Calidez ✧ MinSung

04

Para que la confesión de Jisung se diera tuvieron que pasar varios meses más, hasta que por fin Jisung se decidió.

Jisung invitó a Minho a comer un helado después de clases. Y cuando ambos estaban sentados en una banca del parque, Jisung pensó que ese era el momento ideal para confesarse.

—Uhm, Minho... —lo llamó en voz baja, sintiendo como sus manos temblaban.

Minho se volteó a verlo, con sus ojitos curiosos y un poco de helado manchando su comisura de labio, aquello no ayudó a Jisung.

—Dime, Hanji.

—Te quiero decir algo importante, es un poco difícil para mí decirlo, pero yo... yo... —miró sus manos reposadas sobre sus muslos, estaban sudadas y no paraban de temblar.

Hasta que Minho colocó su mano sobre ellas, dándole ese apoyo que Jisung necesitaba.

—Cuando estés listo —dijo Minho.

Jisung tomó aire y fijó su mirando en los ojos oscuros de Minho.

—A mí... uhm, yo... —volvió a tomar aire—. Me gustas mucho, Minho —dijo con rapidez, cerrando sus ojos por unos segundos, cuando los abrió se sorprendió por la reacción del alfa.

Minho tenía una sonrisa boba en su cara, sus ojos brillaban y una de sus manos tapaba su boca.

—¿Sabes algo, Hanji? —el omega negó, por lo que Minho continuó—. Yo ya lo sabía, pero escucharte decírmelo se siente mucho mejor.

—¿Qué? ¿Ya lo sabías? ¿Cómo?

—Changbin me lo dijo, y yo luego te puse más atención. Fue así cómo me di cuenta.

—Ese Changbin... cuando lo vea lo voy a hacer papilla —musitó Jisung con enojo, apretando sus puños.

No obstante, Minho tomó a Jisung de las mejillas, girando su rostro hacia el de él. La expresión de Jisung cambió fugazmente.

—No lastimes a un inocente, él solo quiso ayudar —dijo, apretando con suavidad sus mejillas.

—De acuerdo... —musitó el omega, desviando su mirada.

El alfa soltó sus mejillas para aproximar sus labios hacia una de ellas, depositó un cálido beso que aceleró los latidos del corazón del omega.

—Minho, ¿quieres ser mi alfa? —soltó Jisung apenas dejó de sentir los labios de Minho sobre su mejilla.

—¿De verdad puedo serlo?

—Sí, eres el único alfa que quiero en mi vida.

—Y tú eres el único omega al que quiere entregarle mi vida, Jisung. Será todo un honor para mí poder ser tu alfa.

No se dijeron más, simplemente se quedaron observando con esas sonrisas cómplices en sus caras. Lentamente unieron sus meñiques sobre la banca, sintiendo corrientes en su estómago por tocar la piel del otro.

Ese día, oficialmente inició su romance, acompañado de algunos momentos amargos, pero también con algunos momentos que los llenaron de felicidad.

(...)

Al principio mantuvieron su relación en privado, solo sus amigos y familiares lo sabían, hasta que lograran fortalecerla.

La familia de Minho estaba asombrada de ver que había conseguido un omega tan perfecto como lo era Jisung, realmente creían que Minho era un fracaso como alfa y que se quedaría solo toda su vida.

Por otro lado, la familia de Jisung recibió con brazos abiertos a Minho, pues ver la brillante sonrisa de Jisung era suficiente para saber que Minho era el alfa indicado para su hijo.