IX

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Los pies de Enid se balanceaban unos a otros de forma nerviosa y sus manos tomaban su regazo de forma apenada. Era obvio que estaba más que arrepentida debido a lo sucedido. ¿Cómo podría ver a la cara al hermano de Wednesday después de casi asesinarlo por ser sobreprotectora?

Aunque probablemente era algo que cualquiera haría en su lugar. Porque bueno, ¿Un niño lanzando una daga a su supuesto "amo"?

El cuerpo de Enid se retorció ante el apodo hacia Wednesday.

—Yo.. lamento lo sucedido de hoy. —Enid se mordió los labios y observó frente suyo a los dos hermanos sentados en el sofá. —Malinterprete la situación, realmente no tenía idea que... —Pareció confundida por un momento, sin saber cómo llamarle a su "dinámica familiar." —jugaban así.

Pugsley sonrió serenamente.

—No hay problema. —Dijo. —Me equivoqué en lanzarla en el momento no adecuado.

Enid sonrió tímida, pasando su mano por la nuca como gesto nervioso.

—Espero no me tengan algún miedo o algo así, no suelo ser así, solo... Supongo que me asusté. —Se rió nerviosamente, observando de forma incómoda a los dos chicos.

El niño alzó sus hombros e hizo a un lado sus labios suavemente.

—No, para nada. Más bien estoy agradecido, fue una experiencia nueva. Mi hermano menor y yo nos divertimos, eso es lo más importante para nosotros los Addams.

Oh vaya.

Enid se quedó boca abierta, si bien hubiera intercambiado roles con Pugsley ella ya se hubiera hecho en los pantalones.

No sabe si valorar su valentía o.. preocuparse.

—Hermana, ¿Por qué no habías compartido que vives con un hombre lobo? Es algo muy genial, Pubert y yo nos hubiera encantado saberlo en su momento. —Preguntó el hermano del medio, con una serenidad sin dejar al lado la alegría.

El bebé como protesta solo balbuceo, pareciendo molesto por no saber la noticia antes.

Wednesday dejó la taza que sostenía en sus manos en la pequeña mesa del medio, dándose con tranquilidad todo el tiempo para responder. Y volvió a sentarse correctamente en el sofá individual del medio de los otros dos, cambiando el hecho que eran más grandes y en cada uno estaba Enid a un lado y sus dos hermanos en el otro.

—No veo porque debo informarles mis asuntos personales.

Pugsley suspiro y dirigió su mirada hacia el suelo, pareciendo un poco decepcionado, aunque ya esperaba la respuesta que iba a recibir.

—Bueno. —Hizo una pausa. —Es porque antes solías mandarnos muchas cartas. —Pugsley sonrió con tristeza. — Pubert y yo siempre leíamos la oscura niebla que vivías con...

¿Un amante? Pensó rápidamente Enid.

Los ojos de Enid fueron directamente a ver un agarre inusualmente fuerte de Wednesday en el sofá. Y luego, su mirada subió para analizar su rostro con algún ceño molesto o algo parecido. Y si bien esperaba todo, no era el caso del que presencio.

El de siempre, frío e inexpresivo.

Si bien podía ver qué el tema era delicado para ella, pero solo fue debido al movimiento corporal que mostró, el cual fue muy mínimo y corto.

Y extrañamente, su pecho se sintió orgulloso con notar algo así en Wednesday.

O traducido como; conocer mejor a Wednesday.

Recordo las palabras de Yoko cuando eran unas simples adolescentes en el tejado de su casa mientras la luna las iluminaba.

"Si quieres saber cuándo sucede algo con una persona, nunca mires su rostro cachorro. Mira, mejor chécate como mueve esas nalgas, digo, el movimiento corporal."

Blonde Wolf - WenclairWhere stories live. Discover now