Cool ; mattwoong

No te puedo regalar mi corazón

Es tres días después mientras toma su desayuno que Matthew toma la decisión de ir a la maldita boda. Aunque no quiere admitirlo es un chico orgulloso y lo que menos quiere es que Hanbin piense que no puede superar un tonto noviazgo de hace casi seis años (tal vez no lo ha hecho pero no necesita que alguien más que Zhang Hao o Gunwook se enteren)

Como por obra de magia el teléfono de Matthew comienza a sonar, el nombre de Zhang Hao brilla en la pantalla y Matthew sabe que lo mejor que puede hacer es contestar, tal vez escuchar un poco a su mejor amigo le iba a arreglar el día.

—¡Buenos días! — saluda Zhang Hao, muy emocionado como para ser viernes a las nueve de la mañana.

—Que raro que estés feliz hoy— dice Matthew sin pensarlo mucho.

Escucha unas suaves risas de fondo y se da cuenta de que tal vez la felicidad de Zhang Hao tenía nombre y apellido, un nombre que a Matthew también le deba felicidad al escucharlo.

—¿Adivina quién ha dejado su ocupada vida de doctor para venir a ayudarme a cuidar niños? — dice Zhang Hao entre risas, la otra persona susurra un "hyung, ya te dije que solo vengo a dar una charla" que hace sonreír a Matthew.

Park Gun Wook, otro amigo que Matthew había dejado en la ciudad, un chico de apariencia dura y fría que en realidad era una bola de ternura. Un chico que llevado por su amor a la medicina y a los niños había terminado trabajando como pediatra en la clínica del pequeño pueblo en donde el par seguía viviendo.

—¡Gunwook!— grita Matthew con entusiasmo, haciendo que su amigo se ría desde el otro lado — eres malo, yo siempre te mando mensajes y nunca me contestas ¿ahora estás saliendo con Hao a mis espaldas?

—¡Eso no es verdad Masshu hyung! te contesto tarde pero lo hago—le responde Gunwook.

—Bueno, ahora que están los dos aquí creo que puedo contarles que he tomado una decisión importante.

—te escuchamos

—Voy a ir a la boda de Hanbin, voy a viajar al pueblo, voy a ir a su boda y no me va a importar nada— dice Matthew con seguridad.

Luego de un minuto entero de silencio uno de sus amigos se atreve a hablar, se atreve a hacer una pregunta que Matthew no se habría esperado nunca.

—Entonces le vas a tener que regalar algo, hyung ¿Que le vas a dar?— preguntó Gunwook con genuina curiosidad.

Mierda, tiene que regalar algo y no tiene ni idea de que.

(...)

Si de verdad va a ir a esa boda el regalo tiene que ser la mejor cosa que Hanbin jamás haya podido recibir, tal vez una caja llena de arañas sea lo suficientemente traumático como para que Hanbin decida nunca más intentar contactarse con él ¿O tal vez una caja enorme que tenga muchas cajas adentro y al final no tenga nada?

Es Ricky quien otra vez tiene que sacarlo de su ensoñación y volver a poner el pincel en su sitio, esta vez Matthew se siente lo suficientemente feliz como para responder el acto con una sonrisa que hace Ricky pueda respirar tranquilo.

—Desde hace días eres la persona más rara del mundo— le dice Ricky sin mirarlo, muy concentrado en la hermosa rosa que lleva pintando desde que inició la semana.