—¿Puedo cargarte?— Me pregunta Alexander. Miro a mis Daddys buscando su permiso, ellos asienten y estiro mis brazos para ser cargada por su padre.

El me lleva al sofá, se sienta conmigo en sus piernas. Gisselle se coloca a nuestro lado, me mira con una sonrisa hermosas y veo mejor su belleza. Mis Daddys se sientan en el sofá de al frente y nos mira con una sonrisa.

—Ahora cuéntanos sobre ti, linda princesa—

Sonrió, adoro que me digan princesa —¿Que les gustaría saber?—

—Pues tu edad, tus gustos, tus sueños, todo de ti—

—Tengo diecinueve años, cumplo el diez de diciembre y me gusta mucho cocinar, leer libros, ver películas de Disney y jugar con mis peluches—

—¿Y qué tal te tratan tus Daddys?— Pregunta Gisselle acariciándome el cabello.

—Muy bien, mi Papi es el más cariñoso y suele consentirme mucho. Mi Daddys es más estricto y protector, siempre revisa mis tareas y también se encarga de los castigos—

—¿Cuantos castigos has recibido?— Pregunta Alexander.

—Dos— Le digo enseñándoles dos de mis deditos.

—Veo que eres una niña muy buena pero ¿Porque te han castigado?—

—La primera vez le grite muy feo a mis Daddys y la segunda vez hice berrinche y también grite muy feo— Hago puchero triste al recordarlo.

—¿No te gusta ser castigada, cierto?— Vuelve a preguntar Gisselle.

—No, mi Daddy suele darme nalgadas muy fuertes y me deja mi colita roja y ardiendo—

—Oh, pobre bebé— Dice Alexander —Pero si no te gusta los castigos debes comportarte bien—

—Lo sé— Juego con el dobladillo de mi falda —He sido niña mala—

—No es eso, solo que a veces solemos tener ataques de ira— Me dice Gisselle.

—¿También te han castigado?— Le pregunto.

—Sí, muchas veces de hecho— Mira a su esposo y luego a mí —Suele ser castigos muy duros y quedo igual que tu—

—Umm odio los pao pao— Ambas asentimos con la cabeza.

Los hombres solo nos miran con ternura al vernos hablar tan cómodamente. Gisselle y yo hablamos mucho sobre diferentes temas, a ella también le gusta cocinar y me dijo que antes era una Baby muy rebelde, pero se supo controlar un poco. Me contó muchas cosas sobre mis Daddys cuando eran niños, los traviesos y peleones que eran, pero siempre han estado muy unidos.

Gisselle y yo decidimos cocinar el almuerzo, hicimos una rica pasta con albóndigas con mucha salsa. Alexander y mis Daddys salieron al jardín a charlar entre ellos mientras espera por nosotras. Gisselle es muy buena en la cocina, aprendo variedad de cosas con ella y sabe muchas recetas.

—¿Te gusta el jugo natural?—

—Sí, de esa manera tomamos jugo porque en botella no me gusta—

—Vaya, a mí no me gusta comer comidas enlatadas— Sirve la comida.

Llevamos todo a la mesa del comedor, Gisselle sale para llamar a los hombres. Yo me quedo de pie para esperar en sentarme en las piernas de uno de mis Daddys. Ellos llegan miran la comida y sonríe, a mis Daddys les encantan las albóndigas y parece que su padre le gusta de igual manera. Me siento en las piernas de mi Papi, el besa mi mejilla y empezamos a comer. El almuerzo fue tranquilo y cómodo, mis Daddys me daban de comer por turnos. Alexander hacia lo mismo con Gisselle en sus piernas, se notan lo mucho que se aman, quiero llegar a ser así con mis Daddys en un futuro.

—Pronto será la celebración de los tres meses— Habla Alexander —¿De qué tienes pensado disfrazarte?—

—Umm— Miro a mis Daddys, aún no hemos hablando sobre eso —No lo sé...—

—¿Puedo ayudarte con eso?— Me pregunta Gisselle con una sonrisa.

—Claro, si mis Daddys están de acuerdo— Los miro a ver que dirán.

—No tenemos problemas con eso, además nuestra madre tiene experiencia en eso así que puede ayudarte— Dice Daddy.

—Muy bien, entonces tendremos que salir de compras cuanto antes porque un mes pasa rápido y debes de tener tus ropas listas—

Asiento con la cabeza, me agrada mucho Gisselle es como la madre que siempre quise que mi verdadera madre fuera. Después de comer vamos al patio a sentarnos en una mesa con una sombrilla, Gisselle se levantó diciendo que tenía que buscar algo y se fue.

Juego con los dedos de mi Daddy quienes están debajo de mi falda —Daddy, cuidado con las piedritas— Hago puchero.

—No te las quitare— Mira mis uñas —¿No te incomodaron al cocinar?— Niego con la cabeza —Que bueno, quedaron muy bonitas—

—Sí, Cindy es muy buena—

—¿Cindy es tu amiga?— Me pregunta Alexander.

—Sí, es unas de mis amigas—

—Ella es una Baby muy berrinchuda—

—Lo es, a veces me aturde un poco, pero me agrada—

—Ya llegué— Se acerca Gisselle con tres bolsas de regalo en sus manos —Les trajimos regalos de nuestros viajes— Nos da una bolsa a cada uno, pero la mía tiene más cosas —Tus Daddys nos dijeron que te encanta los personajes de Disney pero que Stitch es tu favorito—

Abro mis ojos y saco todo dejándolo en la mesa. Hay muchas cosas, un llavero de peluche de Stitch, un termo de agua de Stitch, una figura mediana de Stitch, unas pantuflas de Stitch y muchas otras cositas. También hay muchas figuritas de las princesas, me encanto mucho de la Cenicienta, Jasmin y Elsa y esto es porque sus vestidos son azules.

—¿Te gusta, hermosa?— Pregunta Alexander.

—Sí, me gusta mucho. Gracias— Me levanto para darles un abrazo y un beso en las mejillas. Alexander me deja sentarme en sus piernas y me pide que le enseñe las cosas —Mira, me gusta mucho esta— Le enseño la figurita de Cenicienta.

—Nos la van a malcriar— Dice Papi con una sonrisa —Luego estará muy apegada a ustedes—

—No le veo el problema a eso, esta nena se nota que le gusta mucho tener atención y amor ¿Cierto, linda?— Asiento con la cabeza, no sabía muy bien de que hablaban porque toda mi atención está en mis cositas nuevas.

Gisselle me ayuda a guardar todo en la bolsa —Daddys...— Bostezo —Tengo sueñito, Daddys—

—Vamos nenas, las llevaré q que tomen una siesta— Alexander se levanta aun conmigo en brazos y Gisselle nos sigue.

—¿Puedo dormir con Gisselle? No me gusta dormir solita— Lo pido con ojitos brillantes.

—Claro, hermosa. Vamos a que duerman un poco—

Miro a Gisselle a nuestro lado, ella también se nota cansada y de seguro esta es su hora de tomar la siesta. Es increíble que después de muchos años ellos sigan siendo Daddy y Baby, aun estando casados y con dos hijos.

Mis Dos DaddysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora