Mis Dos Daddys

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Melody

Ya no me da vergüenza los bikinis, mis Daddys me dieron ánimos de ponérmelos y salir a la piscina con los demás. En realidad, si me ayudó mucho, las chicas tienes sus trajes de baño y ninguna se ve incomoda, aparte de Dayana que ella si se ve algo tímida en estar de esta manera ante varias personas y no solamente nosotros sino los empleados de la casa. Los bikinis de Cindy y Samantha son muy reveladores, tanto que prácticamente veo sus senos y gran parte de su trasero. No quiero ponerme celosa porque mis Daddys no le dan una mirada lujuriosa, ellos solo me miran a mí y ese gesto hace que mi autoestima no se baje más de lo normal.

—Daddy— Estoy sobre las piernas de mi Daddy, miraba el paisaje y el me acariciaba el trasero a su gusto.

—Dime— Aprieta mi glúteo derecho con fuerza.

—¿Te gusta mi cuerpo?— Trato de no sonar tan insegura.

—Claro que me gusta, mi vida ¿Por qué la pregunta?—

—Mmm...— Pienso si estaría bien decirles, pero no quiero mentir —Creo que Cindy y Samantha tienen mejor cuerpo que yo—

—Ninguno se compara al tuyo. Adoro tus tetas, tu trasero, lo estrecha que es tu cintura, tus hermosas manos y tu cabello. Adoro cada cosa de ti, cariño—

Sonrió satisfecha por su respuesta —¿Crees que a Papi también le guste?—

—Claro, él y yo estamos locos por ti— Me baja un poco para quedar frente a frente —Cariño, no quiero que tenga esos pensamientos. Eres perfecta para nosotros y no debes de sentir esa clase de inseguridad, porque en ningún momento te hemos dejado ver que nos desagrada tu cuerpo y nunca lo haremos—

—Entiendo, Daddy— Beso sus labios muchas veces haciéndolo reír.

—Creo que empezaré a ponerme celoso— Miramos a Papi, el viene con un envase de cine, pero en vez de palomitas son muchos snacks, mis favoritos —Cada vez que me voy y regreso los veo dándose mucho cariño—

—Ni hables, cada vez que yo me descuido están ustedes dos teniendo más cosas que un simple cariño—

—No seas llorón, la vez anterior te avisamos— Papi se sienta a nuestro lado.

Rio por sus peleas de hermano, se ven muy infantiles cuando lo hacen, pero bien que la palabra "Infantil" no va con ellos. Regreso a mi posición anterior, mi trasero queda a la altura del rostro de mi Daddy y frente a todos los demás. Como mis snacks sin dejar de ver el hermoso paisaje frente a mí.

—Tíos— Habla Cindy desde la piscina —¿Melody puede venir a jugar?—

—Melody está comiendo, tal vez en unos minutos iremos— Le responde mi Papi.

—¿Y porque ella no puede entrar sola a la piscina? ¿Le da miedo?—

—Melody no sabe nadar como ustedes— Esta vez habla mi Daddy —Por eso entra con algunos de nosotros—

—Ooh ya veo... Entonces la esperamos—

—Tus amigas quieren jugar contigo— Daddy palmea mi trasero —¿Quieres ir?—

Niego con la cabeza —Estoy comiendo, Daddy—

—Está bien, amor—

Me concentro en solo comer mis snacks, si hay comida no hay nadie que me distraiga. Mis Daddys y los demás hablan, pero no tengo no idea de lo que dicen, el ruido que las chicas hacen ni siquiera me molesta. Solo soy yo y mis snacks.

—Vamos nena, a nadar un poco y luego a la cama para tomar una siesta— Hago puchero, no quería volver al agua, pero mis Daddys si quieren.

Ellos entran de primero a la piscina y luego Papi me ayuda a entrar, me sujeta de la cintura. Daddy moja mi espalda y parte de mis brazos. Los demás Daddys también han entrado para jugar con sus Babys.