capítulo 4

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- Podrías haberme contestado, cerda.- reproché.

- Estaba ocupada, mi padre volvió de Corea y estábamos cenando con él.- sí, ella era coreana, muy guapa con su pelo negro liso y largo.

- Ah bueno, entonces entiendo. Pero, con todo respeto, ojalá no hubiera sido así. -

- Bueno, que más da. Si total, llegaste a casa sana y salva, ¿no? -

- Hombre, sí pero tuve que arriesgarme a que me llevara el imbécil de Axel.-

Ya era jueves y había ido a casa de Alexa después del instituto. Desde pequeña, a veces ella iba mi casa o yo a la suya y nos pasábamos las tardes juntas. Esta vez, le estaba reprochando no haberme contestado la otra noche.

- Bueno, no seas quejica. Muchas chicas del instituto desearían haber sido tú ese día.-

- Sí, pues yo no. A mí ese chaval solo me irrita.- resoplé, indignada.

- Bueno, hablemos del que no te irrita. ¿Qué tal con Erik?-

- Ehh, bien, bien. Me trata muy bien cuando estamos fuera...-

-¿Pero?- Ella me leía la mente .

- Pero no sé, hay muchos rumores de que me está engañando pero no quiero creérmelo porque yo sé como es él conmigo.-

- Bueno, no te puede dejar llevar por los rumores. Pero aún así, yo te digo que a mí no me está gustando todo esto eh. Es como que siento que sé lo que pasa, pero no tengo pruebas de ello.-

- Bueno, a mí me trata bien y eso es lo que cuenta.- le mentí. Es decir, él sí me trataba bien pero había veces que no tanto y me dolía. No le decía nada a Alexa porque la conocía y sabía que me iba a decir que cambiara de novio.

- No sé si creerte pero vamos a hacer como que sí te creo. Y para ahogar las penas, voy a montar una fiesta. De disfraces.-

- Alexa... ¿Qué penas? - y me eché a reir. Ella también empezó a reírse conmigo.

- Bueno, da igual. Pero que voy a hacerla igual. Tienes que venir.-

- No sé, me lo pensaré.- ahí dejamos el tema y vimos una película antes de irme.

Al día siguiente, todo el mundo sabía ya de la fiesta de disfraces. Yo aún no me había decidido si ir o no.

Iba por el pasillo y me encontré a Erik.

- Hola, guapa.- y me dio un beso en la mejilla.

- Hola, ¿qué tal?-

- Bien, bien. Por cierto, he escuchado de la fiesta de Alexa. ¿Vas a ir?-

- No sé, le he dicho que me lo estoy pensando pero seguramente me quede en casa. ¿Y tú?-

- Igual, seguramente no vaya.-

- Oh bueno, vale. Tengo que irme, pero luego nos vemos.- le di un beso y me fui.

Realmente no sabía si iba a ir o no, pero él no iba a ir así que no sabía muy bien que hacer. Hasta esa misma tarde...

- ¡Si no vienes, no te lo perdonaré nunca!- me gritó mi querida Alexa a través del teléfono.

- Vale, vale. Pero no tengo disfraz.- reproché.

- Da igual, yo te dejo uno y sino pues te lo compró. Tú vente mañana por la mañana, nos preparamos juntas y si tus padres no quieren que vayas en bus a esa hora, pues te quedas a dormir. Si ya lo hemos hecho más veces. -

- Buenas soluciones. Vale, se lo diré a mis padres. Luego hablamos.- y le colgué, porque iba a a decírselo ya a mis padres.

Baje rápido las escaleras y me encontré a mis padres en el sofá viendo algo en la tele y a mi hermano en el comedor, comiendo galletas.

Me dirigí a mis padres.

- Mami, papi, Alexa me ha invitado a su casa mañana porque va a montar una fiestecita de disfraces. Y me ha dicho que como terminará tarde, me puedo quedar a dormir a su casa. Puedo ir, ¿verdad?- en este punto seguro que me dice que sí.

- Ehh venga, vale. Pero solo porque es en casa de Alexa.- Lo sabía.

Llamé a Alexa de inmediato.

- ¡Qué me dejan!-

- VAMOS.-

- Voy a hacer la mochila y mañana temprano estoy en tu casa.-

- De una. Bueno, te dejo que voy a cenar algo. Besis de fresi.-

- Besoos.- y me colgó.

Me puse a hacer la mochila y meter todo lo que necesitaba. Una toalla, un cepillo, ropa para el domingo y cosas así.

Decidí irme a dormir sin cenar porque no tenía mucha hambre y estaba muy emocionada por ver mi disfraz. Tanto que no pude dormir mucho, además de pensar en el disfraz, pensaba en que no le había dicho que iba a la fiesta a Erik, quizás se molestara. Bueno, era en casa de Alexa, supuse que no pasaría nada.

Cuando por fin me pude dormir, me pareció que habían pasado apenas segundos cuando me sonó la alarma a las 10.De todas formas, eso no me importó. Me levanté rápido, me puse lo primero que pillé, me despedí de mis padres y mi hermano y cogí el bus hacia la casa de Alexa.

Tardé un poco, bastante, pero apenas lo noté con la música en mis oídos. Tenía ganas de pasarlo bien con Alexa, hacía tiempo que no salía de fiesta con ella.
Cuando llegué, Alexa aún estaba en pijama.

-Vamos, entra pero ten cuidado, están montando la fiesta.-

Y efectivamente, cuando entré había mínimo 10 personas andando de un lado para otro con globos, serpentinas, vasos de plástico, botellas de alcohol...

Vi como Alexa mangaba una de las botellas y me hacía una seña para que subiera con ella.

- Sé perfectamente que la mitad de la gente que venga a la fiesta va a terminar haciendo... cosas, así que he dejado condones en las mesillas de las habitaciones de invitados.- me quedé un poco pasmada al escuchar eso.- También, dejaré mi cuarto cerrado con llave, no quiero que un par de desconocidos se acuesten en mi cama.-

-Es una buena idea, la verdad...-

-¿A qué sí? Bueno, ven, te voy a enseñar las opciones de disfraces que he encontrado.-

Al entrar en su habitación, había unos 5 disfraces distintos esparcidos encima de su cama.

- Yo me pondré el de pirata, va con mi botella de whisky.- dijo ella, mientras servía dos vasos de ese mismo Whisky.

-Pues no tengo ni idea de cual voy a ponerme yo.-

-Pues mira hay de Wonder Woman, de Viuda Negra o de Hiedra Venenosa. Dudo mucho que quieras ir de Batman.-

-Dudas bien. Emmm... Bueno, me los probaré todos y me dices.-

Y así fue, primero me probé el de la Viuda Negra pero ni siquiera me subía de la cadera. Después, el de Wonder Woman. Sorprendentemente me subió pero se me veía el alma, era demasiado corto. Mi última esperanza era el de Hiedra Venenosa. Era un mono de manga corta y pantalones cortos, unos tacones de estos de atar cintas, un antifaz como de hojas y unas cintas con hojas decorativas, como las que se ponen en los cuartos para decorar. Me quedaba perfecto.

Es cierto que era un poco corto y que si Erik me viera intentando salir así lo más probable es que se molestaría bastante. Pero él no iba a estar, así que...

- Este, es perfecto.- escuché a Alexa mientras yo me miraba al espejo.

-La verdad que sí.- dije tomando un trago de whisky. Acto seguido, me lo quité porque quería ducharme antes de la fiesta.

Me lave el pelo y por una vez decidí definir mis rizos y no plancharlo como el resto de veces. Mientras nos preparábamos, nos bebíamos la botella y para cuando estuvimos listas, maquilladas, peinadas y disfrazadas, ya íbamos un poco mal.

La hora de la fiesta llegó y empezó a llegar la gente, disfrazada de todo tipo de cosas. La idea era no reconocer a nadie, por lo que todos llevaban máscaras o antifaces.

Esto iba a ser brutal.

La Química PerfectaWhere stories live. Discover now