8: She regret

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Las hermanas Carpenter junto a Richie se estaban preparando para irse de este pueblo maldito, yo salí afuera del hospital para encontrarme con mi novia apoyada en su coche esperando, antes de poder acercarme una voz me detuvo.

-Madison, espera. - dijo Sidney haciendo que me girara a verla. - ¿También te vas?

-Si, han venido a recogerme. - contesté para ver como Amber se incorporaba mientras nos miraba. - Mi novia.

-Oh, ya veo. - comentó ella, una expresión de desconfianza apreció en su rostro. - ¿Estas segura de que puedes confiar en ella?- preguntó preocupada.

-Es mi novia, la conozco desde hace años. - dije molesta. - Claro que puedo confiar en ella, nunca me haría nada.

-𝖲𝗂, 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗋𝗈. - "la que faltaba" pense al escuchar la voz de mi hermana, decidí ignorarla.

-Gracias por preocuparte, pero tengo que irme. - me despedí de la castaña para dirigirme con dificultad al coche de Amber.

Al estar más cerca de ella se apresuró a ayudarme posicionando una mano suavemente en mi cintura tratándo de no hacer mucha presión en las heridas y dándome estabilidad.

-¿De que hablábais?- preguntó. - Se te notaba molesta.

-No, nada. Solo sus paranoias.

Con su ayuda me monté en el asiento del copiloto de coche, vi como ella dió la vuelta a este y se sentó en el del conductor. Cuando cerró la puerta posicionó su mano en mi muslo acariciandolo con su pulgar.

-¿Cómo te encuentras?- preguntó preocupada la morena.

-Estoy bien, de verdad. - contesté agarrando la mano encima de mi pierna con mi mano buena. - Sorprendentemente no me hizo nada.

-Lo siento. - murmuró, de verdad se veía arrepentida por lo que yo me extrañé. - Debía haber estado contigo.

-No pasa nada, no sabías que vendría a por nosotros. - dije ahora colocando mi otra mano en su mejilla y besando suavemente sus labios. - ¿Tienes agua? Debo tomarme muchas drogas ahora mismo. - comenté a pocos centímetros de su cara, viendo como una sonrisa se formaba en ella mientras me ofrecía una botella.

Cuando me tomé todos los medicamento Amber arrancó el coche e inició el camino a su casa, me explicó que había ofrecido su casa para hacer una pequeña reunión en honor a Wes, pero que sería mejor que yo me quedara en su cama descansando.

Ya allí en su casa subimos con cuidado las escaleras y llegamos a su habitación, ella me sacó algo de ropa que tenía por haberme quedado a dormir más veces quedandome en un pantalón corto y una sudadera ancha sin camiseta debajo.

-¿Cuándo crees que acabe esto?- pregunté sentada en la cama viendo como sacaba ropa para ella.

-¿Qué? - dijo girandose a verme, yo solo le dí una mirada triste. - Ah, hablas de lo de Ghostface. Espero que pronto. - dijo para volver su vista al armario.

-Amber. - llamé su atención de nuevo. - ¿Qué habría pasado si hubiera muerto?, me refiero en mi casa, el ataque. - dije bajando mi vista a mis manos jugando entre ellas.

-Ey, ¿por qué dices eso?- dijo acercandose y quedando a mi altura. - Estas bien, estas aqui, eso es lo que importa. Quiero que sepas que ese cabronazo no va a volver a tocarte un pelo. - agarró mi cara entre sus manos.

-¿Puedo preguntarte algo más?- comenté para recibir una respuesta positiva de su parte. - ¿Sabes que me encantas? Porque me encantas.

Una sonrisa se formó en sus labios provocando lo mismo en los mios, mi mirada mostraba todo el amor que tenía hacia ella, solo hay dos cosas que podría mirar durante horas: la luna, y a ella, nunca llegué a pensar que una mujer como ella llegará a estar conmigo, después de todo lo que me pasaba seguía teniendo algo de suerte al fin y al cabo, ojalá vivir en ese momento para siempre.

𝖲𝗆𝗈𝗈𝗍𝗁 𝖢𝗋𝗂𝗆𝗂𝗇𝖺𝗅 (Scream)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora