Prométemelo Tom

468 35 7
                                    

- ¿Qué te ha pasado ___________?. - Preguntó Tom abrazándome.

Continúe llorando unos segundos más.

- Mi madre. - Respondí llorando.

- ¿Tu madre te ha pegado?. - Contestó él.

Asentí. - Pero no se lo digas a nadie por favor. - Anuncié mientras le miraba a la cara. Le abracé por el cuello.

- ___________, tenemos que hacer algo, no podemos dejar que te pegue otra vez. - Comentó.

- No Tom, por favor por favor, no se lo digas a nadie. - Respondí apenas pudiendo respirar.

- ___________...

Seguí llorando. Tom me agarró por debajo de los muslos y me sentó encima de él, me abrazó por la cintura haciendo un poco de presión sobre su cuerpo.

Seguí abrazándole por el cuello un rato más.

Después de unos minutos me separé de Tom y miré hacia abajo con vergüenza.

El chico me sujetó la cara con una mano y la levantó para que le mirase. Parpadeé con rapidez haciendo que mis lágrimas se escapasen y corriesen con rapidez por mis mejillas.

El chico las limpió de mi cara con sus dedos mientras sonreía. - No te preocupes __________, yo te voy a ayudar con todo lo que necesites, pero no llores más por favor que me vas a hacer llorar a mí.

Limpié las lagrimas de mi ojo morado con delicadeza y le miré sonriendo pero aún con la cara mojada.

- Cuéntame por lo menos porqué te ha pegado. - Comentó.

Miré hacia abajo. - Mi madre me odia, básicamente. - Respondí.

- No digas eso, ¿por qué crees que te odia?.

Suspiré. - Cuando tenía siete años tenía que ir con mi padre y con mi hermano a otro pueblo para recoger unas cosas que habíamos comprado. Yo iba detrás del asiento de mi padre jugando con mi muñeca favorita de ese entonces, se me cayó al suelo y me puse a llorar. Mi hermano intentó alcanzarla pero no llegaba así que mi padre se giró para cogerla y cuando se dió la vuelta para seguir mirando a la carretera, nos chocamos con un camión que venía de frente. El coche dió dos vueltas y nos volvimos a quedar como estábamos al principio. - Los ojos se me inundaron de lágrimas y la voz me temblaba. - Miré a mí padre y a mí hermano y ellos - Tragué saliva intentando no llorar. - ellos habían muerto. Mi hermano tenía la cabeza estampada en el salpicadero y mi padre tenía la cabeza colgando hacia el lado. A mí no me pasó nada. Intenté llamarles pero claramente, ninguno me respondía. Me desabroché el cinturón y salí del coche, me tiré al suelo y a partir de ahí lo veo todo muy borroso, porque cuando me desperté estaba en el hospital. Mi madre me ha estado culpando de sus muertes desde ese momento y me ha odiado desde entonces. Todo lo que haga o diga le parece mal y para ella, contra más lejos esté de su presencia, mejor. Ayer fui a casa para enseñarle las fotos que me había hecho, las comenzó a mirar con cara de asco y me gritó que era una puta, luego me pegó, me dió una bofetada en la cara y un puñetazo en el ojo. Me dijo que me fuera de la casa y que no me quería volver a ver nunca más. - Terminé de contar la historia y limpié mis lagrimas.

Tom me miró con cara de tristeza y a la vez sorprendido. Me abrazó y yo le abracé también con fuerza. - Eres muy valiente __________, eso que me has contado es horrible. Ojalá no hayas tenido que pasar por eso en tu infancia, eras demasiado pequeña como para haber pasado por algo así. No es tu culpa, no te culpes por sus muertes y por mucho que tu madre te lo repita, no tienes la culpa de nada, créeme por favor. - Me abrazó un poco más fuerte.

Yes, I wantWhere stories live. Discover now