M. C. V. D. I. C. E

Capítulo 1: Quiero el divorcio

A las diez de la mañana del 28 de marzo de 1587, en un sanatorio especial escondido en algún lugar del Imperio Endeavour, el hombre que llevaba dormido tres años abrió por fin los ojos, y lo primero que dijo fue: "¿Dónde está la señora?".

El viejo mayordomo de pie a un lado dijo de una manera anticuada. " La señora se ha ido ah, hoy es el último día del compromiso obligatorio, la señora no puede esperar para conocer a su cita a ciegas, la pequeña estrella que le gusta, ¿cómo se llama? de todos modos, el es mega lindo y tiene una gran cantidad de pelo en su bestia ".

-"¡Y una mierda! Yo soy el que tiene más pelo de todas las estrellas..." Las siguientes palabras fueron rígidamente reprimidas por Zong He, que se sentó con los dientes apretados y dijo a través de los mismos: "¡Tráeme de vuelta al chico!"

El rostro de Zong He es de ascendencia mixta china y occidental, sus rasgos son tridimensionales y profundos, sus pupilas doradas son aún más majestuosas y frías, y cuando está enfadado, su agudeza es clara y parece indómito y maníaco, como un rey bestia enfurecido, haciendo que la gente se sienta atemorizada con sólo mirarle. Era el general de cinco estrellas más joven desde la fundación del Imperio Endeavour, con innumerables medallas y distinguidos logros militares, el sueño de muchos chicos y chicas jóvenes, el objeto de la atención de muchos nobles y aristócratas, y su nombre causaba terror a sus enemigos cuando aparecía.

Sin embargo, hace tres años, estalló una revuelta en el imperio cuando él estaba avanzando en su poder espiritual, y para salvar al heredero real, Zong He llevó sus heridas a matar al enemigo, y cuando regresó, su poder espiritual le salió por la culata y ha estado durmiendo desde entonces. Aunque acaba de despertar y su cuerpo aún no se ha recuperado del todo, sigue haciendo que la gente sienta la sensación de opresión que emana de él, un aura perfeccionada en el campo de batalla que uno no se atreve a subestimar.

El capitán de la guardia de escolta volvió a oír la orden del mariscal después de tres años, su rostro se condensó y su piel se tensó, y tras recibir la orden, llamó a sus soldados mientras salía corriendo ferozmente.

El rostro de Zong He era frío mientras daba un severo recordatorio: "¡No cedan al susto!".

El jefe de guardia se tambaleó, pensando: ¿Qué otra cosa puede asustar a un amo que se atreve a huir y a regalarte un sombrero de cornudo?

(...)

Media hora más tarde, Tang Wan miró a su compañero que estaba sentado y no podía empujarlo de nuevo hacia abajo, sujetándolo. "¿No puedes despertarte media hora más tarde, joder? Media hora es suficiente!"

Los últimos diez días del periodo de matrimonio obligatorio es cuando una de las partes del matrimonio puede solicitar el divorcio. Tang Wan había solicitado el divorcio hacía diez días, y a falta de una hora, si Zong He no se negaba, no tendrían relación en el futuro. Tang Wan tenía un buen plan, a partir de ahora nadie sabría que habían estado casados, el mariscal Zong He ni siquiera sabría quién era, y a partir de ahora cada uno viviría su propia vida. Él era su vegetativo, perseguiría a la pequeña lindura, llevaría a sus peludos hijos y seguiría con su acomodada vida.

Ya estaba sentado en la cafetería donde había quedado con la chica, había elegido este lugar a propósito, era elegante, tranquilo y lujoso, muy romántico y perfecto para una cita. Tenía un millón de imágenes del encuentro... después de que la chica se hubiera convertido en una bestia, una pequeña bola de pelo, tan peluda y larga que podías cogerla con la mano y estrujarla para que ladrase, ¡era tan linda!

Tang Wan llegó a este mundo hace un año, un mundo donde orcos y humanos coexisten, miles de años más allá de la civilización de la Tierra. Los llamados orcos suelen ser seres humanos que pueden convertirse en animales cuando luchan, y son muy fuertes con poderes sobrenaturales. Por otro lado, algunos de los humanos han despertado sus poderes sobrenaturales, y los que tienen un alto poder mental también pueden sincronizarse con sus mechs y luchar con ellos.