Capítulo 2

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El concierto ha sido un éxito y el abrazo de Will junto a todo el equipo tras bajar del escenario me lo confirman. También lo hacen las críticas de los medios de comunicación. Mientras vamos de camino al hotel miro las redes sociales y no se me pasa por alto la crítica negativa (aunque prefiero llamar crítica constructiva) hacia uno de los outfit que elegí para la presentación. Se encargaron de tacharlo de vulgar y "muy descubierto", pero lo cierto es que me sentí poderosa sobre el escenario, sexy y cómoda con la minifalda y las medias de mallas que cubrían mis piernas. Ni hablar de las botas de tacón repletas de purpurina rosa que me regalaron uno de los patrocinadores. Me hicieron sentir cómo una diva.

Lo que uso en cada concierto, evento e incluso a diario es porque me gusta y quiero. No soy de llevar nada por compromiso o porque me estén pagando por ello. Si bien es cierto que una parte de mi carrera se debe a las publicidades y colaboraciones con otras marcas, tengo mi propio criterio, cláusulas y exigencias a la hora de hacerlas. Si alguien quiere trabajar conmigo debe seguirlas. Es algo que me caracteriza y me hace sentir bien conmigo misma.

Llegamos al hotel cinco estrellas dónde me espera un evento del lanzamiento de la nueva colección de moda de una marca muy famosa. Me siento cansada y solo tengo ganas de ir a la habitación que me han asignado a darme una ducha caliente y dormir, pero debo cumplir lo pautado.

Durante el trayecto me he cambiado de ropa, he optado por un vestido largo de color rosa pálido ajustado al cuerpo y de tacto suave como la seda.

- ¿Te gusta como me veo? - le pregunto a Megan, mi estilista y amiga, que está sentada a mi lado. Yo no puedo verme entre la oscuridad y la incomodidad de estar en la parte trasera de la camioneta.

- Estás preciosa, Sammy - me llama así de cariño - vas a deslumbrar cómo siempre.

El brillo en sus ojos me hace saber que es verdad. Si hay algo que me gusta de ella es su sinceridad.

- Perfecto - sonrío satisfecha.

Arreglo y peino mi melena castaña con mis propios dedos, colocando la mayor parte del cabello hacia un lado, es como más me gusta llevarlo y Megan se encarga de hacer relucir mi rostro con un maquillaje suave y delicado, nada recargado. Cuándo acaba, guardo el móvil en la pequeña bolsa a juego y ya estoy lista para encontrarme con la multitud de fans que hay a las afueras del hotel.

Todo el recinto esta repleto de seguridad y por vallas que nos permiten fácil acceso a las instalaciones, sin embargo decido usar un poco de mi tiempo para hacerme unas fotos con los fans que se han tomado la molestia de venir hasta aquí y esperarnos.

Mantenerme en contacto con ellos es una de las cosas que mas me gusta de mi trabajo, además, lo veo como una forma de agradecerles todo lo que hacen por mí. Porque puede que suene cursi y repetitivo, pero me debo a ellos.

Los flashes pretenden dejarme a ciegas justo cuando paso por la zona de los camarógrafos. Poso para ellos, dispuesta a darles una dosis de la naturalidad y picardia que se apoderan de mí cuándo tengo una cámara delante. Hago muecas y gestos divertidos, jugueteo con las cámaras y sonrío con ganas, porque aunque esté cansada, cuando siento el cariño del público mis emociones se transforman y siento que puedo con todo.

Mis fuerzas se elevan aún más cuándo Will aparece y rodea mi cintura con uno de sus brazos, juntando nuestros cuerpos de un costado. En ese momento los flashes se disparan el triple que antes y solo veo luces blancas por todas partes. Si hay algo que me ha quedado claro es que a la prensa y el público les encanta vernos juntos.

- Estás muy guapa esta noche - me dice al oído, de manera que sólo yo puedo escucharle.

Me estremezco por dentro porque sus palabras tienen mucho efecto en mí aunque él no lo sepa. Al menos no conoce del efecto real.

- Tu tampoco estás nada mal - le contesto al oído, en broma y riendo, porque él sabe que siempre le veo guapo. Me encargo de decírselo cada vez que puedo.

Él sonríe en respuesta y por un par de minutos más dejamos que nos fotografíen juntos. Luego Will me toma de la mano y me conduce a otro punto de la alfombra roja donde hay otra multitud de personas. En ese momento nos dedicamos a firmar fotografías e incluso posters de la última gira de mis conciertos.

Le veo alejarse y tomarse fotos con unas chicas para luego firmar un par de playeras que le entregan. Yo hago lo mismo y nos mantenemos en ello durante un rato.

No sé cuánto tiempo transcurre hasta que de repente alzo la vista hacia las tantas personas y mirando a lo lejos, le veo. Veo esa figura que no olvidaría nunca.

Desde pequeña soñaba en convertirme en una superestrella y fantaseaba con firmas y verme rodeada por personas que seguían mi música, mis letras y canciones, que se identificaran con ellas y que las sintiesen tanto como yo. Recuerdo que en ocasiones, al dormir, soñaba de verdad con eso y aquellos sueños parecían ser tan reales que cuándo despertaba, me levantaba con la ilusión en su máximo esplendor y con ganas de escribir más canciones de las que ya acumulaba en mi cajón.

Algunas veces esos sueños se veían arruinados por la presencia de una persona.

Le veía entre la multitud, sonriendo con tal malicia que me ponía los nervios de punta, muerta de pánico. Era mi padre, desaliñado y sucio, como un indigente. Me saludaba con una mano como si no hubiesen transcurrido tantos años desde que decidió marcharse.

En la realidad, desde que se fue de casa y nos abandono a mi madre y a mí cuando tenia doce años no supe más de él. Para ese momento estaba pequeña y no entendía muchas cosas, no entendía por qué se había ido.

Cuándo me hice mayor contacté con un investigador privado y supe que estaba viviendo en Florida y que había formado una nueva familia. Aquello basto para no buscarle más. Si él había decidido dejarnos, yo no era nadie para obligarle a volver.

Desde los doce años he tenido muchas pesadillas de ese tipo, pero hasta ahora ninguna se había vuelto realidad.

Ahora allí estaba él, Peter Wayne, saludándome entre la multitud como lo hacia en mis pesadillas. Solo que no lucia como un indigente, más bien lo contrario. Llevaba puesto un traje y lucia un corte de cabello perfecto, como todo un empresario o presentador de tv.

No fui capaz de decir ni hacer nada. Me quedé helada, incapaz de reaccionar. Sentí como las piernas me temblaron y aunque no pude verme, supe que mi semblante había cambiado. Mi cuerpo perdió fuerzas y solo fueron las manos de Will las que pudieron sostenerme.

- ¿Qué pasa, Sam? Estás pálida, ¿estás bien?, te ves...

- Es él, está aquí - murmuré con voz quebrada mientras intentaba señalar en dirección a dónde se encontraba Peter.

- ¿Quién, dónde? - miró deprisa a dónde le señalaba - no veo nada, Sam.

- Peter - dije entrecortado - he visto a Peter, y es real, te juro que no han sido esas pesadillas... - comencé a sollozar, olvidándome del lugar dónde nos encontrábamos.

Will se apodero de la situación y me sacó en un instante para evitar que se formara un escándalo. Me llevó hasta la recepción del hotel y luego, no supe cómo, acabamos dentro de un cuarto de la limpieza. Lo supe porque de repente estábamos rodeados de escobas, fregonas, cubos y muchos productos de limpieza.

Hizo que me sentara sobre el escalón de una escalera de metal y se puso de rodillas frente a mí para quedar a la misma altura.

Sujetó mis manos con las suyas para impedir que siguieran temblando.

- No quiero verlo, Will, va a hacerme daño. ¿Qué hace aquí?, si nunca le he importado.. - comencé a decir entre sollozos.

- Está todo bien, Sam. No va a pasarte nada. Está todo bien. - me repitió muchas veces la misma frase - estoy aquí contigo y no voy a dejar que se te acerque.

Las lágrimas comenzaron a salir de entre mis ojos y solo sentí un ligero alivio cuando sus brazos me envolvieron en un cálido abrazo. Hundí mi cabeza en su hombro y di rienda suelta a mis emociones.

Aunque ahora era una mujer de 26 años en ese instante me sentí como aquella niña herida de 12 años que se sintió desprotegida, desvalorizada y abandonada por el hombre que ella más quería.

Peter era la persona qué más había llegado a decepcionarme en toda la vida. Y a día de hoy seguía sin superarlo.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Aug 16, 2023 ⏰

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