En el vasto multiverso, existen opciones infinitas. Entonces, ¿cuál era la probabilidad de que uno de tantos seres llegara a encontarse con otro igual de singular? Al parecer, alta. Y es que 2099 se encuentra en una dimensión diferente a la propia...
añldkañsldk >:'v me encantan. Por cierto, ¡qué locura! Gracias por tanto apoyo a la historia, y todos sus comentarios y votos ♡ no creí llegar tan lejos :'v <3 espero les guste el capítuloaunque sea un poquitin 🥺💕
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A rastras y adolorido, Peter logró llevar a 2099 hasta su apartamento. La IA se había mantenido en silencio.
―Oye, Lyla ―habló el castaño―, ¿puedes hacerme un favor?
Pronto el holograma se manifestó.
― ¿Sí, 616?
―Puedes decirme Peter ―dijo tirando al más alto en el sofá―. ¿Puedes analizar los rastros donde mordió tu creador?
―No hay problema, Peter ―Afirmó con tono alegre. Pasando rápidamente un scan sobre su cuello. Tardó unos cuantos minutos mientras que el ojiazul luchaba contra el cansancio en él.
Solo quería quitarse los rastros de sangre y suciedad, y lo que quedaba de su traje.
Demonios, tardaría en encontrar nuevamente una tela tan cómoda como esa, se lamentó.
―Um... ¿Peter?
― ¿Tienes algo para mí?
―Parece ser que algo cambió en la composición del veneno de Miguel.
―Sigue, bonita. ―Mencionó, poniendo una manta sobre Miguel, luego buscando en sus cajones algo limpio para ponerse.
―Su función siempre es paralizar, excepto que es menor la cantidad de tóxico y... parece que inició a mutar a afrodisíaco y analgésico.
―Ah, claro ―bufó con sarcasmo―, por eso no sentí solo dolor en sí ―comprendiendo, y más tranquilo de no haberse convertido en un masoquista― Tendremos que hablar con señor Vampiro, pero será más tarde ―bostezó―. Gracias, Lyla.
La IA sonrió asintiendo antes de desparecer en la nada.
Resoplando y tratando de despejar su mente, encogió sus brazos y luego los estiró, sentía sus músculos tensos. Tomando su toalla, echó una mirada sobre su hombro hacia donde se hallaba el pelinegro profundamente dormido.
De haber sido otra ocasión, hasta se hubiera reído de la posición tan rara en la que estaba, pero incluso gesticular drenaba su energía. Así que sin más, se dirigió a su pequeño baño y darse una merecida ducha.
Cuando ya estaba limpio, seco y cambiado, se echó en su cama encima de las sábanas hechas un cómodo desorden. Sólo pasó sus dedos donde aún sentía punzadas en las heridas provocadas por el moreno.
¿Era mucho pedir un día normal? Parecía que en la vida de los Spiders no existía tal cosa. Pensó antes de quedarse dormido.
