Lujuria Oculta [Freenbecky]

Capítulo 37

Cuando regresó, Becky estaba sosteniendo su cabeza, una mirada de dolor se posó en su rostro. Freen agarró analgésicos que Sonika había dejado en la mesita de Becky y volvió a sentarse en la cama junto a ella.

―Hey bec― Freen arrullo a Becky cuando comenzó a abrir los ojos.

―¿Bec?― Becky habló cuando sus ojos se acostumbraron a la leve luz de la habitación.

―Dios, suenas y te ves horrible― Freen se rió entre dientes sólo para ser abofeteada débilmente por una débil Becky. ―¿Te duele la cabeza?

Becky asintió e hizo una mueca, y luego subió sus manos para sujetar su cabeza entre estas.

―¿Puedes sentarte? Te voy a dar algunos analgésicos― Freen sonrió tranquilizadoramente y empezó a levantar a Becky para sentarla.

Una vez allí, Freen metió las pastillas en la boca de Becky y trajo un vaso de agua a sus labios. Cuando la chica las había tomado, Freen la ayudó a recostarse y Becky cerró los ojos, pero no para dormir, para descansar mientras el dolor de su cabeza se calmaba un poco. Se aferró a la mano de Freen para su comodidad, como un niño que abraza un oso de peluche, Becky solo se sintió mejor cuando pudo sentir que su novia estaba ahí.

―Hey, quería decirte algo... ¿o quieres dormir?― Freen preguntó.

―Estoy escuchando― Becky respondió, con los ojos aún cerrados.

Freen respiró hondo y comenzó.

―Me siento como la peor persona del mundo, becbec― Becky abrió los ojos y su boca, estaba a punto de hablar, pero Freen la cortó. ―¿Puedes escucharme? Necesito decirte todo primero, puedes preguntarme todo lo que quieras cuando termine, ¿de acuerdo?

Freen sonrió cuando Becky asintió y cerró sus ojos de nuevo.

―Me siento como la peor persona del mundo, he estado actuando como una posesiva, celosa y todos los términos parecidos a esos, sin ningún motivo, y tú eres la que ha sufrido, así que lo siento por eso.

―Bec...

―Quiero decirte que lo siento por tratarte como una prisionera, preguntando dónde estás y con quién estás... te llamé mentirosa y te maldije. Tú no tienes idea de lo mal que me siento. Yo no te merezco, Becky, de verdad que no.

―No digas eso― Becky frunció el ceño, pero fue interrumpida de nuevo.

―Es cierto, tú renunciaste a muchas cosas por mí... incluso abandonaste las fiestas. Algo que realmente te gustaba, solo para parecer más madura e impresionarme, Becky. No has bailado en meses y me han dicho que es tu actividad favorita. También no bebias hasta la noche de la fiesta en casa de Sonika, ¿tienes alguna idea de lo... culpable que me siento?

Becky se burló y negó con la cabeza, no lo era.

―Creo que debido a todo lo que sucedió en mi pasado, estos temas se están apoderando de nuestra relación, y pongo mis miedos y ansiedad sobre ti cuando no debería ser así. De manera que voy a ir a hablar con alguien cada semana para tratar de deshacerme de estos problemas. Si decides aceptar mis disculpas voy a hacer lo correcto de ahora en adelante, ¿de acuerdo?

Becky sonrió, Freen estaba dispuesta a hacer eso por ella.

―Tú puedes ir a cualquier parte que quieras, puedes hacer lo que quieras. Se que puede ser difícil al principio con Natasit alrededor, pero estoy segura de que lo superaré. Lo único que te pido es que si él intenta algo, me digas, si eso no es un problema― Freen inclinó la cabeza.

―Por supuesto que te lo diría― Becky dijo mientras se levantaba, haciendo una pausa por su dolor, pero finalmente abrazando a Freen.
―Te amo mucho, no tienes ni idea.

―Te amo― Freen sonrio y acarició el cuello de Becky con su nariz.

―No he sido la novia perfecta... Supongo que las dos tenemos cosas de que disculparnos. Lo siento por ser una adolescente mal humorada, argumentativa, por maldecir y por levantarte la voz.

Freen se rió entre dientes. ―Ahora... ¿podemos empezar de nuevo?

―Hola señorita Chankimha, soy Rebecca― Becky sonrió.

―Ya... no tan atrás― Freen rió y la empujó ligeramente. ―De todos modos, tonta, soy tu enfermera hoy, así que estoy a tu entera disposición si necesitas alimentos, medicina... cualquier cosa.

―Hm... ¿Hay un sexy traje hoy?― Becky sonrió.

―No, no hay― rió.

―Mierda. Bueno... tengo un poco de hambre ahora, supongo que después de vomitar mi estómago se vació por completo.

―Aw mi pobre bebé― Freen arrullo y le acarició el cabello. ―Iré a prepararte algo liviano así no te hace mal.

―No soy una niña de dos años― Becky puso mala cara sólo para que sus mejillas fueran aplastadas por las manos de su novia.

―Shh, ya vengo. Trata de descansar un rato bebé― dijo Freen saliendo de la habitación, dejando atrás a una Becky radiante.

"Ella realmente es perfecta para mí"
-Becky pensó.

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