꧁ 𝕃𝕒𝕤 𝕕𝕚𝕞𝕖𝕟𝕤𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤 ꧂

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Noto que en uno de sus bolsillos tenía guardado algunos objetos que le parecieron al principio interesantes pero mientras los inspeccionaba se dio cuenta de que eran inservibles para el; un libro de cuero con las portadas de color café y detalles dorados un poco grande y de varias hojas que al observar las no llevaban nada más que unos escritos raros y aunque uso su habilidad para entender otro idioma simplemente le marcaba como un error y no se podía leer los escritos que tenían, también una foto de tres personas dos adultos y una niña probablemente sea una familia del juego, vegetales como zanahoria, papas y calabazas.

Para Corix lo que le habían dado era absurdamente basura no le servía por el momento de nada así que solo los guardo en su inventario haber que hacía con esas cosas más adelante. Posteriormente se dedicó a socializar con el slime que ya no lo veía como una amenaza o riesgo significativo para el.

Entablaron una conversación corta donde el slime le explicó un poco de ese mundo y quien era el señor verde. Se supone que ese mundo siempre estuvo en paz hasta que los magos más poderosos convocaron a un héroe porque las personas exigían a una persona capaz de ayudarlos con los monstruos salvajes y se reunieron para hacer lo el problema resultó que ese hombre no era como lo que ellos pensaban era muy poderoso y los magos no pudieron hacer nada contra el se dedica a esclavizar a todas las criaturas que llegará a encontrarse y fueran útiles para sus propósitos malvados.

-- suena que es un imbécil -- ¿hace cuánto que ya se habían movido de su lugar de inicio?

-- el señor verde es alguien muy poderoso tan es así que nadie le puede hacer frente ni siquiera los propios Reyes -- se podría decir que aquel slime se había convertido en su amigo desde que lo traía cargando en su hombro como si fuera su leal loro.

-- ¿y cómo te llamas? Debes de tener un nombre ¿no es así? -- pregunto Corix mirando un mapa, había desbloqueado esa recompensa desde que había emprendido viaje a cualquier parte del mundo para responder sus preguntas.

-- ninguna criatura salvaje tiene nombre no nacemos con ello -- respondió el slime.

-- ¿y si te pongo uno? -- le preguntó antes de nombrar lo.

-- ponerle nombre a una criatura mágica hará que sus estadísticas suban y evolucione además de formar un vínculo con la criatura -- la misma voz que lo había espantado le volvía hablar.

-- ¡que te den! Ostias este señor me va a matar de un infarto -- aún no se acostumbraba a que de la nada le hablará alguien para responder cualquier cosa -- aunque ¿qué dices? Así seríamos amigos -- cargo entre sus manos a la masa gelatinosa.

-- ¡si! Quiero uno quiero uno, podremos ser amigos y hacer viajes, siempre quise viajar con un aventurero -- levanto sus "brazos" alegre el slime.

El cuerpo de aquel slime podía deformarse para hacer algunas figuras reconocidas como tal no tenía una forma definida así que podía imitar la silueta de quien sea.

-- deja pienso uno -- levanto la vista para pensar y después de un rato de hacerlo miro al slime -- te llamaras Rimu -- en cuanto le pusieron su nombre el slime empezó a brillar con una aura amarilla.

Pasado unos segundos Corix tanto Rimu obtuvieron algunas habilidades nuevas entre estas:

- Seamos amigos
Cuando un usuario de mágia nombraba a una criatura mágica al instante ambos se convierten en amigos o familia y los dos recibían las habilidades y la magia del contrario. Los familiares no necesariamente tienen que ser de la misma especie pueden ser variados y el número será limitado por el poder que el usuario tenga albergado.