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La cruda moral era la peor parte después de beber.

Se encontraba en la habitación de Liam, o mejor dicho, la habitación que solían compartir cuando aún eran pareja. Su ropa había sido cambiada y supo por el mal sabor de boca que tenía en esos momentos, que había vomitado la noche anterior.

Se incorporó en la cama hasta quedar completamente sentado.

¿Otra vez había mostrado un lado patético a Liam?

Quería recordar lo que habia hecho o lo que llegó a decir, sin embargo el intenso dolor de cabeza no lo dejaba pensar en nada.

Zayn camino fuera de la habitación para intentar encontrar a Liam. Aunque no recordaba nada de lo que había hecho, estaba seguro que le debía una disculpa por su mal comportamiento.

—¿Liam? —hablo Zayn con duda al escuchar voces desde el exterior

La espalda de Liam fue lo primero que vio en cuanto llego a la sala. Él se encontraba sosteniendo la puerta principal mientras hablaba con la persona del otro lado de la puerta.

—Creo que es él —comento una voz suave —¿Debería saludar?

El tono burlón no paso desapercibido para Zayn. No tuvo que ser un genio para saber quien se encontraba frente a Liam en esos momentos.

—Scott —advirtió Liam

Volteo la cabeza solo un momento para ver cómo se encontraba Zayn y no pudo evitar fruncir el ceño ante el desalineado aspecto que presentaba.

Solo entonces Zayn fue consiente de la situación.

El amante de su aún esposo estaba en la puerta de su casa, posiblemente luciendo increíble; mientras tanto, él acababa de despertar después de haber bebido toda la noche.

Aun no se veía a un espejo pero estaba seguro que se veía terrible.

—Cariño, solo voy a decir hola

Liam suspiro resignado.

—No está en condición de...

Liam fue hecho a un lado dejando pasar a un chico rubio que Zayn conocía muy bien por las fotos de la empresa que Liam le había mostrado en algún momento.

Scott, su secretario.

Scott, el que siempre tenía buenas ideas.

Scott, el que le llevaba el almuerzo todos los días.

Scott, el que es agradable y atractivo

Scott, quien ahora estaba frente a él sonriendo con superioridad y mirándolo con lastima.

El perfecto y lindo Scott.

Zayn apretó los puños a sus costados y bajo la mirada con vergüenza.

A comparación, él era penoso.

—Me alegra poder saludarte finalmente —comento con falsa suavidad —Aunque Liam nunca hablo de ti yo aun así quería hablar contigo al menos una vez.

Zayn mordió sus labios con fuerza.

¿Nunca habló de él?

¿Tanta pena daba?

—Scott, por favor vamonos —Liam tomo su brazo con suavidad

—Bueno, fue un gusto —se despidió Scott con un tono alegre

Zayn se quedó en la misma posición y no fue hasta que escucho el ruido de la puerta al cerrarse que reaccionó.

Llevo su mano hacia sus mejillas esperando encontrarlas humanas, pero se sorprendió al darse cuenta que no estaba llorando.

¿Finalmente se había quedado sin lagrimas?

No.

Es solo que se sentía vacío.

Tan vacío que ni siquiera tenía lágrimas para llorar.

Se sentía humillado.

Se sentía acabado.

Se sentía...

Se sentía como si todo su interior se hubiera roto en pedazos y ya no tuviera arreglo.


SorryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora