Capítulo 2. Una nueva vida.

44 1 0
                                    

El vuelo hasta Logroño se me hizo muy largo, pero mereció la pena pues la ciudad es preciosa.

Mis amigos y yo, junto con nuestros padres, fuimos a nuestro nuevo vecindario y he de decir que no estaba nada mal. Si que es verdad que que Taylor, Zach y yo vivimos en bloques diferentes, pero estamos muy cerca y eso es lo importante, ¿no?

Mi nueva casa es amplia, tiene un salón con una terraza gigante, una cocina espaciosa, una oficina, una habitación de invitados, mi habitación, la habitación de mis padres y dos baños. Mi habitación es la más grande, tiene las paredes pintadas de morado y parece sacada de una película, me encanta. No es lo mismo que mi antigua habitación pero me sirve.

El verano fue genial, mis amigos y yo estuvimos explorando la ciudad e hicimos un montón de actividades, por no hablar de que practicamos nuestro español para cuando llegara el momento de ir al instituto y celebramos el cumpleaños de Taylor.

Mi primer día en el instituto llegó antes de lo que esperaba y la noche de antes no pude dormir debido a la emoción de pensar si iba a poder hacer nuevos amigos al día siguiente. Cuando iba a salir por la puerta mi madre me dio un abrazo.

- Pásatelo bien cielo. Nos vemos luego.- me dijo.

- Vale, hasta luego mamá.- le respondí y abrí la puerta.- Ah y buena suerte en el trabajo.

- Gracias cariño.- se acercó y me dio un beso.- Venga vete ya, si no llegarás tarde.

Cuando baje las escaleras, vi que mis amigos estaban esperándome para ir todos juntos al instituto. En cuanto llegamos, nos paramos enfrente de la puerta abierta y cogimos aire, justo después entramos dispuestos a darlo todo y a hacer nuevos amigos. Habíamos ido antes para ver si había alguien de nuestra edad para poder hablar.

En el patio solo estaban tres chicas en un grupito, me fije en ellas: una tenía el pelo castaño recogido en unas trenzas, otra el pelo negro suelto y la tercera también tenía el pelo negro, pero estaba recogido en unos moños.

Taylor y Zach me dijeron que parecían majas y que me quedara a hablar con ellas. Ellos iban a ir yendo a clase. Cuando se marcharon pensé en ir a hablar con ellas, pero me puse nerviosa así que simplemente pasé por su lado. Sin embargo, el destino quería que hablara con ellas, porque de repente un balón pasó rodando por mis pies y me tropecé, cayéndome de bruces al suelo. Las chicas se dieron cuenta y se acercaron a mí.

-  ¡Vaya caída! ¿Estás bien?- me preguntó la chica de pelo castaño mientras me tendía una mano para ayudarme a levantarme.

Unos chicos pasaron a nuestro lado corriendo hacia el balón, ni siquiera se disculparon.

-¡Eh vosotros!-  les gritó la chica de los moños.-  ¡Tened más cuidado! ¿No veis que se ha caído por vuestra culpa?

Los chicos que eran más mayores que nosotras se rieron a carcajadas y se fueron sin mencionar palabra, excepto uno que, cuando su grupo ya se había ido, se giró y simplemente dijo:

- Lo siento. Espero que no te hayas echo mucho daño.

Tras eso se marchó como si nunca hubiera sucedido en incidente. En cuanto estuve de pie, vi como la chica que aún no había mencionado palabra miraba en la dirección por la que se habían ido los chicos y ponía los ojos en blanco.

- Gracias por ayudarme.- les he dicho.

- No hay de qué. Por cierto, ¿estás bien?- me ha preguntado de nuevo la chica de pelo castaño.

- Sí, tranquila.- le he respondido, pero justo entonces me he fijado en mis leotardos. Estos se habían roto.- ¡Oh, no! Mis leotardos favoritos se han roto...¿Qué voy a hacer ahora?

La chica de los moños se ha agachado a mirarme los agujeros.

- No te preocupes por eso. Yo soy toda una experta en arreglar cosas. Seguro que se me ocurre algo. - me ha dicho con una sonrisa.- ¡Ah, por cierto! Casi se me olvida. Yo soy Aitana.- me ha tendido una mano que yo le he estrechado amablemente.

- Yo soy Mandy.- me he presentado.

- Es un placer conocerte, Mandy. Yo soy Elena.- se ha presentado la chica del pelo castaño.- No sé como no me he presentado antes.

He mirado a la otra chica.

-¿Y tú?- le he preguntado.

He notado como se echaba un poco hacia atrás, se la veía un poco incómoda.

- Uy, perdona. No era mi intención forzarte.- he dicho sin saber muy bien cómo reaccionar.

La chica ha sonreído y justo cuando iba a presentarse, su hermana la ha cortado.

- Ella es Emily, mi hermana gemela. No te preocupes es bastante tímida al principio, pero cuando la conoces lo suficiente es súper parlanchina.

Elena le ha pegado un codazo.

- Aitana, por favor. Emily sabe expresarse por sí sola. No hace falta que vayas hablando tú por ella por todos lados.

- Eso .- ha puntualizado Emily.- Perdona, Mandy.... A veces mi hermana es así de molesta.

- No te preocupes.- le he respondido. - Todas me habéis dado muy buena impresión.

Ellas han sonreído. 

- Lo mismo opinamos nosotras. - han dicho.

En ese momento hemos oído el primer timbre que anunciaba que las clases empezarían en poco más de cinco minutos.

- Vaya, tenemos que arreglar esto y rápido.- ha dicho Elena mirando mis leotardos y me ha cogido de la mano.- Ven, Mandy. Vamos al baño y así te curamos un poco las rodillas mientras a Aitana se le ocurre qué hacer.

- Me parece buena idea.- he respondido y jutas nos hemos dirigido al interior del edificio.

Puede que la mañana haya empezado un poco accidentada, pero lo más importante es que ya tengo tres nuevas amigas. No es lo mismo que estar con Lily, Daphne y Molly, pero creo que me voy a ir acostumbrando. 

No puedo esperar para ver qué mas sorpresas me tiene guardadas este primer día de curso. No sé porque... pero siento que algunas van a ser buenas y otras no tanto. Aún así no puedo esperar a conocerlas todas. Presiento que esto va a ser divertido....

Equipo Mágico: El comienzo.Where stories live. Discover now