❝𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀❞ ¦ 𝐒𝐚𝐇𝐲𝐨.

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Park camino hasta la entrada del edificio, cada segundo mirando a su lado para confirmar que Sana seguía ahí, no se lo pidió, pero la alfa la siguió hasta la puerta de su departamento, su omega estaba agradecida por la acción.

En ese momento fue cuando ambas no supieron que decir, estaba claro que Jihyo debía entrar y Sana irse, pero la menor no estaba lista para dejar de lado la sensación que estaba con ella desde que Minatozaki unió sus manos.

Sana trago saliva con dificultad, si seguía más tiempo ahí estaba segura que su loba seguiría más inquieta por no acercarse a Jihyo, pero había pasado muchos límites en tan pocas horas, tampoco quería que su secretaria pensara que se estaba aprovechando.

- Bueno, Jihyo. Ya estas aquí, espero descanses. Yo me encargo de que alguien traiga tus cosas mañana. - habló Sana metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón, en un intento de tranquilizarse por lo que exigía su loba.

- Esta bien, Sana. Y otra vez gracias. Nos vemos el lunes. - se despidió la menor dando la vuelta para tocar la puerta, esperaba que Dahyun siguiera despierta.

- Descansa, Jihyo. -murmuró esperando a que Jihyo entrará.

Park tocó una vez más, en ese instante se dio cuenta que aún usaba el saco de Sana.

- estas olvidando tu saco - hizo saber la menor volteando de nuevo hacia Sana y quitándose la prenda para luego dársela a la mayor, pero esta negó con la cabeza.

- Puedes quedartelo, me di cuenta que te tranquilizó el aroma. - aclaró acercándose para tomar el saco de las manos de Jihyo y manteniendo el ceño fruncido, lo coloco sobre los hombros de su menor. - te queda mejor a ti. - comento fingiendo acomodar los dobleces del cuello.

Jihyo sintió que su respiración se paralizó cada segundo que sintió las manos de Sana por encima de la tela, tal vez fue por la delicadeza de los movimientos.

Sabía que el saco le quedaba grande, pero no quiso llevarle la contraria a Sana, porque en realidad ella quería más de ese aroma.

- Debería irme ya, Jihyo. - susurro la alfa, ahora manteniendo una pose seria.

- Sí, ya es tarde y... -su voz desapareció al sentir el beso inocente sobre su cabello y el pulgar de Sana acariciando su mejilla.

-Tienes razón, buenas noches, Hyo.

Antes de que pudiera responder o decir algo respecto al gesto de Sana, se percató del aroma de Dahyun.

Tanto ella como Sana dirigieron su mirada hacia Kim que mantenía una sonrisa ladeada, seguramente había visto la escena.

- Dubu, ella es... -nuevamente Sana la interrumpió, pero está vez no fue con un beso.

- Hola soy Minatozaki Sana. - saludo ofreciendo su mano a la más bajita.

- Kim Dahyun, un gusto. - estrecho su mano con la de la alfa aún con esa sonrisa plasmada en sus labios.

- Ya tengo que irme. Un gusto conocerte, Dahyun. Buenas noches para ambas. - fue lo última vez en esa noche que Jihyo escucho la voz de Sana, la alfa simplemente salió de ahí a pasos acelerados, dejando a dos omegas confundidas.