D-6 THE VERY FIRST NIGHT

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Otro día junto a Thomas en la librería, se celebraba el día del músico entonces como tuvieron una pequeña fiesta en la mañana dejaron que los profesores salieran temprano.

No faltaba mucho para que la librería cerrara y mientras yo ordenaba libros que unos universitarios vinieron a usar; Thomie estaba dibujando en las hojas de reciclaje sobre el mostrador.

Finalmente terminé mi trabajo, ambos limpiamos un poco el lugar y luego de que todo estuviera en orden a las seis horas con diez minutos la librería ya estaba cerrada.

Decidimos ir a cenar en su departamento, al fin y al cabo yo ya tenía muchos permisos para pasar tiempo fuera del orfanato. Por lo que con la excusa de que iba a ordenar libros que llegaron (cosa que de hecho era verdad hasta cierto punto, sería trabajo para el día siguiente), fuimos a su casa.

Era un departamento pequeño y acogedor, muy su estilo en mi opinión.

Muchas fotos, muebles de madera, sillones lila claro y mucha decoración interesante. También había muchos libros y algunos instrumentos y partituras por toda la mesa de la sala de estar. No calculaba que midiera más de cuarenta metros cuadrados, sin embargo para ser sólo él y un pequeño pomeranian me parecía suficiente.

Su casa era cálida, incluso con los vientos fuertes que comenzaron hacía unos días estaba calentita, no al punto de abochornar pero no pude evitar sentirme cómoda.

Ese día yo estaba vistiendo unos chandáles grises, un suéter verde olivo y unas converse verdes. Estaba bastante cómoda por lo que dormir así no representaría un problema.

Mientras yo me encargaba de conocer a Youyou Thomie sólo dijo: "ponte cómoda" y se metió a un cuarto que parecía ser la cocina.

Después de unos minutos salió con dos platos llenos de fideos...

—Un poco de rammyeon para la señorita y para mí.

Se ve interesante.

Y sabía, había comido fideos y pasta antes pero de alguna forma el que los hiciera Thomas se sentía mejor. Siempre he dicho que la comida compartida, hecha con tiempo para ti y regalada sabe mil veces más rica que la que sale del bolsillo propio.
Eso de "hecho con amor" o "dado con amor" no es un mito, en serio.

Comimos tranquilamente mientras hablábamos de música.
Yo no sabía tanto como él pero disfrutaba cada que coincidíamos en algo o le pegaba algún gusto.

Me cae muy bien...
Lo quiero...

Terminamos de comer y mientras él lavaba los platos yo le hablaba, él daba sus opiniones y luego me dejaba continuar. No esperaba que fuera tan chismoso.

Después de limpiar todo nos sentamos en su sala. Los libros regados ahora estaban apilados junto a la pared y nosotros estábamos debatiendo qué deberíamos escuchar de entre los vinilos que tenía. Sus estudiantes tenían la costumbre de regalarle vinilos al azar cada fecha importante por lo que repertorio que tenía era bastante extenso.

Al final decidimos que íbamos a poner un mix que un ex-alumno le regaló en la navidad de tres años antes; tenía canciones que según él eran "muy su estilo".

Comenzamos a hablar de todo sentados entre su sillón y su mesa. No estábamos haciendo contacto visual sin embargo el nivel de confianza derivado de nuestra conexión era muy grande.

—Sky...

—¿Mjum? —me volteé a preguntarle—

—Yo antes... Yo antes era adicto.

Oh

—Cuando mi familia se mudó aquí ellos... Tenían muchas expectativas sobre mí, ¿sabes? Llegamos a este país porque mis padres querían que explotara mi inteligencia. Tengo una muy buena memoria derivado a que toco instrumentos. Me iba bien en la escuela y mis padres querían que me convirtiera en abogado, doctor o regresara a mí país para trabajar en una compañía de ahí.
Yo no quería, a los dieciocho escapé de mi casa en Chicago y terminé aquí para lograr convertirme en un cantautor.
No tenía mucho dinero y era rechazado sin parar, ellos no creyeron que llegara a tener éxito porque pues... Obviamente no soy un Justin Bieber rubio de ojos claros ni nada por el estilo.
La vida se volvía más difícil y aunque hice amigos, sabes cómo es...
Tomábamos y luego ellos me ofrecían cosas... Comenzaron siendo simples pastillas como xanax y eso, luego fue hierba, luego cosas peores. Me obsesioné y ellos ya no me hablaban, al final una madre de un convento me encontró y me anexó. Salí y le prometí que sería mejor... a veces era difícil pero últimamente ya no pienso en eso. Llevo cuatro años limpio ya, y pues, eso.

IMPRESIONANTE
Carajo, ni si quiera sé qué decir...

—Agradezco la confianza Thomie, gracias de verdad. Has sido muy fuerte y valiente, debes sentir orgullo.

—No exactamente, me sentiría orgulloso si nunca hubiera caído en esa mierda —alzó las cejas—. ¡Ay! Perdón por el insulto.

—Está bien Thomie, y mira; puede que tú no estés orgulloso. Pero yo sí —me levanté sobre mis rodillas y le di un abrazo—.

Vamos a estar bien...

Comenzamos a tararear la canción que estaba de fondo hasta el punto de cantar de verdad.

Pronto toda la habitación se volvió un karaoke donde Youyou nos veía con vergüenza mientras nosotros estábamos alucinados con nuestros duetos.

Bailando, cantando, tomando fotos y fingiendo tocar instrumentos se fue la noche hasta que tomando un pequeño descanso sentados en el sillón nos quedamos dormidos ahí.

🌈 SOMEWHERE ©Where stories live. Discover now