luis serra. ─── witch hunter au!

195 13 1
                                    


1/2

Luis Serra witch hunter x witch fem! oc.

TW: Violencia, lenguaje soez, mención de abuso infantil.

Iria's pov.

Mi pecho subía y bajaba frenéticamente mientras mis manos cubrían mi boca con fuerza dentro de aquel armario de madera oscura. Desgraciadamente, no era la primera vez que pasaba. Tampoco sería la última. Todas las brujas estábamos destinadas a lo mismo: a huir, a escondernos. Pasara lo que pasara.
Corrían tiempos oscuros para nosotras, éramos vistas como monstruos, como amenazas, y realmente lo éramos, pero lo que realmente era peligroso era su desconocimiento. Cualquier mujer que supiera leer, escribir, que tuviese ambiciones, carácter, cualquier mujer que no se adaptara a su ideal de feminidad, cualquier mujer que manifestara su deseo sexual; cualquier mujer estaba en peligro.
Valdelobo era conocido como la capital nacional de la quema de brujas, cada vez que se "encontraba" a una, se la ataba en medio de la plaza y se la quemaba viva, y todos los vecinos se agrupaban en corro alrededor de la víctima para verla arder mientras estallaban en gritos de júbilo. Hombres mirando con orgullo, niños llorando con emoción, mientras nosotras no podíamos hacer nada más que callar y fingir disfrutar de aquella dantesca escena.
Ellos eran los que debían arder, ellos debían ser el alimento de las llamas, no nosotras. Si antes éramos una amenaza, ahora lo éramos más. No había bruja que no deseara ver envuelto a aquel pueblo en un enjambre de fuego, humo y cenizas, y pronto ocurriría, o eso esperaba.
Volviendo a mi angosta situación, hacía ya unas semanas que llevaba escondida en aquella casa a las afueras del pueblo. Era una cabaña de madera de dos pisos que llevaba abandonada desde hacía ya varios años. Nadie se acercaba a ella, jamás, por eso las brujas la tomamos como punto de encuentro para nuestros aquelarres. Nos reuníamos cada cierto tiempo, de noche, cuando todos dormían. Sin embargo, aquel lugar se había convertido en mi hogar desgraciadamente.
La seguridad del pueblo se había reforzado, la iglesia de "Los Iluminados" había creado un pequeño ejército de cazadores de brujas que patrullaba día tras día por la zona en busca de cualquier pobre mujer que entrara en sus características de lo que ellos pensaban que era una bruja. Desgraciadamente, esto llevó a la quema de muchísimas mujeres inocentes que ni siquiera sabían a ciencia cierta lo que era la brujería. Yo había sido sospechosa en alguna ocasión, no por ningún descuido, sino por ser amiga de algunas de las víctimas. Ninguna de ellas había practicado brujería en su vida, ni siquiera tenían ningún don. Se llamaban Nala y Tatiana. Nala sabía leer porque su padre la enseñó. Tatiana se enfrentó a un guardia cuando esté la confundió con una prostituta. Ambas fueron acusadas por realizar uso de la magia y a ambas tuve que verlas ser devoradas por las llamas, sin poder hacer nada. Por eso, tuve que huir.
Aquella mañana me había despertado temprano y había salido al bosque a recoger huesos de animales que ya habían fallecido hacía tiempo. Cuando estaba entrando en casa, vi a lo lejos a dos hombres montados a caballo que vestían el uniforme de cazadores: una chaqueta de cuero marrón con bordados dorados y pantalones oscuros. No sabía si me habían visto, pero lo confirmé cuando una vez ya dentro, comenzaron a aporrear mi puerta. Hubiera podido simplemente abrirles y responder con naturalidad de no haber sido por ser una maldita sospechosa, así que tuve que optar por esconderme, porque cuando quise huir por la ventana, ellos ya habían entrado. Fue así cuando acabé en el armario de una de las habitaciones del piso de arriba.
Escuchaba sus pasos recorrer la casa con lentitud y precisión, estaban investigando cada habitación con precaución.

- ¿Dónde coño se ha metido? - escuché decir a uno.

- No lo sé, sigue buscando. -dijo el otro.

Obligué a mi cuerpo a no moverse ni un solo centímetro para no hacer ruido, apreté mis dientes con tanta fuerza que pensé que se partirían y cubrí mi boca todo lo que pude. No podía dar señales de vida, si no, me matarían y no podría estar allí cuando nuestra venganza fuera llevada a cabo.
Escuché pasos rápidos subiendo por las escaleras, la madera crujiendo tras ellos. A juzgar por lo que escuchaba, parecía que había subido solo una persona. Traté de relajarme, si era lo suficientemente rápida, quizá podría encargarme de él sin hacer ruido. Escuché cómo entraba en cada una de las habitaciones hasta que finalmente, atravesó la puerta de la estancia en la que me encontraba. Sentía que mi corazón estallaría en cualquier momento y que mi estómago pedía a gritos vomitar, pero ignoré a los dos, no era el momento. El hombre continuó caminando por cada rincón, escuché cómo se detuvo frente al armario. Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin que pudiera detenerlas, aquel era mi fin. No podría ver a Valdelobo ardiendo, no podría vengar a Nala y a Tatiana, no podría volver a hacer brujería; en cuestión de menos de una hora, estaría atada a la madera, siendo quemada viva mientras todos me miraban con alegría, alegría por mi sufrimiento.

⤿ resident evil. ━━━━ au'sWhere stories live. Discover now