Cerré los ojos y al rato sentí unas gotas frías aterrizar en mi espalda y mis brazos.

Abrí los ojos y vi a Pedri mirarme desde arriba.

– Vente a bañar.

Lo miré negando.

– Estoy tomando el sol.

– Pues no lo hagas.

Lo miré frunciendo el ceño.

– Hay unos tíos que no dejan de mirarte el culo Jade.

Reí y me quité las gafas de sol para mirarle.

Tenía el pelo mojado y le caía por la frente.

Joder.

Me levanté y fui a la orilla.

Entonces Pedri llegó por detrás y me cogió en brazos para meterme con él en el agua.

Reí y cuando me soltó empecé a salpicarle.

Su hermano le hizo una ahogadilla y ambos se picaron para ver quien le hacía más a quien.

Yo ayudaba a Fer intentando distraer a Pedri.

Al final la que más ahogadillas se comió fui yo.

Salimos del agua y ellos no paraban de reírse de mí y yo les sacaba el dedo.

Conseguí tumbarme para tomar el sol de nuevo

Pero Pedri apoyó su cabeza en mi culo y yo giré mi cabeza para poder verle.

– Así nadie mira nada.– dijo sonriendo.

Reí poniendo los ojos en blanco.

Este soltó una risa y se puso con el móvil.

Cuando nos dimos cuenta era casi de noche, por lo que cogimos las toallas y volvimos a casa.

Cuando llegamos Rosy acababa de poner los platos en la mesa.

Cenamos y me convencieron para salir.

Iba a salir con los amigos de Pedri...

Esto era de lo más surrealista que me había pasado en la vida.

Aunque fueron bastante simpáticos. Todos se metían con Pedri porque no estaba fuerte.

Este les bordeaba un poco y reía después.

Yo reí mientras bebía agua.

Estábamos paseando por el puerto.

Yo sonreí y me quité las zapatillas para pisar la arena.

Me encantaba hacerlo.

Pedri me miró y se quitó las zapatillas para hacer lo mismo.

Yo sonreí y entonces paseamos por la orilla en silencio.

Me alegraba saber que también se relajaban paseando descalzos por la playa.

Unas horas más tarde Fer vino a buscarnos y me sacudí los pies para entrar al coche.

Pedri me imitó y se sentó de copiloto.

– ¿Qué tal?– preguntó Fer.

– Bastante bien.

– ¿Te ha gustado alguno?– dijo Fer.

Vi a Pedri mirarle de reojo con mala cara, así que le seguí el juego a Fer y hablé.

– Álvaro era guapo

Pedri me miró desde el espejo retrovisor y yo reí mirándole.

– Que graciosos sois los dos. Para el circo.

Fer y yo reímos.

Llegamos a casa y tras aparcar entramos en casa.

Fer se fue en silencio a su habitación.

Y Pedri y yo nos fuimos juntos a la suya.

Me puse el pijama y me tumbé en la cama.

Pedri se tumbó a mi lado y me miró.

Lo miré fijamente y le sonreí.

Este me sonrió y se acercó a mis labios.

Estuvimos unos minutos enfrascados en el beso y cuando se apartó me miró sonriendo.

– Me alegra que estés aquí, conmigo.

Sonreí y lo abracé.

Él me sonrió.

Estaba enamorada de esa jodida sonrisa.

Entonces sus manos empezaron a acariciar mis brazos y yo cerré los ojos.

Y mientras me hacía caricias y me miraba con aquella sonrisa acabamos quedándonos dormidos.

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Que se casen ya hombreeee

Los dos hermanos me encantan JAJAJAJAJAJA

𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | PedriWhere stories live. Discover now