Pacto con el diablo

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Shinobu Kocho había aprendido desde muy joven que la maldad siempre ha existido. Recuerda remotamente como su padre, un gustoso del conocimiento, había adquirido diversos libros sobre diferentes temas, pero lo que seguro era su orgullo era la pequeña colección de libros traídos del extranjero de los puertos coreanos que abordaban en los puertos de la ciudad.

Una vez le leyó uno de los pasajes que tenía, el texto en si era complicado de entender en la mente de una niña de 6 años, sin embargo, hubo una que le dejo muy presente algo

"El demonio no es tan negro como es pintado"

Cuando pregunto sobre una explicación de eso, su padre tampoco pudo darle una razón, sin embargo, cuando tuviera la respuesta de eso, se lo diría. Nunca se lo pudo decir. 

Conforme fue creciendo y la posterior perdida de su vida feliz e ingresar a la compañía de caza demonios hicieron que fuera olvidando aquella duda en su infantil mente hasta que recibió la segunda gran pérdida de su vida: El asesinato de su hermana Kanae. 

La pérdida de su hermana fue un gran golpe para ella. Su dulce y hermosa hermana era el último vestigio de aquella vida feliz que había tenido, era lo último que ataba aquel pasado alegre de su vida, ahora solo le quedaba sentimientos negativos que falsamente pudo disfrazar.

Los años pasaron y continuo su labor como cazador, liberar aquellos demonios de su oscuridad y maldad para que las personas no tengan que temer un día más de aquellas criaturas sedientas de sangre. Todo eso hubiera sido una vida ideal si no fuera porque todo cambio cuando su vida se cruzo con los hermanos Kamado y su infantil idea de regresar a los demonios a ser personas. Realmente tuvo que hacer la actuación de su vida cuando el chico habló por primera vez de eso. Reprimió todas sus emociones para acercarse y golpear al chico por la absurda locura que decía. 

Después del primer encuentro, le siguieron más, pues como doctora en jefe de toda la organización siempre tenía que estar al tanto del estado de todos los cazadores que llegaban a la finca, Por lo que era lógico que continuara viendo aquel par de lunáticos conviviendo con sus niñas y su hermana adoptiva. Ocultando todo con una sonrisa por momentos sentía una enfermiza furia de agarrar a la chica demonio y clavar personalmente sus venenos para que ese ingenuo cazador pudiera sentir lo que casi todos sus compañeros pensaban de los demonios y el dolor que experimentaron cada uno de ellos por culpa de esas viles criaturas.  

Había aprendido a ocultar sus pensamientos, gestos y acciones bajo la bondad y dulzura de una sonrisa. Después de eso, todo paso demasiado rápido, la llegada al campo de batalla de las lunas crecientes, la derrota de uno de ellos, la aparición de las marcas y sobre todo la inmunidad de Nezuko al sol.

Todo eso, motivo que todos se apresuraran a crear un plan, pues ahora que había un demonio que conquistó el sol, Muzan usaría todas sus fuerzas demoniacas para llegar a ella. El jefe de los cazadores incluso a convencerla a trabajar con la doctora demonio y su patético asistente. Al menos, Tamayo sabía su aberración con los de su tipo y se retiraba cuando no había algo más que trabajar. La elegante mujer no intercambiaba palabra más que las necesarias con ella, lo que causo que ella tuviera momentos de tensión y roces con el segundo demonio medico. Llegó a amenazar al asistente de Tamayo de experimentar su ultimo veneno si no lograba controlar su terrible carácter y dejar a un lado su absurda dependencia por Tamayo, era simplemente patético que ese hombre pensara que una mujer como ellas pudiera tener un sentimiento más allá de compañía.

Las dos trabajaron en contratiempo, pues ninguna podía saber cuando Muzan los encontrara y se diera la batalla final entre demonios y humanos. Uno podía imaginar que la tarea era fácil, sin embargo incluso con dos mentes tan prodigiosas, como lo eran ellas, tenían sus problemas.

Dance with the devilWhere stories live. Discover now