M. C. V. D. I. C. E

Capítulo 2: ¿Cómo te atreves a ser un rufián sin divorciarte?

Tang Wan se apresuró y cogió al gatito, sonriendo con un par de dulces remolinos de pera en la cara, sus ojos se entrecerraron en una bonita forma de media luna, y luego tocó el suave pelaje del gatito, Tang Wan estaba tan emocionado que estaba a punto de llorar, la sensación de esto, tsk, el control del gato dijo que realmente no podía soportarlo, y luego tocó el pequeño vientre, esta pequeña carne también fue criada por él, estaba tan orgulloso.

Zong He frunció las orejas, las puntas de sus orejas estaban rojas, y echó hacia atrás la barbilla que había subido, todavía estaba enfadado, ¡el divorcio aún no había terminado!

Tang Wan sonrió y cogió la almohadilla de la patita, apretó la almohadilla, puso la cara en la parte superior de la cabeza del gatito y la frotó, frotando agresivamente la barriga del gato. "¡Hijo, papá te echa mucho de menos!".

Zong He enseñó los dientes y estiró las garras, ¿quién es el padre de quién?

Tang Wan no le tuvo miedo, y con una leve sonrisa se acercó a la cara del gatito: "¿Por qué has vuelto, no te habías ido?".

Miró a Tang Wan, un raro asiático puro, con misteriosos cabellos y ojos negros profundos, que contenían un antiguo sabor oriental, una figura delgada, pero un temperamento suave pero no débil, cejas pintorescas con una sonrisa gentil, un par de remolinos de pera poco profundos alrededor de su boca cuando las comisuras de sus labios se enganchaban hacia arriba, y su cuerpo exudaba un aura de comodidad. Zong He olfateó con codicia el cuerpo de Tang Wan, olía fresco, agradable y cómodo, completamente diferente a él, que siempre estaba en el campo de batalla y olía a sangre.

El corazón de Zong He se ablandó mientras la punta de su cola se crispaba. Fue entonces cuando el cálido aliento en la parte superior de su cabeza se acercó, y cuando sintió un suave toque en su cabeza, la pata extendida de Zong He se puso rígida y se detuvo en el aire, retrayéndola silenciosamente, sus dos patas delanteras se hundieron hacia el centro, indefensas, ¡besándolo de nuevo! Cada vez que comete un error, lo besa, ¡este pequeño humano rompecorazones!

Si tuviera que elegir entre un gato y un humano para el resto de su vida, ¡elegiría al gato sin dudarlo! Los gatos son tranquilos, limpios y dejan suficiente espacio para los demás. Además, los gatos nunca traicionan a sus amos y no son menos leales que los perros. En opinión de Tang Wan, los gatos son las criaturas más adorables, los tesoros de la tierra. Además, Tang Wan es también una persona de facciones típicas, le gusta la belleza de los gatos y sólo se queda con bellezas, ¡y este cachorro de gato que tiene delante es una gran belleza!

Tang Wan le dio un beso al gatito en la parte superior de la cabeza y lo abrazó, sin soltarlo. Después de salir por la puerta, sucedió que el tío Lin pasó por allí y vio al gatito en brazos de Tang Wan, y sus ojos mostraron una expresión de alivio.

Tang Wan preguntó confuso: "Tío Lin, ¿lo han devuelto otra vez?".

Lin Bo explicó con una sonrisa: "El joven maestro no se quedará en nuestra casa todo el tiempo, solo vendrá cuando sus padres no tengan tiempo para cuídalo ".

Tang Wan sonrió y acarició la cabeza del gatito. "Está bien, no es bueno que un niño tan pequeño esté lejos de sus padres todo el tiempo, no estará cerca de sus padres cuando crezca. Por cierto, ¿cómo va el cuerpo del Mariscal ZongHe...?".

Lin Bo entrecerró los ojos, "¿No sería bueno que lo preguntaras?".

Tang Wan sonrió amargamente, "Tío Lin, ¿aún no sabes lo que pienso?".

Tío Lin sacudió la cabeza con mirada inocente, "No entiendo lo que les pasa a los jóvenes, así que no me meteré".

Tang Wan se quedó sin habla, el tío Lin se apoyaba de nuevo en su vejez, aunque con una cabeza de pelo blanco y una cara de pliegues, parecía un anciano tardío, pero él lo había visto con sus propios ojos, el tío Lin abría una puerta con una palma, y cuando algo iba mal se ponía en forma como una mosca, caminaba como una ráfaga de viento, era especialmente aterrador.