Extra: 12 de julio.

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Tras terminar de comer Theo se los lleva a casa de Jacob y Cami, mientras que mi hermana viene para acá a ayudarme. Llega poco después de que Theo se marche y la envuelvo en un abrazo. Ya no nos vemos tan seguido como hace dos años.

—Tenemos mucho trabajo para el día de hoy. —Le informo mientras salimos al jardín—. Sera estilo pool party, aprovechando el verano.

—Que empiecen las decoraciones entonces.

Nos ponemos manos a la obra inflando globos, y más globos, y más globos... a este paso me quedare sin pulmones.

—¿Por qué no contraté una decoradora y me ahorré todo esto?

—Porque no querías a tanta gente particular involucrara, recuerda. Solo meseros y bar tender.

Pasa por mi lado y me planta un beso en la cabeza, ella esta decorando mientras yo solo inflo globos.

—Vamos por ese premio de la mamá del año.

—Sí que me lo tengo merecido, ser mamá, empresaria, patinadora, colaborar con fundaciones y ser esposa es un arduo trabajo.

—Te admiro. Yo con el bufete, Jacob y Rose me pongo exhausta de solo pensarlo y eso que Rose es un angelito, ni se siente.

—Qué suerte tienes, amo mis terremotos, pero ya su apodo lo dice todo. Rinden por cinco.

—Dignos hijos de sus padres.

Dice haciéndome reír. Luego de inflar tantos globos que ya dudo del estado actual de mis pulmones me pongo de pie para recibir el pastel, las galletitas y los aperitivos. Las bebidas llegan poco después y la adicta a las mezclas raras se acerca a revisar.

—Nada de tus mezclas raras, es una fiesta infantil. —Le advierto.

—Yo no hago mezclas raras.

—Camila, la última vez que tome una bebida que me ofreciste acabe con esto. —Me recojo el cabello mostrándole el tatuaje con el nombre de mi esposo y se echa a reír hasta que debe poner una mano sobre su abdomen del dolor.

—No es mi culpa, yo no te obligue.

—Tonta. —Le revuelvo el cabello y tomo una bandeja saliendo a la mesa principal que ella ya decoró.

Unas horas más tarde ya está todo listo. La mesa de aperitivos, la mesa del pastel, el lugar de las fotos, la piscina llena de globos y flotadores, el lugar del bar tender y la música. Lo último en llegar son los trampolines inflables.

Vale, quería una fiesta pequeña, pero esto para mi es pequeño. En la del primer año hubo hasta fuegos artificiales.

Camila regresa a su casa y Theo llega poco después, él se encarga de vestir a los niños mientras yo me arreglo para bajar a recibir a los invitados. Empiezan a llegar a las dos de la tarde y no son muchos, a decir verdad:

Isabella, Evans y Elizabeth.

Jacob, Camila y Rose.

Mi mamá.

Timothee, Tanya y Thiago.

Olive y Adam.

Maximilian, Sabina y Matteo.

Y llegan en ese mismo orden. Abro la puerta a los últimos y mi pequeño rubio de ojos verdes corre a mi lado y lo levanto en brazos.

Me da un beso en la mejilla y yo le lleno la cara de beso.

—¿Cómo estas, mi amor? —Lleva puesta una camisita blanca con unas bermudas beige y el cabello desarreglado.

—Bien. ¿Y tus bebés? —Pregunta. Siempre los quiere llamar así solo porque es dos años mayor que ellos, casi tres.

Nuestro.Where stories live. Discover now