Mariana era nuevo en otra escuela ubicada en la ciudad, tuvo que mudarse por la reciente muerte de su padre y su madre siento una alcohólica. El venía de un pueblo ubicado en Monterrey- México, por lo tanto no estaba muy acostumbrado a tales cosas.
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"Primer día de escuela, ¿Qué tan mal puede ir?"
Pensó una noche anterior Mariana, para después colocar más de cinco alarmas y poder dormir en paz.
Al día siguiente se sorprendió de que se levantó solo, coloco sus lentes en sus ojos y miro la hora, diez minutos para las siete y media.. Tenía que apurarse si no llegaría tarde. Rápidamente se levantó de su cama para colocarse su uniforme: un chaleco sin mangas color azul, camisa blanca de vestir, pantalón de cuadros del mismo color del chaleco, un simple cinturón gris y se puso encima de su uniforme una sudadera de color amarilla, era mañana y haría frío. Salió corriendo de su casa dirigiéndose a la nueva escuela, al llegar entro rápidamente a la instalación buscando su locker.. número 13.
"Mierda, ¿¡Cuál es mi puta clase?!"
El chico estaba desesperado, buscando su clase. Al encontrarla entró, llamando la atención de todos los alumnos y la de la maestra.
— Disculpe, ¿Puedo pasar?— Pregunto el pelinegro avergonzado, no solamente llamo la atención llegando tarde, también era nuevo.-
— Claro, eres el nuevo estudiante de intercambio, ¿cierto?— El ver cómo Mariana asintió, hizo una seña para que entrará al salón.- El es el nuevo estudiante de intercambio, porfavor preséntate.
— Los nervios invadieron su cuerpo, sus manos empezaron a sudar y un nudo se creo en su garganta.— S-soy Mariana.. T-tengo 17 años, el siguiente mes cumplo l-los 18.— Logro decir con una sonrisa nerviosa, algunos estudiantes lograron entender. La maestra pareció volverlo a decir pero.. ¿en inglés? Vaya, casi nadie hablaba español.
— Puedes tomar asiento al lado de Slime, ¿Slime, puedes levantar la mano?— Un castaño con lentes levantó la mano, había un pupitre desocupado y al lado había un chico de color negro con gorro azul.-
Mariana fue a aquel pupitre, sentándose en el y dejando su bolso de color negro al lado. Vio como unas chicas y chicos lo miraba y después susurraban cosas.
Al terminar las clases, se quedó un rato en el salón buscando un libro y su billetera. Detuvo su búsqueda cuando vio como el pelinegro que se sentaba al lado suyo entraba con un chico de melena larga.
— ¿Este es el rarito?— Dijo el de cabellera larga, al ver cómo el otro asentía se acercó a el.— Te veías estupido temblando y tartamudeando.
— L-lo siento pero no quiero..— fue callado por el otro de pelo negro.-
— "L-l-li s-sinti" Ja! Patético.— jalo del cabello a Mariana para que lo viera a los ojos, tenía una mirada de temor.— Aww, ¿Ta tite?— se burló dándole un pequeño golpe en su estómago.-
Mariana se limito a un quejido y grito ahogado, quería hablar pero aquel golpe hizo que el aire le faltará, estaba teniendo un ataque de pánico.
— ¡Hey, Quackity!— el nombrado miro al castaño que usaba una sudadera.— ¿Se están divirtiendo sin mi?— Dijo acercándose a ambos muchachos y burlándose junto a Spreen.-
