__ Él sabe que tienes plutonio, si no va contigo es porque tiene pensado sacarlo de otro lugar. Fin, no es difícil entenderlo. - esclarezco apoyando mi codo en la mesa para seguir la partida. - Esto no es una organización a la que todo el que acuda se le buscará su lugar, Cem. Si tienes que ofrecer lo que tienen otros, entonces no vales.

__ No me quiero unir a ustedes. Actúo por mí mismo y seguirá siendo de ese modo hasta mi muerte, porque ordenes de nadie sigo, solo las mías tienen importancia entre mi gente y no los haré ceñirse ante nadie. - alega viendo a los hombre que lo siguen - Pero en este momento, todos los que dejaron la 'Ndrangheta buscan a quien destronar. Sé que estoy entre esos y por ello quiero preparar a mis hijos para el futuro.

__ ¿Que tengo que ver en eso?

__ ¿Cuánto para que mis cuatro hijos sean entrenados en tus bases? - la pregunta me llega como un dejavú de lo que escuché horas atrás.

Golpeando mi pecho, al recordar quien la hizo. Una risa surca mis labios cruzando los brazos sin poder creer que esto sea algo real.

__ Tu padre siempre peleó una parte de mi territorio. Específicamente en la parte sur de Estambul, puedo cederlo.

__ Los deseos de mi padre son suyos, no míos. No me interesa conservar sus ideales y así como en mi territorio no me gusta que me pongan condiciones, tampoco tomaré el tuyo. - dejo claro. - Lo quise una vez, no ahora. Tienes contactos con el ejército turco. Hay algunas cosas que ellos tienen que yo quiero.

__ ¿Armas?

__ Las ubicaciones de las bodegas donde el kraken tiene todo lo que robó. - determino. - Eso es lo que sí puedo llegar a necesitar.

__ ¿Para qué? El korol lo hizo encerrar en una cárcel, es todo lo que debería importar.

__ No cuando quiero recuperar algo que le robo a mi abuelo. - contesto, evocando la razón de la caída de Valentino Rizzo.

Pudo ser un hijo de puta con el resto, pero vio por nosotros como el líder de la familia y defendió a capa y espada, como un verdadero capo.

__ Es personal, entonces.

__ No me interesa lo que ocurra con él, solo necesito algo que de seguro tiene entre sus trofeos. - exclamo con naturalidad - Con todos los enemigos que se carga debería agradecer seguir con vida en donde sea que esté y que aún quieran algo de él.

__ No he tenido noticias de él desde que el korol lo condenó a una cárcel. - me dice. - Puede que haya conseguido algo estando dentro, pero casi no es recordado. Mucho menos estando lejos de sus orígenes.

__ ¿No está en Turquía? - indago.

__ No, lo trasladaron a Londres hace un par de años. Solo que nadie sabe a cual de todas. - comenta mirando a su hijo. - Puedo dar con lo que quieres. Un favor por un favor.

__ No suelo hacer esto, pero supongo que es bueno tener medidos a los contrincantes futuros, quizá se conviertan en contribuyentes. - entiende perfectamente mi punto y no le pone peros a la hora de aceptar.

Regreso a la mansión Rizzo cuando se ponen los acuerdos sobre las enemistades. Todo me puede servir cuando menos lo espere.

Voy directo al cuarto dónde tienen a Marina, ya se ve mejor, con un plato de comida en su regazo siendo consentida por la abuela Margot, quien no pierde oportunidad de recordarme sobre el maestro de música de Ginebra. Marina le suma más peso y termino con la incógnita, de si la niña de ocho lleva la sangre de abuela porque se comportan igual.

__ Termina tu comida o no vas a crecer. - la callo para que se deje de cosas.

__ Ya crecí. - me pelea.

Impact (Libro 4 Dinastía Indestructible) Where stories live. Discover now