—Mi gatita— Acaricia mi cabello —Como te eche de menos—

—Y yo a ti Daddy— Beso su mejilla. El me baja con cuidado y toma mi mochila —Pensé que el chofer vendría por mí—

—Lo mande a su casa. Hoy pude salir más temprano y lo quiero aprovechar para llevar a mi nena a comer un rico helado—

—¡Si! Me encanta el helado— Doy pequeños brincos, Daddy abre la puerta para que pueda entrar. Al hacerlo, el me abrocha el cinturón, deja mi mochila en los asientos de atrás y luego rodea el auto para subirse.

Pocos minutos ya estamos en la tienda donde venden muchos postres, no solo helado. Daddy me pide un helado con dos bolitas, uno de chocolate y el otro de menta con chocolate. Daddy pide dos cafés a lo que yo lo miro sin entender.

—Vamos cariño— Me lleva a una mesa alejada de los demás.

—¿Daddy, porque pediste dos cafés?— Pregunto con duda.

—Ya lo veras cariño— Me guiña un ojo y mira hacia afuera —Ahí viene la razón—

Miro hacia donde él lo está haciendo —¡Papi!— Digo feliz al verlo salir de su auto.

Él nos mira con una sonrisa y entra al lugar para acercarse a nosotros. Besa mis labios y le da un movimiento de cabeza a Daddy como saludo.

—Me escape de la oficina— Se sienta a mi lado —Quería ver a mi linda Melody—

Me acerco más a su cuerpo buscando mimos de su parte —Cita, cita—

—Sí, hace mucho que no tenemos una cita con nuestra Baby— Habla Daddy con una sonrisa en su rostro —Debemos aprovechar estas horas libres—

Nos traen nuestros pedidos, Papi se asegura que no mache mi ropa. Los tres hablamos de nuestros días, Papi ha tendió un día ajetreado, pero se ha podido escapar un rato. El día de Daddy ha sido como el mío, aburrido y lento.

—Nena— Miro a mi Papi mientras me llevo una cucharada de helado a mi boca —¿Te acuerdas cuando te comentamos sobre ir a nuestro verdadero hogar?— Asiento —Bueno, hemos decidido en regresa a vivir a nuestra casa—

No logro evitar colocar mi rostro triste -Sabemos que adoras el departamento— Habla Daddy —Pero te aseguramos que en la casa estaremos más cómodos. Podrás tener una habitación especial más grande, nuestra habitación será más espaciosa y cómoda para los tres, podremos ver una película en la sala de televisión, un hermoso jardín— Toma mi mano sobre la mesa —Además que la cocina es el doble de grande que la del departamento—

Mis ojos brillan al escuchar eso ultimo —¿Mas grande?— Ok, ya con eso me convencieron.

—Si, en ella puedes hacer varias cosas y les será más cómodo hacer las galletas cuando los chicos vayan— Me dice Papi con ilusión —Te encantara mucho, mi amor, ya verás—

-Bueno pero cuando nos vayamos a mudar que sea el sábado e invitar a nuestros amigos para hacer las galletas y se queden conmigo para hacer una pijamada ¿Trato?—

—Hecho— Dicen al mismo tiempo.

—Ahora termina tu helado, hermosa princesa— Papi bebe de su café.

En realidad, no quiero irme del apartamento, es cómodo e íntimo, solo mis Daddys y yo. Espero que en esa casa sea igual, no me gusta estar con personas que no conozco y mucho menos que se encarguen de cosas que yo puedo hacer sin problemas.

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Al llegar a casa después de tomar una rica siesta y almorzar algo tan delicioso como lo es la pasta, nos encargamos de hacer nuestras maletas. Daddys tuvieron que buscar cajas para poder colocar todas mis pertenencias como mis libros, peluches, utensilios de cocina y demás cosas que no puedo guardar en las maletas.

Me da nostalgia tener que dejar el lugar, aquí es y será nuestro primer nido de amor. Aquí he reído, llorando y disfrutado con mis Daddys. Iba a extrañar nuestra cama, ya me había acostumbrado a dormir en ella siempre y tener mis siestas en ella. También iba a extrañar la vista a la ciudad y escuchar el ajetreo de ella.

—Mi amor— Miro a Daddy —Quita esa carita, mi vida— Coloca sus manos en mis mejillas acariciándolas —Veras que será más cómodo y podrás estar cerca de tus amigos—

—¿Mmm?— Ladeo mi cabeza sin entender.

—Nosotros vivimos en una pequeña e íntima residencia de casas, una de ellas es de Eva, ella vive allí con Cedric y Jonathan. Dorian también le pertenece una, pero él y Samathan se mudarán en unos días después de nosotros. Marcos y David son dueños de la última casa, eso fue un regalo que le hicimos a ellas hace mucho tiempo por ser tan fieles y confiables—

Sonrió con ternura al escuchar lo último, sé que, para mis Daddys, Marcos y David son muy importantes para ellos. Prácticamente se criaron juntos, los abuelos de mis Daddys se encariñaron mucho con ellos y les dejo partes de su herencia a ellos. Pero ahora ellos son mano derecha de cada uno de mis Daddys, ya no son asistentes, ahora mis Daddys los nombraron vicepresidente a cada uno en las empresas. Los dos merecen mucho ese puesto.

—Son muy buenos Daddy, me gusta mucho su amistad—

—Ellos son más que nuestros amigos, son como hermanos y los queremos mucho— Besa mi frente —Ahora vamos a terminar para ordenar que se lleven las cosas—

Asiento con mucho más entusiasmo que antes, me encanta la idea que podre estar cerca de mis amigos y que podamos vernos más seguido. Ya estoy deseando que sea sábado para verlos y divertirnos juntos.

Mis Dos DaddysWhere stories live. Discover now