hacía cuando se sentía culpable.

Lo noté en sus ojos, lo noté también cuando abrió su boca, mas no pronunció ni una palabra.

—Sé que me pediste que no lo haga, pero lo haré igual. Dakota, ¿llegará algún día en el que dejaré de ser tan insoportable y testarudo?

Se me llenaron los ojos de lágrimas, otra vez.

—La culpa la tenemos los dos —volví a esconder mi rostro en su cuello.

Felix exhaló y masajeó mi hombro.

—Vamos, tenemos que ir por Jeongin.

—Sí. Esto, hay algo importante que debo comentarles.

—Sea lo que sea, me niego a apartarme de ti.

Apreté su mano.

Eso desearía.

Habíamos llegado ahora, en donde Jeongin estuvo internado.

—Jeongin —mi corazón se rompió cuando la enfermera nos informó de su condición.

—Podría, sin problema alguno, pasar por una cirugía para recuperar su ojo.

—Pero no quiero —Jeongin expresó, con firmeza.

—No seas necio, Jeongin. Si te lo pueden operar, deja que lo hagan. En los combates vas a tener problemas.

—No. Quiero que esto sea un recuerdo de que tengo que ser más fuerte para protegerlos. Si hubiese sido lo suficientemente fuerte para defender a Dakota, no habría pasado esto.

La enfermera notó el ambiente tenso que se produjo en el intercambio entre los hermanos, así que se excusó del lugar.

—Vámonos a casa. Estoy cansado de este sitio —Felix suspiró, desganado—. Podemos continuar esta discusión allá. Que, por cierto, Dakota quería decirnos algo.

—¿Es lo de Chan? Ya sabemos que nos invitó a cenar.

—Ojalá fuera algo trivial como eso, pero no...—la intranquilidad se avivó. Con eso, capté la atención de ambos, sus ojos adoptando similares expresiones de inquietud—. Estoy de acuerdo con Felix, salgamos de aquí. Encontremos un sitio agradable en donde sentarnos.

—¿No estarás pensando en regresarte a la Tierra, o algo? —Jeongin corrió atrás de nosotros, ya que se había quedado estupefacto, antes de caminar con Felix y yo.

—¿Y qué tendría que quiera regresar? Podemos ir con ella.

—Ya, pero—Jeongin se detuvo a sí mismo de continuar—...Pero, a Dakota no le trae buenos recuerdos.

Hallamos un pequeño parque, en done se podía apreciar una cantidad exorbitante de anillos similares a los de Saturno.

—Por cierto... ¿dónde estamos?

—Estamos en una de las lunas de J1407B.

—No me voy a acordar de ese nombre, pero igual, gracias —apreté mis puños y me senté en la banca—. A ver, no sé por dónde comenzar. Alguien me ayudó a escapar de la garganta de ese alienígena.

—Ah, sí. Algo me dijo Chan.

—Si estuvieras en mi situación, ¿habrías creído que lo hizo por bondad?

—Podría ser.

—Pues, no. Resulta que lo hizo únicamente para que yo cumpliera una condena en nombre de mi abuelo.

Los dos abrieron sus ojos, incapaces de creer lo que les había dicho.

—Tenemos que hacer algo —Jeongin me apoyó—. No es justo que te obliguen a hacer eso.

—No vamos a lograr nada entrando en pánico ahora —Felix se recuperó un poco de su asombro—. Tu abuelo...era de Venus, ¿no? ¿Ese que te salvó, era de la comisión venusina?

Hice memoria.

—No. De hecho, dijo que no era de la Vía Láctea y que era un alíen tipo D.

—¿Esos no habían desaparecido? —Jeongin miró a Felix, ya que buscaba una respuesta inmediata.

—Pues, ya ves que no. Y tiene sentido que sea un alienígena tipo D, ya que no es como que escapar de un alienígena tipo F sea fácil, ¿sabes? Los alienígenas tipo D, tienen una habilidad única. Por algo no están catalogados como E.

A estas alturas, parecía que estaba hablando solo, ya que se veía concentrado en algo. Era como si armara un rompecabezas, entendiendo la imagen que trataba de ilustrar.

—Necesitamos hablar con Chan.

comentarios: me creerían si les digo que encontré que tenía el capítulo 17 y 18 ya escritos???? pero lo escribí como con otro final/meta en mente y no me gustó...así que hice bien en reescribirlo, aunque no me acordara que ya lo tenía JDFSDJGJGASFSD  así se ve ese capítulo 17 que escribí  hace un año: