<Mosterphelia>

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Ya había llegado el sol de la mañana y un Bell con una ropa diferente a la de ayer veía el cielo con nostalgia recordando el cielo del campo cuando amanecía o se ponía el atardecer, un suspiro dejo salir toda esa nostalgia y salió en ida al <Gremio> con su espada enfundado colgando de cinturón atado a su cintura.

Bell veía principalmente los puestos de comida, veía las donas, las crepas, los pastelitos y muchos otros más que no le llamaron mucho la atención ni el apetito. O eso era lo que pensaba al ver un puesto atendido por una mujer con cabello negro y unos ojos azules, de apariencia joven pero con un busto que de seguro bastantes mujeres envidiarán acompañado de un vestido corto de color blanco sin mangas, Bell no tenía pruebas pero tampoco tenía dudas de ello.

Pero eso no era lo que llamó la atención de peli plata, sino que era lo que la mujer que preparaba un jamarukun. O si, los jamarukun's eran su comida favorita.

Tenía bastantes cosas que le sacaban ventaja a otras cosas deliciosas, como su ligera capa crocante, su interior blandito y la gran variedad de sabores que podían hacerse de este mismo platillo. Esas cosas la sobre ponía en un top de cosas que a Bell le gustaban.

Regresando con Bell este se dirigió hacia el puesto con paso firme pero con una mirada notoriamente feliz al poder probar aquella rica cosa frita.

Al estar enfrente del puesto llamó la atención de la mujer volteando a verle, al verlo de más de cerca pudo ver el aura claramente divina dejando en claro que era una diosa.

Bell: Buenos días Sr. Diosa. -Dio una reverencia con educación mostrando respetó ante la diosa para después volver a pararse recto. -¿Me podría dar un jamarukun de Crema de Uzuki?. -Pidio con un claro tono de felicidad en su rostro tanto como en su voz.

???: Claro joven, tenga, son 49 valis. -Directamente le entrego un Jamarukun con envoltorio y todo. -Era para una cliente frecuente pero todavía no había llegado así que no puedo evitar que se enfríe jejeje. -Rio con una sonrisa carismática entregándole el jamarukun al muchacho que rápidamente saco el dinero de su bolsa de valis y entregándose lo sin rechistar.

Si el Minotauro que Bell enfrentó lo viera no sabría si era una ilusión o si era el fin del mundo, ya que aquel chico emocionado por la batalla, de sonrisa feroz y ojos determinados a vencer y analizar a su oponente ahora estaba con una ligera sonrisa de felicidad junto a un brillo en los ojos de el chico.

"Buenos días Hestia-Sama"

Una voz femenina se escuchó a espaldas de Bell que volteó viendo a la chica rubia que había estado con la <Familia Loki> aquel dia pero ahora con un vestido, <La Princesa de la Espada> estaba cerca suyo mientras veía a la diosa de aparente nombre Hestia.

Rápidamente la emoción de Bell desapareció completamente de su rostro pasando a ser el que habitualmente portaba, aquel serenó pero a la vez serio.

Aiz: ¿Me puede dar mi Jamarukun de Crema de Uzuki?. -Como si ya Hera una costumbre de que ella viniera y pidiera ese mismo tipo de Jamarukun.

Bell ya sabía que el Jamarukun en sus manos era aquél que era para Aiz, pero bueno, ella llegó tarde y el no estaba en el deber de dárselo ya que había pagado por el.

El se dió media vuelta viendo a lo lejos a la elfa y las 2 amazonas que aparentemente estaban junto a Aiz pero le resto importancia y sigue sin mirar atras.

abriendo su boca listo para probar su aquel alimento compuesto con papas, apenas lo mordió una ligera sonrisa se apoderó de su rostro mientras veía con gusto aquella delicia que sabía mejor que las que preparaban en su aldea.

Bell retomo su camino en direccion al <Gremio> mientras veía nuevamente los establecimientos que habían por la transcurrida calle, ahora que se ponía a pensar, ¿Porque estaban tan transitadas las calles el día de hoy?.

Obligado a Ser un HeroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora