💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 97: EXTRA 4💕

«Oh, ese chico entrometido otra vez»

Xiao Wenhan no pudo evitar sonreír en su corazón. Él iba y venía, y hasta había cambiado de cuerpo, pero aún había podido encontrarse con ese joven de nuevo.

No habló y negó con la cabeza vigorosamente.

El joven miró fijamente su pierna lesionada, sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo entregó. El pañuelo es un patrón clásico de cuadros de Burberry con una ligera fragancia de gel de ducha en él.

— Puedes vendarlo con esto, aunque puede que duela, pero sangrar no es una solución.

Sus movimientos son naturales y desenfrenados, y puede ver que no le desagrada a pesar de que su posición es diferente, él ahora es un mendigo.

Xiao Wenhan vaciló un rato y tomó el pañuelo, pero aun así inclinó la cabeza y no dijo nada.

— ¿Tienes... hambre?

Le preguntó el joven, como si temiera herir su autoestima

— No quise verte llorar, simplemente me estaba escondiendo aquí y de casualidad te encontré... tengo pan aquí, ¿puedes comerlo?

Sacó un trozo de pan de su bolso y lo puso en las manos de Xiao Wenhan sin ninguna explicación. Xiao Wenhan se quedó atónito durante mucho tiempo, mirando el hermoso rostro de perfil y los ojos ligeramente tristes del joven, y de repente quiso hablar con él.

— Tú, ¿no eres feliz?

El joven se quedó atónito por un momento, y luego levantó las comisuras de su boca burlonamente

— ¿Es tan obvio?

Xiao Wenhan asintió, y el hombre miró el estacionamiento en la distancia, antes de hablar por un momento

— A mi papá no le agradaba desde que era un niño. Ahora que tiene a mi hermano, me odiará aún más en el futuro, pero mi hermano debería ser bueno. Lo he visto antes, aunque tengo mal genio, todavía me gusta ese niño. Hoy escuché que tuvo un accidente automovilístico y quería echarle un vistazo. Pero mi papá nunca me ha sonreído como a él antes. En mi corazón... es un poco incómodo.

A la gente siempre le gusta compartir secretos con extraños, porque no hay carga psicológica en absoluto. Las palabras del joven son muy confusas, y no parece esperar que el pequeño mendigo frente a él lo entienda, pero necesita a alguien que lo escuche.

Pero Xiao Wenhan lo entendió, levantó la cabeza en silencio y siguió la vista del hombre para ver al "pequeño mendigo" en el estacionamiento rodeado por guardaespaldas en la parte delantera y trasera, y Xiao Ji que había estado sosteniendo su mano. El padre y el hijo se fueron juntos, seguidos por filas de limusinas, eran tan grandes, nunca las había visto en su vida.

De repente miró hacia arriba y miró al joven con incredulidad, su boca estaba ronca

— ¿Puedes... puedes decirme tu nombre? Lavaré el pañuelo y te lo devolveré en el futuro.

El joven sonrió y negó con la cabeza, se paró y se estiró

— Olvídalo, te regalo el pañuelo, debes cuidar tus heridas, vivo en la vieja casa de la familia Xiao en la Carretera XX, puedes venir a verme si quieres o si necesitas ayuda en el futuro. Gracias por escucharme hoy. Por cierto, mi nombre es Xiao Zhan.

Sacó todo el dinero de su bolsillo, mucho dinero, y lo metió todo en la mano Xiao Wenhan, sonrió y se alejó.

Xiao Wenhan abrió la boca y quiso llamarlo, pero las lágrimas cayeron.