¡¿ La historia de que...?! 🦋

Tem 2 Capítulo 60

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*＊✿❀ ¡Poder abrumador! ❀✿＊*

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Noah con un chasquido hace que Sakura caiga despacio hasta llegar a sus manos y cargarla.

- ya hicistes demasiadas travesuras por hoy pequeña - dice Noah riendo

- lo ciento... - murmura la bebé llena de culpa

Lucas, Claude y Anastasius que estaban flotando cerca del lugar que estaba Sakura bajaron cerca de Noah.

- ya paso, no importa - dice Lucas más tranquilo

- no sabía que tendría tanta energía - ríe Anastasius acercandose a Zenith

Zenith estaba despeinada pues también había corrido detrás de la pequeña aventurera.

- bueno ya paso así que ya no importa, es hora de comer - dice Noah a Sakura

- ¿que vamos a comer? - pregunta inocentemente la bebé

- que tal... Filete - dice Noah

- ¡Si! - grita emocionada la bebé

Claude y Athanasia miraban sin creer lo que miraban, pues claramente recuerdan que Sakura es muy tranquila y muy poco energética.

Siempre caminaba con suavidad y gracia, no sólo eso si no que era menos interactiva con todos, jamás habían visto este lado tan... ¿Salvaje?.

- ¡caballito! - grita la bebé feliz

Todos miraban como Noah había puesto sentada en sus hombros a Sakura y estaba movía sus piernitas emocionada.

- deja de moverte tanto si no quieres que te baje - advierte riendo Noah

Con esas palabras Sakura de moverse mucho y se quedó quieta sonriendo feliz.

Mientras tanto atrás iban una mini caravana, todos lo seguían al gran comer para comer después de una persecución muy agitada.

Sakura curiosa vio hacia atrás mirando a todo y detenerse en Claude, sonriendo radiantemente lo saluda con su manita.

- ¡Papá! - grita la bebé emocionada

Claude abre sus ojos sorprendido al sentir ese sentimiento tan abrumador, Anastasius lo miraba con envidia pues tuvo la oportunidad de escuchar a su hija decir tales palabras de bebé.

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- ¿debo de quedarme quieta? - pregunta la bebé inocentemente

- así es, si te quedas quietas te daré un caramelo - dice Madani Vita suavemente

Sakura acepta posando como se le indicó quedándose quieta, todos muy complacidos por la obediencia de la princesa así que la halagaron.

Quien incómoda por tantos elogios se sonrojo avergonzada, tres horas después dos pintores habían terminado el retrato.

Uno era más grande para el emperador mientras en segundo era más pequeña y era para la segunda princesa Athanasia.