Se separaron debido a la falta de aire, ambos con las respiraciones agitadas. La emoción ahoga sus cuerpos, Qin en su emoción estaba por llevarse cargando a su acompañante directo a su palacio, pero recordó algo realmente importante, tras meses de conocer a Shui aún no le desvela cierta verdad que le dijo a medias. Ahora no encontraba las palabras para contarle que él era el emperador, valla problema tan poco usual. Le preocupaba un poco la posible reacción qué podría llegar tener su enamorada, así que decidió dejar ese asunto para el futuro. Por lo mientras gozaría de su presente alado de la mujer que le estaba haciendo perder los estribos.
Antes que nada, decidió dedicarle unas dulces palabras.
-Hay tantas cosas que valoro de ti... tu valor de la honestidad y autenticidad son unas de ellas- El Emperador tomo aire y suspiro -Jamás creí que conocería a alguien que me dejara ver tal cual su ser, bueno... no tan solo ver, si no también formar parte de él. Me tienes tan mal por ti- al finalizar sus palabras volvió a unirse con Shui en un beso lleno de pasión.
-No sé como explicarte todo lo que me haces sentir... - dijo Shui agitada.
-No hace falta, sé que es lo que sientes- Qin se negaba a separarse de ella, el éxtasis qué le generaba estar de esa forma con ella no lo deseaba detener. Otra vez la falta de aire los hizo detenerse.
Shui puso su mano sobre la boca de Zheng al presentir qué la volvería a envolver en otro embriagante beso.
-Espera, me robas el aire- dijo entre risas. -Necesito pensar un poco... -
-¿Necesitas pensar antes de besarme? - pregunto Qin en tono sarcástico.
-No es eso... No sé qué haré con mis padres- exclamó un poco preocupada.
-¿Por qué piensas en ellos en una situación así? - hablo entre risas.
-Es complicado. No sabía cómo decírtelo, pero ellos ya tenían en mente casarme con alguien más, creo que todo está casi completamente preparado, y estaba por resignarme, pero esto realmente cambia todo... - suspiro al finalizar sus palabras.
"lo honrados qué se sentirían si supieran que te estás viendo a escondidas con el emperador" pensó en contestar eso Qin, pero era un poco inapropiado para la seriedad del asunto.
Le estresaba ver como su amada se consumía en su angustia sabiendo que el asunto se resolvería con mucha facilidad si tan solo le dijera la verdad, pero tampoco sentía que fuese ese el momento perfecto como para desvelare todo.
-Estar tan tensa no te hace para nada bien, tan solo disfrutemos de este momento juntos, sí? - dejo más de un beso en la mejilla de Shui con dirección hacia sus labios.
-Perdona, pero no puedo- mencionó para luego alejarse un poco de su acompañante.
Ante la negativa de Shui idealizo un plan que pondría fin a los problemas de la mujer.
-¿Qué te parece si en esta ocasión dejas que yo arregle el asunto? - propuso Qin con un tono relajado.
-¿Qué harás? - le preocupaba que hiciera algo demasiado precipitado.
-Déjamelo a mí, dame un par de días para pensarlo bien y no hacer algo que puedas considerar como... "imprudente"- acto seguido le dio un pequeño beso en la frente para tranquilizar a su alterada amada. La cual dudo por un par de instantes, pero decidió dejarlo en sus manos.
-Confío en ti- Seguido de sus palabras le regalo un beso en la mejilla a el hombre. Este respondió con un abrazo para luego recostarse en el suelo con la mujer sobre su pecho.
Pasaban las horas en las cuales hablaban sobre cualquier tema. En un punto la mujer al estar poco acostumbrada a desvelarse se quedo dormida, Qin por más que quisiera seguir viéndola dormir tan pacíficamente sobre él, tenía que llevarla a su hogar, además de que era una muy buena excusa para averiguar donde vivía, consideraba importante el saberlo, ya que era fundamental para el plan que estaba idealizando con respecto a resolver el problema que le generaba sus padres de la fémina a Shui.
-Amor mío~ despierta, este lugar no es el más adecuado para dormir- le susurro en el oído a la mujer que yacía somnolienta en su pecho. -Permiteme llevarte a tu hogar-
Pará su buena suerte Shui respondió con un sonido de afirmación, al instante el emperador se levantó con ella en brazos y procedió a seguir las indicaciones de le daba la mujer, y tras unos poco minutos de caminata llegaron, Shui estaba por disponerse a bajar de sus brazos y entrar a su casa, pero Ying Zheng se lo imposibilitó. La sostuvo fuerte en sus brazos y de un momento a otro, en completo silencio estaban dentro de su casa, en el patio delantero. Shui estaba atónita, no podía creer lo rápido, ágil y sigiloso qué podía llegar a ser su amado.
-Te veo en un par de días con la solución a tus problemas, linda~ - murmuró con un tono coqueto en el oído de Shui para luego darle un último beso. Al separar sus labios Shui abrió sus ojos y noto que Zheng ya no estaba ahí. Se quedo estática por unos instantes para luego dirigirse hacia su habitación y quedarse completamente dormida al estar entre sus cobijas. Durmió como nunca antes aquella noche.
En cuanto a Qin Shi Huang, él se apresuró a llegar a su palacio. Al llegar necesitaba de su consejero más afín a él, eran cerca de las cuatro de la mañana así que tuvo que mandar a despertarlo. Poco después de que el hombre entrará a la oficina/despacho del emperador, luego de ello el emperador le informo que deseaba casarse con una dama; la noticia dejo completamente perplejo a su consejero, fue demasiado intempestivo, un día estaba terco con que se sentía asfixiado con la insistencia del matrimonio y primogénito qué le expresaba, y al otro día le pedía el empezar a organizar todo. Lo que le pedía era algo relativamente fácil, solo era cuestión de organización, pero su duda ahora era el cómo había conocido a la chica de la que le hablaba, la ubicación de la mujer era alejada del palacio, y estaba siendo muy específico con lo que pedía, así que no le cuadraba el cómo le había surgido la idea de contraer matrimonio con específicamente esa mujer y lo esporádico qué estaba siendo.
No le quedo otra más que acatar ordenes, además, tarde o temprano llegarían las respuestas a él así que decidió no cuestionar nada.
La mañana llego con normalidad para Shui, lo único anormal era la jaqueca que tenía, pero aun así siguió con normalidad sus actividades.
La mañana del emperador era muy ajetreada, tuvo que conseguir los planos del pueblo de Shui, lo consideraba esencial, por su parte estaba empezando a considerar que su plan podría llegar a parecerle algo vergonzoso e impactante a Shui, pero iba a tomar ese riesgo, asimismo creía que era una muy buena manera de pedirle matrimonio.
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Espero que les guste el capitulo, estaré actualizando relativamente rápido.
En fin, hasta el próximo capítulo.
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𝓣𝓸𝓰𝓮𝓽𝓱𝓮𝓻 𝓾𝓷𝓽𝓲𝓵 𝓽𝓱𝓮 𝓫𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻 𝓮𝓷𝓭 ♡𝓠𝓲𝓷 𝓢𝓱𝓲 𝓗𝓾𝓪𝓷𝓰
Любовные романы-"¿𝓔𝓼𝓽𝓪𝓻á𝓼 𝓬𝓸𝓷𝓶𝓲𝓰𝓸 𝓱𝓪𝓼𝓽𝓪 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓪𝓻𝓰𝓸 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵...?" 𝐄𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐢𝐠𝐮𝐚 𝐜𝐡𝐢𝐧𝐚, 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨𝐬 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞𝐥𝐚𝐳𝐚𝐛𝐚𝐧 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐡𝐢𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐭𝐚𝐩𝐢𝐳 𝐜𝐞𝐥𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚𝐥, 𝐯𝐢𝐯í...
