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Había pasado una semana de que conoció a los amigos de Manjiro y solo concilio agradarles a tres, pero eso no importaba ahora, oficialmente contaba con seis amigos. ¡Ay!, si solo los primeros  tres se llevarán bien podrían salir juntos, pero no se soportaban entre ellos.
Kazutora caminaba feliz mientras se dirigía a su triste hogar, pensando en todas sus amistades hasta que unos brazos le rodearon, haciéndole detenerse, se asustó al imaginar que era uno de sus constantes agresores de la universidad, pero estos nunca lo atacan en la calle y a simple vista, así que descarto este pensamiento. Levanto el rostro para mirar al contrario, dándose cuenta que era Hanma, el cual le sonreía.

—Hola gatito, me extrañaste —El nombrado frunció el ceño, pues no le agradaba para nada ese apodo, ese terco de Shuji, no importa cuánto le reclama para que no le diga así y lo sigue haciendo.

—Ya te he dicho que no me  llames de esa manera —El de tatuajes en las manos, solo se burlo y observo los inútiles empujones que daba el pelinegro para romper ese abrazo.

—Vamos yo sé que te gusta que te diga de esa manera, to-ri-ta —Lo último se lo susurro en el oído,  para ponerlo nervioso.

—No-no me gusta y ya suéltame, tampoco me agrada que me abrases —Hanma sonrió satisfecho, por haber cumplido su objetivo. Iba seguir molestándolo hasta que unos golpecitos en su hombro lo distrajeron haciendo que volteara a ver quién era, pero en vez de observar un rostro, fue un puño el que diviso antes de que este se estampara en su mejilla, haciendo que soltara a kazutora, el cual casi cae al piso, pero unos brazos le detuvieron.

—¡Ay!… hijo de puta, que te pasa —Sobándose la parte golpeada  levantó  el rostro para mirar al  imbécil que lo lastimo.

—Vaya, vaya…he recibido un puñetazo del famosos Baji Keisuke, siento que voy a morir de la emoción —Hablo con ironía mientras miraba al contrario, el cual tenía el ceño fruncido mientras sostenía a Hanemiya, no entendía si ese era su rostro normal– ya que las veces que se cruzó con él en la calle, siempre tenía aquella expresión–o si de verdad se encontraba molesto.

—¡Cállate hijo de puta!, para ti soy, Baji-san, escuchaste —Hanma se burlaba del  rostro cabreado del azabache, el cual aumento cuando el orbes-ámbar se soltó bruscamente de sus brazos.

—No me hagas reír Keisuke, aquí el mayor soy yo así que respétame mocoso de mierda —Seso su rostro burlón para dar paso a la molestia que sentía por no haber intimidado al de grandes colmillos.

—No tengo porque escuchar a un anciano de mierda  —Dando media vuelta tomo a Kazutora del brazo para llevárselo.

—Oye tu idiota, yo estaba con él, regrésamelo —Keisuke lo ignoro y se llevó al pelinegro a rastras. Hanma restando importancia aquello–como siempre hacia cuando algo no le salía–siguió su caminata a su casa.

—Ba-baji yo esta- —El Azabache lo chito para que tomara silencio. Kazutora estaba apenado de no haber protegido y aclarado la confusión en la que metió a  Hanma.  Cuando intento acercársele al safarse de Baji, para ver cómo se encontraba por el reciente golpe, pero el azabache no le dejo avanzar al poner su brazo como intermediario. Él sabía que Shuji se podía proteger solo, pero aún así era uno de sus pocos amigos y no quería que le dejara de hablar por no haberle defendido.

—Donde vives —Estaba tan concentrado, pensando en cómo disculparse con el de tatuajes en las manos, que la repentina voz del azabache le asustó, dejando salir un gritillo.

—No-no se preocupe Baji, yo me puedo ir solo —Keisuke enarcó una ceja con molestia y le ignoro.

—¿Qué no escuchaste?, dije que en donde vives —Kazutora suspiro resignado, que tan mala suerte tuvo que tener para que el que le defendió fuera el de grandes colmillos, él mismo que le observo con desagrado en todo el rato que estuvieron en la cafetería el día que los conoció .

—Solo sígame y… suéltame por favor —El azabache se sonrojo cuando miro las dos extremidades unidad, dónde él le tomaba de la mano entrelazando sus dedos–como diablos paso del brazo a la mano, del contrario– reaccionó lo más rápido que pudo soltándolo bruscamente, para seguir caminando como si nada, aunque su corazón palpitaba desbocada mente.

Siguieron su caminata por media hora, hasta que  Kazutora se detuvo en un complejo de apartamentos, y antes de meterse al lugar volteo a mirarle.

—Gracias Baji, por acompañarme. Pero quería decirle que Hanma es mi amigo, y cuando se lo iba a comunicar, usted me callo —Keisuke le ignoro y dio media vuelta para irse, hasta que se detuvo y sin voltear dijo.

—Ya lo sabía —Sin más, el azabache desapareció en la esquina de esa calle, dejando a un Kazutora confundido y cuestionándose el porque golpeó a Shuji si ya sabía que era su amigo. Él entendía que lo estaba molestando, pero no era para tanto como el llegar hasta los golpes. 

BajitoraWhere stories live. Discover now