── Ponte unas rolitas ── Dijo Ari mientras arrancaba el auto y comenzaba a conducir ── De esas que te gustan a ti.
── No se diga más ── Madison sonrió ampliamente y tomó el celular de Ari para poder poner la música, conectó el Bluetooth, buscó Spotify y comenzó a buscar una de sus canciones favoritas del momento, Doin time de Lana Del Rey, comenzó a sonar por los parlantes del auto de la mayor ── Ese si es un temazo.
── No se que vergas dice pero se oye bien chingona ── Madison soltó una risa ── Me gusta, me gusta, si le sabes mija.
── Obvio jefa ── Madison dejó el teléfono de la mayor en sus piernas y tarareo en voz baja la letra de la canción ── ¿Ama irá al entrenamiento de la Rivers?
── Creo que si, porque me dijo que Filis ya estaba mejor de la gripa ── Comentó Ari ── Ojala si vaya asi las cuatro nos agarramos a vergazos.
── Un desvergue del bueno se va armar ── Apoyó Madison ── Solo no me noqueen, quiero vivir todavía.
── ¿Quieres seguir chingado al Aldo?── Madison miró a su cuñada y asintió, hacerle la vida cuadritos a Aldo era su cosa favorita en todo el mundo.
── Por supuesto que quiero, joder a ese pendejo es una de mis cosas favoritas, es tan divertido ver como se estresa y pierde la paciencia ── Comentó Madison con una sonrisa divertida ── Lo disfruto mucho, corrección, lo disfruto demasiado.
── Yo pensé que te gustaba ── rió levemente Ari, Madison por su parte abrió los ojos y negó varias veces ── Solo digo, tranquila ──Soltó una risa ── No te me ataques.
¿Gustarle Aldo?, eso jamás.
── ¿Gustarme esa cosa?, por favor ── Dijo la colombiana ── Ni aunque fuera el último wey en el mundo, yo no me fijaría jamás en él. Aldo es tan irritable, me estresa, se cree el chistoso, bromea y después no se lleva, es un pendejo inmaduro.
Madison desde la primera vez que conoció a Aldo no le agrado en lo absoluto, o bueno, más bien tuvieron una mala primera impresión del otro y pues al final no se tomaron el tiempo de conocerse bien.
── Aun no entiendo el porque se odian tanto ── Madison suspiró y miró a su cuñada ── Él es bien buena onda, es guapo, chistoso, educado, gentil, perfecto para ti Mads ── La colombiana hizo una mueca de asco ── No seas grosera.
── ¿Qué cara quieres que ponga cuando dices que el pendejo ese es perfecto para mi? ── Cuestionó la colombiana ── Dímelo tú.
Ari miró de reojo a su cuñada y negó, Madison era una mujer bastante especial ── El punto es que, deberían intentar llevarse mejor, quien sabe y si cuando arreglen sus diferencias pueden ser grandes amigos o algo más, ya sabes como dicen por ahi, los que se pelean se aman o incluso se desean.
── ¡Que asco!── Chilló la colombiana, Ari comenzó a reír ante la reacción de la chica ── No mames Abril, yo nunca andaría detrás de las carnes de ese wey, ni loca.
── Nunca digas nunca mija ── Canturreo Ari con una sonrisa divertida.
Madison estaba más segura de sus palabras, ella jamás caería ante Aldo, osea, lo odiaba.
O talvez no era asi.
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