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Multimedia: Lilith Sall.

Sonreí y me acomodé en la cama.

-bueno, un vampiro necesita con que saciar su sed de sexo o calmar su ansiedad, yo por ejemplo, tengo mi pareja, se llama Colin, es vampiro y fue convertido en el mismo siglo que yo, está cazando, vendrá en unos momentos. Yo estoy completa y locamente enamorada de él, Duke nunca se había enamorado y creo que ya llegó su hora- miramos a Mela, quién escondió su cara entre su flequillo y se sonrojaba fuertemente- a Duke no le gustaba eso de la esclavitud, así que solo se contuvo de mantener relaciones sexuales, pero claro son hombres y visitaba burdeles de ves en cuando- Mela me miró.

-te llegó tu hora beibi- dije en tono burlón, Mela era virgen y creo que con Duke, le llegó su momento- ay beibi pero khe zukhulentho, hazme tulla como Adán y Eva en el bozque de la pazion- dije como si estuviera teniendo sexo y revolcandome en la cama- oh, Duke, hazme tuya- gemí, Lilith no paraba de reir, se agarraba la panza y estaba roja, Mela estaba sonrojada y se reía pausadamente, me tiré encima de mela e insinué follarla- pero khe rika hesthas Mela- reí al oir mi voz imitando a un hombre, parecía que me tragué un platano y se me quedó en la garganta-ay, me vine- me quedé tiesa por un momento, Mela se reía e hizo que me cayera cuando me dió una patada, caí como una guanabana al piso. Reí sin ganas, me dolía la espalda.

Ale se paró y me ayudó a levantarme, me puso en la cama.

-te juro que no me he reído tanto en muchos años- dijo Lilith, limpiando unas lagrimas que salieron de sus ojos al reirse tanto.

Tomó aire y entre risas continuó.

- Damián, desde hace siglos, acoge chicas muy hermosas como sus esclavas, de acuerdo a lo que he aprendido, la esclava dura entre 2 semanas y un mes, antes de que Damon se aburra y las asesine, pero llego Rachel y duró un año, no sé ni como diablos Damián no la había matado y de un momento a otro, Rachel era una vampiresa, me sorprendí mucho, nunca la soporté, se creía que por ser esclava de mi hermano, podía mandarme y decirme que hacer a mi, pensando que mi hermano solo la protegería, pero se ha equivocado muchas veces y se ha llevado muchos golpes de mi parte- suspiró- Damián en su larga vida, siempre ha tenido esclavas, Rachel es una de ellas y es la primera a quien el convierte en vampiro.

Por un momento sentí celos por aquél regalo, ella debe de ser muy importante para él, para hacerle semejante cosa, aunque no me gustaría ser su esclava, ni tampoco otra cosa, Damián tiene muy mal genio y yo suelo mandar a la mierda a tipos como él, pero prácticamente es imposible, ¿por qué?, porque es un miserable vampiro.

-y si él tiene a Rachel, ¿por qué estoy yo aquí?.- me miró, y miró al techo pensando.

-Damián puede ser un animal, pero siempre hace las cosas por algo, aunque desconozco por que te trajo- dijo encogiendo sus hombros, trate de buscar en mi mente las razones por las que puede ser que Damián me hubiera traído, pero descarté todas, ya que son practicamente imposibles. Tengo que salir de aquí, sea como sea, Mela si quiere que se quede con su Duke, me vale, pero yo me voy.

Alguien abrió la puerta de repente.

-hola bombón...- se calló al vernos ahí, era al parecer Colin, era alto, musculoso, cabello cobrizo y ojos verdes, y muy pálido, todo un modelo de Calvin Klein.

Nos miró, pero se quedó mirando mi cuello, sentí que algo me goteaba, llevé mis dedos hacia mi cuello, hasta donde Damián me había mordido hace unas horas, estaba goteando, Lilith me miró, y se le volvieron los ojos rojos, oh por dios, me paré lentamente.

-Skyler, vete de aquí- entendí lo que estaba pasando, no sabía que pasaba con mi sangre o conmigo, que llamaba tanto la atención, Colin y Lilith, se alejaron de la puerta, para que pudiera salir, vacilé por el pasillo, hacia un trayecto desconocido, tenía miedo.

Tapé los orificios con mi mano y paré por que alguien se había puesto en mi camino, Rachel, miró mi cuello y olfateó en el aire, suspiró, y luego sus ojos se tiñeron de un rojo escarlata, sacó unos colmillos tenebrosos y se abalanzó contra mi, caí en el piso de espaldas por tercera vez, la halé por el cabello, para que no se acercara a mi, pero fue en vano, era mucho más fuerte que yo. Pero algo la quitó de encima de mi, Damián.

Damián miró mi cuello y sus ojos se pusieron rojos, mierda, putos vampiros.

-hoy no habrá nada para ti, Rachel- la mirada de tristeza y enojo de rachel era épica, me ayudó a levantarme y se dirigió a mi cuello y lamió las gotas que habian salido, mis piernas temblaron, se dió cuenta y me cargó como el esposo carga a la esposa en sus bodas.

Descansé mi cabeza en su hombro, entramos a una habitación, solo alcancé a ver el techo blanco, cerró la puerta detras de mi con seguro, y me paró en medio de la habitación.

-debes darte una ducha, te sentirás mejor- susurró, se acercó a mi y levantó mis brazos, lo miré tratando de descifrar lo que iba a hacer, levantó el final de mi suéter, yo bajé mis brazos deteniendolo, no iba a dejarlo.

-no...

-muero de ganas- susurró acercandose a mi.

Con sus manos recorrió mis brazos y luego acarició mis hombros, pasó sus grandes manos por mi cuello y luego tomo mis mejillas, y acercó mi cara a la suya, estaba indecisa en dejarlo o no dejarlo, no quería cruzar esa linea, quería bañarme y no quería terminar perdiendo el control y hacerlo con este vampiro idiota, me eché para atrás, me sonrió.

-Sabía que no me dejarías- abandonó la cortante distancia que se apoderaba de nosotros, me sentí insegura, y me abracé a mi misma. -hay ropa en el closet, volveré en una hora, quiero que estés comoda para mi- Junté mis cejas buscando los significados de las palabras que usó en mi mente y abrí los ojos, y me sonrojé al instante, Damián, me dejó sola en la habitación.

Comencé a buscar en todos los cajones de los closets, encontré unos cacheteros y se veían muy comodos, cogí unos sostenes negros más o menos de mi copa, no tenía muchos senos que digamos, me gusta estar en forma y aunque sea muy vaga, me encanta correr, claro, cuando no me obligan a hacerlo y tengo mis piernas y muslos definidos, y tengo un gran trasero, que podría sostener una copa, tengo un abdomen definido y delgado, no me quejaba y era muy bonita de cara.

Lo único que hacia quejarme era que era muy pálida. Mi cabello era excesivamente largo y abundante, aveces se me hacía difícil peinarme, tenía mi cabello castaño y en las puntas, un cobrizo, tenía mi cabello ondulado.

Abrí el closet de las vestimentas y abrí la boca al ver solo lencería provocativa, calmate Sky, quité mi vista de esa lencería y respiré, entre mis manos entre las vestimentas y la separé, atrás había ropa normal de gente normal, seguro Damián debe de estar muriendose de la risa al imaginarse mi cara al ver esto, pero se equivocó, soy mucho mas lista que él.

Cogí un pantalon de pijama blanco con tela de lycra, decía donde iba las pompas, "The big" (El grande) en letras azules, reí al verlo, cogí una blusa de tirantes blanca de la misma tela, lo cogí entre mis manos y entré al baño, recogí mi cabello con una mariposa o gancho, y me dí una relajante y larga ducha.

Estoy cogiendo esto con demasiada calma, debería de estar asustada o simplemente molesta, pero no lo estoy, quiero salir de aquí, huir, eso si, pero me siento muy bien a como debería de estar. Terminé de ducharme, me puse el cachetero y el sostén, desplacé el pantalón pijama por mis suaves piernas y se adaptó a mi figura, me puse la blusa y solté mi cabello, me restregué la cara con mis palmas, me estaba dando sueño, abrí la puerta del baño la cual estaba asegurada y me encontré un buffet, uf.

No estaba un Damon por ningún lado, me acerqué y me lo comí, era pollo horneado con papas fritas y un vaso de jugo de limón. Prácticamente me lo tragué todo, me acosté boca arriba, no sin antes lavarme las manos y los dientes, cubrí mi cuerpo hasta el cuello y cerré mis ojos.



Esclava del VampiroWhere stories live. Discover now