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El sol quemando sus pieles era una de las mejores sensaciones del mundo para Harry. Los días en el mar siempre fueron sus favoritos, podía disfrutar de ellos a la hora que quisiera cuando quisiera y con quien quisiera ¿podían culparlo? ¿El tener una playa privada solo para él era su culpa?

Una canción latina retumbaba en las bocinas de su yate privado mientras que el agua lo salpicaba por doquier al ir en motos acuáticas con una divinidad de omegas hombres y mujeres acompañandolo. Una omega iba detrás de él tomándolo por el pecho mientras que otros 6 omegas iban de dos en otras 3 motos más.

Así era su vida; buena y la envidia de cualquiera. Tenía todo y si le hacía falta algo... no olvidenlo, lo tenía todo.

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─¿Qué efecto secundario debe buscar un enfermero ante fármacos antiplaquetarios? -la radio del auto reproducía un cassette de preguntas para el próximo exámen del omega. Era una especie de guía que venía reproduciendo todos los días en las últimas cuatro semanas mientras hacía sus pedidos. ─Opción a: bochorno. Opción b: sangre al evacuar. Opción C: visión borrosa. Opción d: presión baja.

─¡Presión baja!

─Respuesta: opción b: sangre al evacuar.

─¡Agh! -dio un golpe al volante

Su sueño de ser enfermero era el motivo de sus desvelos, más ahora que estaba a punto de lograrlo. No podía fallar, iba a hacer su mejor esfuerzo por alcanzar sus metas y así darles lo mejor a sus pequeñas.

Había sido madre muy joven. Tenía 17 cuando quedó en estado de Yasmine, 22 cuando tuvo a Jolene y 26 cuando tuvo a Maggie.

El padre de sus hijas le pintó el mundo de rosa desde que se conocieron, estaba enamorado de él, muy muy muy enamorado.

Al enterarse de su primer embarazo la única opción que se cruzó por su mente fue interrumpirlo. Se cuidaban siempre que tenían relaciones pero como suele suceder en cualquier pareja, la protección no funcionó. Tenía tantos sueños por cumplir, con el principal siendo el convertirse en un gran enfermero. Ahora solo tenía que pensar que iba a hacer con el ser que comenzaba a formarse en su vientre. Con mucho dolor, la primera opción más viable y prudente que encontró fue interrumpir el embarazo.

Fer, el padre de sus hijas al enterarse de su posible decisión se lo prohibió rotundamente, le dijo que también era su cachorro, que sería una mala persona si lo hacía y que no tenía el derecho de decidir por si mismo ya que él era el padre.

Louis accedió al comenzar a sentirse culpable.

Fernando le decía que siempre estaría a su lado que no tenía nada de que preocuparse, que él trabajaría para ellos, su cachorro y para que Louis pudiera seguir estudiando. Muy en el fondo ni siquiera quería abortar a su cachorro, ya era parte de él y su instinto maternal de omega prácticamente se lo impedía. Así que después de indagarlo mucho decidió tener a su bebé, a final de cuentas ¿que tan difícil iba a ser si a pesar de todo iba a tener a su alfa a su lado apoyándolo en todo momento?

Los primeros 4 meses fueron "buenos", pero vaya fue su sorpresa cuando Fer le pidió que abandonara su carrera alegando que era demasiado difícil mantenerlo y que necesitaban más dinero. Le dijo que debía dejar la escuela y que debía ponerse a trabajar, que los gastos del bebé cada día aumentarían más y que él ya no podía con todo.

Louis con mucho dolor lo hizo. Se sintió egoísta al ser el único que estudiaba cuando Fer también había abandonado su carrera. El alfa tenía razón y él también debía aportar gastos para la casa y para el nacimiento de su cachorro.

Por suerte logró conseguir un trabajo que lo aceptó estando embarazado en una fábrica maquiladora. El haber tenido una madre costurera había sido de gran ayuda.

Pasaron los meses y cuando Yasmine nació notó un cambio en el alfa, se hizo más dulce y comprensivo, lo ayudaba con Yasmine y estaba a su lado en todo momento. Ambos estaban locamente enamorados de su hermosa cachorrita desde que la tuvieran por primera vez en sus brazos. En toda la niñez de la pequeña fue un gran padre y pareja es por eso que luego de algunos años accedió a tener un segundo bebé por petición de Fernando, este último alegaba que era muy feliz y que amaba demasiado a Yasmine, su linda omeguita, pero claro, siempre lanzaba sus indirectas de lo lindo que seria tener a un alfa varón.

Económicamente estaban bien y estables, no tenía todos los lujos del mundo pero vivían bien con todo lo necesario. Además, un bebé siempre refuerza el amor de familia ¿no?

Es así que para complacer a su alfa y también por desicion propia tuvo su segundo embarazo.

Durante toda su gestación el alfa se negó a saber el género del bebé insistiendo en que era obvio que sería un varón.

Vaya fue su decepción cuando una segunda nena omeguita llegó a sus vidas. Jolene.

El tiempo, sus trabajos y la monotonía siguió igual. Louis amaba con todo su corazón y era muy feliz con sus princesitas, pero eran tantos los cambios de humor del alfa que de verdad lo tenían desconcertado y frustrado. A veces era el mejor padre y el alfa más amoroso del mundo y otras veces solo llegaba del trabajo a dormir sin querer ver o jugar con las nenas que rogaban por su atención. Otras veces llegaba hasta con regalos para los omegas y otras veces solo les alzaba la voz o los ignoraba sin sentido alguno.

Tanta fue la desesperación de Louis que solo optó por la opción más fácil y la que creía que solucionaría todo.

Embarazarse de nuevo. Estaba casi seguro que esta vez tendría al alfa varoncito que Fer tanto quería.

Porque muy en el fondo sabía que el más grande problema era no haber concebido un alfa varón.

Tal vez fue la peor decisión, pero de verdad ya lo había intentado de todo. Incluso le había sugerido tomar terapia de parejas a Fernando pero este a gritos y reclamos se había negado diciendo que todo estaba bien entre ellos.

Es así cuando luego de meses nació Maggie.

Otra nena omega.

Pasó el tiempo y finalmente cuando Maggie tenía dos años, Fer sólo desapareció de sus vidas sin decir nada más. Solo había dejado una nota diciendo lo frustrante que era para él mantener a cuatro omegas, que se sentía asfixiado y cansado de tantos problemas, que no encontraba lugar ahí, que era sumamente difícil para él ser el único alfa al cuidado de 4 omegas sensible y débiles.

Eso fue todo para Louis. Los primeros meses fueron de un shock total sin aún poderse creer todo lo que había pasado. El que consideraba el amor de su vida lo había abandonado. Lloró hasta el cansancio, se preguntó tantas veces que había hecho mal, recapituló todos sus errores, todo su pasado, convirtiéndolo en el nuevo futuro que quería vivir y que tenía por delante. Su vida no podía acabar ahí solo porque "su alfa" lo había abandonado.

Tenía que seguir, tres pequeñas dependían de él y ahora estaba solo. Ese alfa que tanto amaba y que le había jurado estar siempre a su lado se había ido. Iba a continuar sus estudios para ser el mejor enfermero del mundo.

Sus tres corazones iban a ser toda la fuerza y motivación para seguir adelante y alcanzar todas sus metas.

Había cometido tantos errores en su vida pero ahora iba a enmedarse, a lograr sus objetivos y a darles lo mejor a sus princesas.


















































Algunas cosas entre la relación de Louis y Fer está basada en lo que pasó en mi casa. Fer es como mi papá.

Mi hermana y yo somos como Yasmine y Jolene, solo q en nuestro caso el tercero si fue niño y aún así mi papá se fue de la casa jaja.

Ojalá les guste mucho. Quiero aclarar q la idea original NO es mía.

A ver si logran averiguar de q película es aunq creo q es muy muy obvio jiji.


-A+

over again ⤷ l.s (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora