💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 97: EXTRA 4💕

Al ver el dinero, el pequeño mendigo abrió los ojos y corrió hacia él como loco, Xiao Wenhan lo persiguió, no lo dejaría ir tan fácil.

La gente a su alrededor estaba mirando con ojos fríos, nadie ofreció una mano amiga, el pequeño mendigo vio que nadie lo detenía y se volvió aún más arrogante, giró la cabeza y le escupió a Xiao Wenhan.

Tan pronto como giró la cabeza, Xiao Wenhan saltó hacia adelante y agarró la ropa del pequeño mendigo con una cara fría

— ¡Devuélveme el dinero!

Los dos estaban peleando, Xiao Wenhan pateó el vientre del pequeño mendigo. El pequeño mendigo resopló y salió volando, pero aun así no se olvidó de sujetar el brazo de Xiao Wenhan que sostenía dinero.

Xiao Wenhan y el pequeño mendigo cayeron al suelo al mismo tiempo, y después de unas vueltas, cayeron en medio de la carretera. En ese momento, un camión se dirigía a toda velocidad hacia ellos...

¡Bam!

Un fuerte ruido se escuchó en sus oídos, Xiao Wenhan cerró los ojos abruptamente y volvió a la realidad, pero el viento frío a su alrededor seguía siendo frío.

Se estremeció, mirando su pierna rota, resultado del accidente, y la herida ensangrentada, resultado de la pelea de hacía unos momentos, sentía que el invierno no pasaría nunca.

Cuando abrí los ojos en el hospital, el mundo entero había cambiado.

Se convirtió en ese pequeño mendigo sucio, su cuerpo estaba sucio, su cara estaba sucia y sus uñas estaban llenas de barro negro, pero su cuerpo original, ahora contenía a otra persona.

Vio al legendario padre rico Xiao aparecer finalmente, abrazando su cuerpo como si fuera un tesoro y le decía

— Wenhan, ven a casa con papá. Papá tardó en llegar y casi te pierde.

Después de esperar tantos años, finalmente vio a su padre biológico, pero escuchó el grito de "papá" proviniendo de su cuerpo, su cuerpo tenía lágrimas de alegría. Después, vio un drama de padre e hijo reencontrándose por primera vez.

Él nunca lloró, pero ese día le salieron unas cuantas lágrimas, quería decirles a todos que él era Xiao Wenhan, pero nadie le creyó, todo había desaparecido.

Su madre le había dicho que su destino sería malo, en todos lados, y efectivamente, tan pronto como dejó el caparazón de Xiao Wenhan, el pequeño mendigo en su cuerpo, inmediatamente se convirtió en un joven amo y rico. En cambio, él, tuvo que enfrentar la vergüenza de que el médico lo echara del hospital porque no tenía dinero para pagar.

El hospital que rescata a los heridos es nada menos que el infierno indiferente para exprimir sangre humana, mientras no tengas dinero, lamentablemente, a nadie le importará tu vida o tu muerte.

Su pierna estaba gravemente herida y todavía sangraba cuando salió del hospital, salió cojeando y con su única navaja en su bolsillo.

La luz del sol fuera del hospital era perfecta, se acuclilló en el jardín del hospital, hundiendo la cabeza en sus rodillas con cansancio. El mundo era tan grande, pero no había lugar para él.

— ¿Estás bien? Derramaste mucha sangre...

La voz de un joven de repente sonó, su tono mostraba cariño, era una voz limpia y clara, lo que le dio a Xiao Wenhan una inexplicable sensación de familiaridad.

Lentamente levantó la cabeza, el sol sobre su cabeza era demasiado fuerte. De pie frente al sol, la persona frente a él parecía brillar, la persona lo estaba mirando con sus ojos entrecerrados.