ADIOS PAZ, HOLA NARUTO (NARUSASU)

EL NUEVO

Uchiha Sasuke era su nombre, lo más superior que se puede considerar en un chico de dieciséis años, cualquiera daría lo que fuera para estar en sus zapatos.

Él asistía a la a la academia de Konoha, todo en su vida era perfecto y no tenía preocupaciones, todos lo admiraban, todos lo amaban y tenía el mundo completamente a sus pies... sehhh... todo era perfecto. Él era perfecto.

Sasuke siempre estuvo acostumbrado a ser el centro de atención, se daba el lujo de rechazar a cualquiera y seguían adorándolo y besando el suelo por donde pisaba, tenía un club de fans y todos querían ser sus amigos y ¿cómo no lo iban a querer? Sasuke era el más sexy, el más listo, el más guay, el más lindo, el más cool, el más platudo, ¡el más MÁS!

Era bastante engreído y arrogante, un chico altanero, y aún así no había nadie que se atreva a hacerle frente o a rechazar su celestial presencia...

Pero Sasuke nunca hubiera imaginado que eso cambiaría un día de repente y sin que él se dé cuenta...

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Era un día normal, o al menos eso parecía. El pelinegro llegó a la academia y todo el mundo lo saludaba, las chicas corrían loquitas hacia él para darle los buenos días. Sonó el timbre de entrada al aula y los alumnos entraron a sus respectivos cursos.

_Buenos días - saludó el profesor Iruka y parecía más animado de lo normal - quiero que presten atención, por favor - todos lo miraron atentos... bueno, no todos, Sasuke seguía con los ojos en su libro - Escuchen, hoy ha llegado un nuevo alumno... - Sasuke levantó la mirada... oh, más personas que lo fastidien adorándolo, pensó - antes de que entre quiero pedirles por favor que sean amables con él y que lo acojan cordialmente, ¿está claro? - pidió severamente. Al parecer ya conocía a ese chico, normalmente no ruega tanto para que traten bien a un alumno nuevo.

_Sí - respondieron la mayoría. Iruka se encaminó a la puerta y la abrió.

_Adelante, pasa - le pidió con una sonrisa y la persona entró al aula... lentamente, mostrando su escultural y varonil perfil... bueno, no era la gran cosa, pero sí era algo peculiar, todos se le quedaron viendo idiotizados... como siempre pasa cuando llega alguien nuevo.

El chico tenía rasgos muy particulares, no era normal ver uno así en Konoha.

Era rubio y de piel bronceada, tenía los ojos azules que parecían dos pedacitos de cielo, tenía tres marcas en cada lado de la cara que de alguna forma lo hacían ver adorable pero al mismo tiempo feroz. Llevaba el uniforme normal, de pantalón negro y camisa blanca, con la diferencia de que tenía puesto un saco negro y largo encima que lo hacía tener un estilo rebelde.

El chico nuevo se paró en frente de la clase, no se veía nervioso o tímido en lo absoluto, más bien se veía seguro y bastante confiado.... Era fácil de notar con esa sonrisa zorruna y maliciosa en la cara.

_Alumnos... - dijo Iruka tratando de que los demás dejen de mirar al chico tan pasmados - les presento a....

_ ¡NARUTO UZUMAKI! - lo interrumpió el rubio ensanchando su radiante sonrisa - ¡Hola! Soy alumno de intercambio, me gusta el ramen, mi clase favorita es el Karate, no tengo perro ni gato, vivo en una casa, espero que seamos amigos, no muerdo y bla bla bla, heheheheh

_ .... - todos se le quedaron mirando raro.

_ ¿Dije algo malo? Vaya con los aburridos estos - bufó el rubio.

Sasuke reviró los ojos. El chico podía ser físicamente llamativo, pero era un completo perdedor.

_Ehm... - Iruka no sabía que decir - ¿No es adorable? ... bueno Naruto, siéntate con Sasuke, por favor, él te pondrá al tanto de la clase - Sasuke dio un gruñido de fastidio. Obviamente, siendo el más destacado de su clase, le correspondía direccionar a los recién llegados.