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Un plazo de tres semanas para resolver un caso de desapariciones, ninguna relación entre las víctimas, pistas ambiguas y ningún sospechoso con pruebas contundentes

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Un plazo de tres semanas para resolver un caso de desapariciones, ninguna relación entre las víctimas, pistas ambiguas y ningún sospechoso con pruebas contundentes. Solo un tonto aceptaría una misión como esa, bueno alguien que fue engañada por sus compañeros de trabajo, también lo haría. Alguien como Dalya G.

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Mi cuenta regresiva terminó al mismo tiempo que una luz centellante me segó. Dalya, la policía retirada injustamente de su cargo por culpa de una misión imposible y el machismo de sus superiores, desapareció. Mientras mi respiración se acortaba podía ver la luna llena, no sabía exactamente dónde estaba, solo tenía la certeza de qué aquel rastro de agua que llegaba hasta mis manos, era en realidad sangre. Alguien me apuñalo o quizá fue un disparo, no lo sabía, mi mente nublada cedió ante el sueño.

Desperté siendo una bebé. Ya no era más Dalya, mi nombre era Danica, hija única de un político aclamado y temido. Crecí teniendo una nueva identidad. A los dieciséis años mi única preocupación debería haber sido la escuela y chicos guapos, pero terminé enredada en secretos familiares. Siendo convocada por la organización PARABELLUM para sustituir a mi madre en una misión, ya que mi padre estaba empezando a sospechar de ella y su identidad secreta como espía.

El tema aquí es complicado, mi madre era oriunda de Clover-21, la nación enemiga y al parecer se casó con mi padre nacido en Valdos-17, por el elaborado plan de su organización para mantenerlo bajo control y evitar una nueva guerra entre ambas naciones. Todavía no sé, si toda mi vida fue un acto creado por aquella organización, pero yo elijo creer en su amor. Después de todo, la familia de mi padre nunca aceptó a mi madre, pero aun así él, la protegió ante todos para que pudieran estar juntos.

—«Me convertí en alguien cuya voz no puedan ignorar, para que nadie se atreviera a cuestionar mi autoridad. Para poder protegerlas, nunca me arrepentiré de mis decisiones, gracias a eso estoy con ustedes» —dijo mi padre, una vez cuando me contaba como conoció a mi madre, con solo escucharlo podía saber que realmente sentía amor hacia ella.

—«Si pudiera intercambiar mi vida por un mundo pacífico para ustedes dos, lo haría sin dudarlo» —mencionó mi madre en una ocasión, cuándo terminamos de ver una película en la que uno de los protagonistas intercambia su vida para salvar a su amada. Puede parecer idealista, pero el amor es un concepto que nunca descarte en mi anterior vida y no planeaba hacerlo en esta.

—Despierta querida estás en medio de la instrucción y debes escucharme. —La voz de Sofía me sacó de mis pensamientos y me hizo consciente del lugar en donde me encontraba.

La oficina de Sofía, líder de la organización PARABELLUM. Ella solía ser como una tía para mí, era muy cercana a mi madre y ahora sabía el porqué. Ambas formaban parte de un equipo de espionaje.

Mientras me entero de los secretos de mi familia y del mundo en el que reencarné, me doy cuenta que el piso y techo aparentan ser de madera, por supuesto todo era una fachada, en realidad son de titanio o algo todavía más resistente, debía suponerlo, ahí nada era lo que parecía.

—¡Niña escúchame! —volvió a reprenderme, Sofía.

Mi curiosidad y habilidad para perder la concentración en cosas que parecen triviales, sumada a la poca atención que le dedicaba la sacó por completo de su habitual parsimonia. Sofía me guio a la salida y cuándo pensé que me descartaría por completo. Incluso antes de empezar con mi entrenamiento de prueba, me topé con un montón de chicos de mi edad, me refiero a la edad de Danica, no la edad que solía tener como Dalya. Adolescentes y en su mayoría mujeres, vestidos con trajes ajustados de color negro y azul marino. Sofía me entregó un traje similar para usarlo, al parecer mientras estaba distraída asentí con la cabeza y fue así como terminé aceptando el entrenamiento sin darme cuenta. No todo parecía tan malo, reconocí a un pequeño ratón que conocía muy bien.

Azen, era el hijo del secretario general de defensa de estado y su esposa Sofía, que irónicamente era la líder de la organización PARABELLUM, no era raro encontrarlo ahí.

Al parecer las mujeres eran las que tenían la última palabra en aquella agencia secreta de espionaje, eso me gustaba, en mi vida anterior fui subestimada por ser mujer, esta vez no pensaba rendirme. Les demostraría lo que era realmente la justicia y lucharía por proteger a mi familia.


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Agente D.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora