capítulo 1

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Hay que saber que mi novio no era el más detallista y cariñoso pero sí era casi perfecto y todo lo que yo necesitaba.

Bonito...Supuse. Sabía perfectamente que era para que no creyera nada de lo que decían algunas personas. A veces era un superficial, pero lo acepté.

Se supone que eramos la pareja perfecta, no podía tirar eso por la borda. Al fin y al cabo, eran 3 años ya y él era tan... Amable cuando quería y caballeroso. Sabía que me quería y que nunca haría lo que decían algunos. O por lo menos lo creía...

-¿Entonces? ¿Te gusta el collar?- mi novio, Erik.
- Sí, es muy bonito.- me giré, dándole la espalda al espejo para estar cara a cara con él.
- Me alegro entonces. Siento que tengas que escuchar todas esas tonterías que dicen de mí. Ya sabes que nada de eso es verdad, ¿cierto?-

No niego que me replanteé cada una de las palabras del relato de unas personas diciendo que mi novio, Don novio perfecto, le estuvo tirando los tejos a la mitad de la discoteca.

- Sí, lo sé. No te preocupes. Te quiero.- seguidamente le di un simple beso.

- También te quiero.-
Él era tan frío a veces, pero lo entendía y aún así hacía lo posible por darme lo mejor. Él siempre decía que me amaba y yo le creía.

Puede que a veces estuviera ocupado cuando necesitaba algo de él o que a veces podía llegar a ser algo cruel, pero él era básicamente perfecto. Yo era feliz con él y creía que él lo era conmigo.

- Me tengo que ir, tengo que estudiar para un examen del lunes.- me dió un beso rápido y se fue.

Ni siquiera pude responderle, pero no pasaba nada. Al fin y al cabo, tenía exámen de química el lunes. Aunque quisiera haberle ayudado yo, él tiene un año más que yo, por lo que ve cosas diferentes.

Volví a mirarme en el espejo, pude ver ese collar de pequeñas perlas ,que acababa de darme él, luciendo rodeando mi cuello color canela suave. Subí la mirada hacia el reflejo de mis ojos de color café y me inspeccione completa. Quizás mi cabello rojizo y liso necesitaba salir de esa eterna trenza suelta o quizás no. Era siempre lo más cómodo.

Me aburrí del espejo y me tiré a la cama de mi cuarto. Era sábado, por lo que no tenía mucho que hacer. Al final, decidí leer un poco y escuchar música.

No sé cuánto rato pasó desde que desconecte del mundo real, pero para cuando quise darme cuenta, mi hermano me llamaba a cenar.

- Baja y ponte algo presentable dice mamá, que tenemos visita.-

Ya podrían haber avisado antes.

- Dile que ya voy.-  y se fue, dejando la puerta abierta.Que manía con dejar la puerta abierta.

Mi hermano mayor, Aarón, podía llegar a ser insoportable. Aún así, yo sabía que podía contar con él para cualquier cosa.

Decidí ponerme unos vaqueros y un jersey gris. Bajé para encontrarme una desgracia.
Con desgracia me refiero a Axel, un compañero de mi clase de química.

- ¿Qué hace él aquí? - le pregunté a mi madre en cuanto la encontré en la cocina.

-¿Él quién? Ahh, Axel. Sabes que es hijo de un amigo de tu padre, que resulta también trabajar con él. Los ha invitado a cenar.-

- Jobar, ya podría haber avisado. Podría haber salido a algún sitio.-

- No seas grosera, Jade. -

- Sabes que no me cae bien, es un arrogante y egocéntrico.- espeté, aunque no lo suficientemente fuerte para que lo escuchara.

La Química PerfectaWhere stories live. Discover now