único

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Tsuna tenía muchos pasatiempo que, si bien no eran raros, eran inesperados para tratarse de alguien como él.

Reborn pensaría que, alguien sin motivaciones como 'dame-tsuna', no debería interesarse por actividades que necesiten de él la constancia y la perseverancia; y sin embargo, aquí está él, prohibiendole al niño que deje de pintar con acuarelas porque ahora su atención la requiere en entrenar para ser el jefe de la mafia más poderosa: Vongola.

El abatimiento se refleja de inmediato en esos ojos caramelo, obviamente afligido por tener que deshacerse de uno de entre sus muchos pasatiempos favoritos.

—No exageres, no estoy diciendo que tires tus materiales, solo te pido que dejes de pintar por un tiempo, Tsuna— le rectifica Reborn entre suspiros.

Obviamente no le iba a tirar sus cosas, no era tan desgraciado como para hacerlo, pero en definitiva, esa mirada de cachorro atropellado no iba a funcionar con él.
No, no le repitió de manera más amable que dejara su arte por un tiempo.

El moreno resignado, dejo lentamente su pincel delgado a punto de mezclarlo en la pintura, sobre la mesa; cerro el estuche de acuarelas, dejando atrás el sonido metálico de la cajita; cerro también el recipiente con agua y lo dejo a un lado; finalmente tomo todos los pinceles y los metió dentro del lapicero, lo empujó hasta quedar pegado a la pared y lo demás lo fue guardando en el cajón de su escritorio.

Reborn casi rueda los ojos en fastidio, por el berrinche del niño al guardar todo tan dolorosamente lento. Porque no es que le disgustara que Tsuna tuviera ese tiempo; al contrario, le interesaba en sobremanera ver qué tipo de pinturas creaba con esos pinceles y esas acuarelas obviamente caras.
Pero entonces se repetía a si mismo: « La mafia no es amable, mucho menos con aquellos de corazón bondadoso »

Así que por eso quería hacer a Tsuna alguien fuerte y capaz de defenderse, así mismo y a los suyos; después de encargarse del daño que tanto causa el bajo mundo, él podría volver a sus pacíficos pasatiempos que no dañan a nadie.

—Entonces ¿Por donde comenzaremos hoy?— la pregunta de Tsuna saca al azabache de sus cavilaciones.

Esta era, por mucho, la quinta semana en que Reborn se estaba quedando en el hogar de los Sawada, entrenaba a Tsuna mientras iba a la escuela; y en todo ese tiempo, había perdido la cuenta de las veces que vio al castaño con sus artículos de pintura afuera de sus lugares. Todas esas veces que lo atrapó en el acto, a pesar de las claras instrucciones, le sugirió con dulzura que guardara sus cosas y se pusieran a entrenar o hacer tarea.

Él no era de repetir las cosas, pero dado que el adolescente a pesar de esas 'distracciones', todavía tenía un promedio estable en la escuela y en los entrenamientos ya era bastante avanzado; además ya había conseguido a todos sus guardianes, así que de alguna manera tenía que reconocer su esfuerzo.

—Hoy aprenderás técnicas del primer jefe Vongola, tu antecesor: Giotto—

Ahora, hablando seriamente, necesitaba al niño al 100% concentrado, porque la batalla de los anillos se acercaba y no quería que su alumno perdiera. Mas allá de ganar la otra mitad de los anillos, él no quería que Tsuna sufriera bajas entre su familia, es decir, que nadie resultará herido, ni siquiera él mismo. De ahí la insistencia.

◜❁◝

Fuera de Reborn, nadie de su familia sabía de este pasatiempo suyo, hasta donde sabían, solo le gustaba los videojuegos y leer manga; Tsuna pensaba que sería una total decepción que se enterarán que él tenía por afición pintar en acuarela, y no solo eso; amaba pintarlos a ellos, porque eran geniales, estaba orgulloso de su familia.

𝗔𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶-𝙖𝙧𝙩𝙚【1827】 Where stories live. Discover now